MARIO HERNÁNDEZ

Han sido dos semanas de conversaciones las que han terminado con Mario Hernández como jugador del Real Oviedo. Los azules le ganan la partida a equipos de máxima categoría en Portugal y Croacia, y alguno de Segunda española, por los servicios de un lateral derecho que quedaba libre tras finalizar su vínculo con el Rayo Vallecano.

Se trata de un futbolista que creció en la cantera del Atlético de Madrid, donde permaneció hasta juveniles. En sus inicios fue extremo, y destacó ya como lateral con Michel, actual entrenador del Girona, teniendo un buen año integrado en el filial rayista. A partir de ahí, llegaron las cesiones. Primero se le buscó acomodo en el Recreativo de Huelva, donde por un error a la hora de gestionar la ficha estuvo cuatro meses sin jugar. Seis meses en Melilla, y una feliz etapa en San Sebastián de los Reyes, con un buen puñado de minutos. Pasado el parón del Covid convenció a Iraola y se quedó en la primera plantilla rayista. Terminó quitándole el puesto a Advíncula, y formó como titular en tres de los cuatro partidos del playoff de ascenso. En su debut en Primera se destapó con un gol de cabeza. En sus características destaca la velocidad. Tiene mucho recorrido (le apodan “La Bala”) y defensivamente ha ido mejorando con los años.

Alejandro Castellón, director de Unión Rayo se refiere a “un chico trabajador, que no da problemas y que suele cumplir siempre que ha jugado. Para Primera le ha faltado un poco de estabilidad y ha tenido competencia fuerte. Pero en Segunda puede ser muy válido, y todavía es joven. No tiene una gran cualidad, pero cumple básicamente”.

Los que le conocen bien hablan de un “chico muy humilde, tranquilo, que le encanta su profesión. Es un jugador con hambre, ambición, que viene a pelear el puesto”.

Como curiosidad, la primera vez que se le incluyó en una convocatoria del primer equipo del Rayo fue en Oviedo.

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