ENTREVISTA – MIGUEL LINARES

Miguel Linares fue uno de los héroes del ascenso, del grupo de jugadores que en Cádiz devolvió al Oviedo al fútbol profesional acabando con un tortuoso y largo paso por Tercera y Segunda B. Goleador, implicado en el juego del equipo, líder e ídolo del oviedismo. Tras su paso por Zaragoza, en otro coloso del fútbol en horas bajas, ahora se recupera de una grave lesión que se produjo al inicio de su vinculación con el conjunto aragonés SD Ejea. 

PREGUNTA: En primer lugar quiero preguntarte por tu lesión ¿cómo vas?

RESPUESTA: Voy lento. Me está dando mucha guerra. Me tuvieron que volver a operar del cartílago porque se me hizo una lesión en el cartílago cuando me rompí el cruzado. En principio pensamos que no sería mucho, pero a los cinco meses cuando tuve que empezar a correr no había manera. Chocaba hueso con hueso porque no tenía cartílago ahí, me produjo una úlcera y me tuvieron que operar. Ahora hace seis meses y la verdad es que va muy lento. Todavía no puedo ni correr porque al impactar me molesta. Estoy esperando, fortaleciendo y a ver si puedo ir avanzando. 

P: En este tipo de lesión, y teniendo en cuenta que eres un jugador veterano y que te has visto en circunstancias complicadas, ¿es más difícil llevar el impedimento físico o el plano mental?

R: Ahora mismo va todo unido porque me he roto el cruzado de la otra pierna dos veces y era cuestión de tiempo. Todo fue bien, te operan, te vas recuperando poco a poco y ya está, pero con ésta ha llegado un punto en el que ves que no puedes avanzar y el cuerpo tampoco te pide jugar. Cuando llega ese momento en el que el cuerpo no está para jugar la cabeza también te frena cualquier impulso que tengas, porque para competir en condiciones tampoco estás. Llevo prácticamente un año y hay días que lo veo muy negro. Pero confío en que pronto vuelva a salir el Sol y disfrutar. 

P: Se añade seguro la rabia que tienes por no poder ayudar ante el mal inicio de temporada del equipo. 

R:  Sí, la verdad es que también el año pasado el equipo lo pasó mal y al final pudo conseguir la permanencia. Y da rabia después de ver la apuesta que habían hecho por mi y la ilusión por tener minutos. En Zaragoza no los tuve, y aquí antes de empezar la temporada pasada me lesioné. Hay impotencia por no poder ayudar al equipo cuando más lo necesitaba. 

P: Partiendo de esa etapa anterior en Zaragoza, en un equipo con mucha presión y que no termina de coger el ascensor. ¿Cómo lleva el jugador esa presión por los resultados y del entorno por verse más arriba?

R: Lo asemejaría un poco a Oviedo, aunque en realidad Zaragoza es una ciudad es mucho más grande. La historia del club tiene un palmarés importante, creo que está entre los siete mejores de España en cuanto a títulos, y es evidente que esa presión tiene que haberla. Yo como aficionado lo que quiero es que el equipo esté arriba, gane partidos y que ascienda cuanto antes. Estábamos acostumbrados a un Zaragoza de Primera División compitiendo contra los mejores y ahora llevamos ocho años en Segunda. La gente se empieza a mentalizar de que no es el mismo Real Zaragoza porque económicamente es incomparable la situación, y ahora se tiene otro chip. La presión existe porque no deja de haber 25 ó 30 mil personas en La Romareda casi todos los domingos. A pesar de la presión creo que todos los jugadores firmaríamos por jugar en clubes así. 

P: ¿Qué se necesita para jugar en el Zaragoza?

R: Sobre todo personalidad, porque sabes que juegas ante 25 mil personas, que no es lo mismo que en otros campos de Segunda con 4 ó 5 mil. El Zaragoza es un fútbol de Primera División y es necesario tener esa tranquilidad en los momentos importantes. Mucha gente va a estar pendiente de ti. Es normal que aprieten pero a poco que vaya bien y respondas te llevan en volandas. 

P: En esos momentos en los que ves al equipo mal y las piernas pesan, ¿en qué se apoya uno para sacar la situación adelante?

R: En el equipo, en tratar de aislarte de lo externo, cuanto más ves, lees y más presión te vas metiendo pues como dices más te pesan las piernas. Siempre he tratado de no ver noticias, leer prensa o incluso seguir la clasificación cuando las cosas iban mal porque eso siempre te echa piedras a la mochila y para rendir es malo.Hay que intentar aislarse y saber lo que te estás jugando, el escudo que llevas. Hay que procurar darlo todo, algo a lo que siempre estás obligado, pero en sitios así aún más. 

P: Hay cierta similitud ahora entre el Zaragoza y el Oviedo en cuanto a una composición de la plantilla con gente que viene de abajo sumando minutos. ¿Cómo se le puede guiar a este tipo de jugador de la casa que le toca vivir situaciones de presión?

R: He estado allí y he tenido suerte de ver cómo subían jugadores, en el Zaragoza y otros equipos con un filial del que has tenido que tirar. Hay que decirles que son uno más, que están ahí por méritos propios, que nadie se ha inventado su nombre ni su forma de jugar ni de ser. Que si están ahí es porque se lo han ganado. Poco a poco con la confianza del equipo y del entrenador todos van creciendo. Es verdad que cualquier error pesa más cuando eres nuevo, pero si estás bien rodeado siempre es más fácil. 

P: Jugador y aficionado del Zaragoza, igual que del Oviedo. ¿Cómo ves al equipo azul en este inicio de temporada?

R: La verdad es que bien. Más que en cuanto a resultados hasta ahora veo bien el equipo que hay. Luego estoy convencido de que los resultados los va a conseguir. Para mi tiene una plantilla muy buena, me gustan todos los fichajes que han hecho y creo que al final esos jugadores van a rendir sí o sí. Si a eso le añades que tiene detrás un estadio como el Tartiere con una afición increíble que le va a dar ese plus que necesita cada vez que juegue en casa, pues es una combinación perfecta para hacer un buen año.

P: ¿Crees ya que el equipo está en el buen camino y el aficionado puede pensar en el siguiente nivel?

R: Creo que sí, que el paso siguiente para luchar por las plazas importantes este año lo ha dado en cuanto a plantilla, en las sensaciones que da y la trayectoria de los jugadores que han venido que es casi una apuesta segura. Esperemos que así sea. Luego ya sabemos cómo el fútbol, que el Girona lo tenia en la mano y se le escapó por dos años consecutivos el ascenso. Al final es fútbol, pero los ingredientes ya los tienes. 

P: En tu etapa también tuvisteis vuestro momento y el globo se desinfló cuando se iba camino del éxito. ¿Cuál puede ser la mejor receta para mantener regularidad hasta el final, moviendo jugadores o respetando el bloque principal?

R: Es tan larga e igualada la competición que no sabría dar con la receta. Si se supiese lógicamente muchos equipos estarían ya en Primera. Pero clave es hacer sentirse a la gente importante, utilizar a todos los jugadores. Hay entrenadores que sólo utilizan a 11 ó 12 y el resto como que no sirven. Hay que hacer ver que todos son importantes, que deben estar preparados para cualquier momento, bien sean 2 minutos, 10 ó como si son 90. Esa es la base del éxito, que todos se sientan importantes, desde el máximo goleador hasta el que no juega un minuto y aprieta en los entrenamientos para que el que esté jugando se ponga las pilas. 

P: Mirando a Oviedo ¿Cuál es tu momento más especial de los vividos?

R: Para mi sin duda fue el ascenso a Segunda. De las tres temporadas que estuve yo también estuvimos muchos momentos en playoff y al final por una otra nos desinflamos. Creo que el ascenso en el Carranza, con la situación del club después de tantos años, daba una alegría tanto a nivel deportivo como emocional que se necesitaba. Sin duda fue el mejor momento. 

P: ¿Cómo se vive el derbi?

R: Son partidos especiales. Al final son realmente sólo tres puntos pero sabes que para tu afición es el partido del año, sobre todo el que juegas en casa. Ya han pasado unos cuantos años desde el ascenso a Segunda y la gente ya se está acostumbrando, pero recuerdo el primero después de quince años que aquello fue una locura porque estaban acostumbrados a jugar con el filial del Sporting, y cuando te pones por fin cara a cara con tu máximo rival pues es un momento especial. Una vez que empieza el partido intentas abstraerte del ambiente porque es un ambiente espectacular que a lo mejor te lleva a una extra motivación que no es buena. Desde luego que en esos partidos la afición te lleva en volandas. Como se suele decir, los derbis no son para jugarlos sino para ganarlos. 

P: Una fácil. ¿Escogerías un hat-trick contra el equipo que va líder o el gol de la victoria en el derbi?

R: Por supuesto el gol de la victoria en el derbi. Creo que son momentos en los que la afición está con los nervios a flor de piel y poder marcar un gol de ese calibre es algo especial. 

P: Volviendo a ese ascenso en Cádiz. Mucha gente piensa que esa plantilla podría haber conseguido muy buenos resultados en Segunda. ¿Estás de acuerdo con esa corriente?

R: Sí que es verdad que muchos equipos que ascienden de Segunda B apuestan por mantener el bloque, pero luego ya sabes que lo pasan mal. En nuestro equipo la mayoría ya había jugado y demostrado nivel el Segunda división. No sé si hubiese jugado para playoff, la verdad. Es cierto que muchos el año después seguíamos jugando en el equipo inicial y no fue mal. 

P: Has metido muchos goles en Segunda B y en Segunda. Dentro de las diferencias de cada categoría, del nivel defensivo ¿dónde te ha resultado más complicado hacer gol?

R: Meter un gol es complicado en cualquier categoría porque normalmente estás rodeado de jugadores experimentados. Si este Oviedo jugase en Segunda B seguramente haría muchos goles, como nos pasó a nosotros. Ahora te metes en un equipo de Segunda B, com jugadores de esa categoría y es muy complicado meter goles. Subes un escalón y en Segunda están ya los mejores jugadores de la B de la temporada anterior junto con otros jugadores de muchísima calidad. Hoy en día se va a cualquier partido y todo el mundo está preparado. Cuesta un mundo, y si no que se lo digan al Madrid el otro día contra un equipo que no conocía nadie. Hay mucha preparación, hay atletas a ese nivel y ahora cualquier partido es complicado. Suelen llevar el peso los equipos que por lógica son más potentes, pero en el fútbol no siempre es así. 

P: Y sobre tu futuro. Lo primero obviamente es recuperarte de la lesión y volver al terreno de juego, pero ¿ves una vinculación al fútbol una vez que decidas retirarte?

R: La verdad es que me gustaría que mi futuro estuviese vinculado al fútbol. Llevo toda la vida en un vestuario y me gustaría que estuviese relacionado no sé de qué modo y manera. Tengo el titulo de entrenador, los tres niveles, y siempre existirá esa opción. Pero ahora lo que quiero es recuperarme de la rodilla y el día que lo deje ya pensaré en otra cosa.

P: ¿Entrenar al Oviedo en Primera?

R: (risas) No se me había pasado por la cabeza, pero te diré que con verlo en Primera me conformaría. Entrenarlo desde luego que sería algo espectacular. Hoy en día no tengo planteado si voy a ser entrenador o no pero si tú me lo planteas así seguro que lo firmo a ojos cerrados. 

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