Ramón Folch (Reus, 1989) es un futbolista atípico. Compaginó estudios universitarios con el fútbol y terminó su carrera como ingeniero antes de formar parte del fútbol profesional. Tras un muy meritorio año en Reus tuvo la opción de vestir la elástica azul. En Oviedo rozó el playoff, y después jugó en Tenerife y Elche, con el que logró ascender a Primera. Siendo un trotamundos del futbol, decidió regresar a casa. Hoy comparte su experiencia en Cornellá, en Primera RFEF.
P: ¿Cómo se produce tu fichaje por el Oviedo?
R: La verdad que Ángel Martín (González), que era el director deportivo, me convenció. Me había seguido durante toda la temporada y creía que podía encajar muy bien. Me habló de la ciudad, del club, y de la repercusión que tiene en la ciudad el Real Oviedo, que es enorme. Y me decidí, por vivir una temporada a un gran nivel y sobre todo con una afición involucrada al máximo con su equipo.
P: Venías con el Reus desde abajo, desde 2ºB. Y esa última temporada haces unos grandes números con cuatro goles además.
R: Iba metiendo dos goles más bien por temporada. Antes del Reus, cuando empecé amateur, ya tuve que pisar ligas de regional, luego Tercera División. Hasta que no tuve la oportunidad de llegar a Segunda me costó mucho. Ascendimos con el Reus, el equipo de mi ciudad, en el que ya llevaba cuatro años. Ese primer año de Segunda Natxo González era el entrenador, y ya me dio mucha confianza en Segunda B. Tuve la suerte de meter cuatro goles e incluso un doblete en el campo del Zaragoza, que siempre lo recordaré. Creo que no lo he metido nunca, y fue en Segunda en un gran estadio.
P: Es un momento clave en tu carrera, porque tenías 27 años y se podía definir tu estatus como futbolista de élite.
R: Vengo de una familia muy vinculada al deporte. Siempre lo he dicho, mi padre fue entrenador de baloncesto, mi hermano y mi hermana jugaron a baloncesto. Yo fui el pequeño que hizo que cambiáramos de deporte. Siempre mis padres me inculcaron que había que estudiar y hacer deporte. Fui progresando en las dos partes. Me saqué la carrera en Ingeniería, luego hice un Máster, y paralelamente iba evolucionando en el fútbol. Tuve la suerte de llegar al fútbol profesional. Sí que fue un poco tarde, pero sé que si no hubiese tenido la suerte de llegar probablemente ahora estaría trabajando de ingeniero en alguna que otra empresa.
P: Tu primera temporada en Oviedo es muy sólida, y viendo los datos es la que más minutos juegas en tu carrera profesional.¿Te sentías importante y con confianza?
R: Desde el primer día Anquela me recibió con los brazos abiertos. Sabía lo que me pedía, lo que exigía. Y estoy muy agradecido por la confianza que me dio y sobre todo los minutos. Él me dijo que era un jugador importante para el equipo y así al final de la temporada se demostró con los minutos que jugué. Muy contento con esa temporada.
P: Y os quedáis a las puertas de lograr un objetivo muy importante para el Oviedo.
R: Creo que mis dos temporadas en el Oviedo han sido las que más cerca ha estado de estar arriba. Quedamos a un punto y un gol. Miras atrás y dices “si ese partido lo hubiésemos ganado…” pero al final es una liga muy larga. Es la espina que tenemos clavada, creo yo. Me sabe mal por la afición el no haber podido brindar por ese playoff que realmente hubiese sido merecido con la temporada que estábamos haciendo. Son cosas del fútbol.
P: En tu segunda temporada te perjudica ese clima enrarecido que acaba además con el cese de Anquela. Y llega Egea.
R: Con Anquela sigo jugándolo todo. Y sí que es verdad que veo que cambia un poco la opinión que tiene la gente hacia mi. Yo intento hacer las cosas siempre bien, sobre todo defendiendo al máximo. Igual no hice una temporada tan brillante pero tampoco fue mala. También la exigencia del Oviedo era muy grande y los resultados no eran los que la gente esperaba. Siempre se esperan cambios, y le tocó a Anquela. Luego dos o tres jugadores no jugamos tanto.
P: También es cierto que compartías posición con jugadores destinados a priori a ser importantes, como Mariga, Hidi o incluso Fabbrini. Se lesionan todos y el que se mantiene eres tú.
R: La verdad que sí. Ya sabía que en Segunda División había grandes equipos y plantillas. Y en el Oviedo hay dos o tres buenos jugadores por posición, de gran nivel. Habiendo pasado este tiempo lo valoro más. Estoy contento de haber jugado todo lo que jugué con los buenos jugadores que había y la gran trayectoria que tenían.
P: ¿Cuál es el que consideras tu mejor momento con la camiseta del Oviedo?
R: Una victoria en un derbi contra el Sporting, con los dos goles que metió Mossa. Ganamos en casa. Ese creo que es el mejor momento de las dos temporadas. Es difícil de explicar la experiencia de un derbi ,pero tuve la suerte de jugarlos, y ganar los dos de casa. Es algo espectacular.
P: Ahora se comparten imágenes y videos desde dentro del autobús. ¿Cómo vives internamente el proceso, el día de derbi con la concentración en el hotel, el acompañamiento del aficionado?
R: Lo vives con mucha adrenalina y activación. Es un día o toda la semana diciendo “vamos, que esta semana hay que ganar sí o sí”. Hay veces que tienes un partido y te tienes que tomar un café para activarte o concentrarte, pero esos días no te hace falta, sobre todo yendo al estadio con toda la gente y los ánimos que te dan. Siempre se dice que juegas con 12. Ese derbi se juega con 14. Es una pasada.
P: Hablábamos del mejor momento. ¿Y el peor?
R: Creo que fue la penúltima jornada, cuando jugábamos en el campo de la Cultu. Se jugaban no bajar, y al final la Cultu bajó. Allí perdimos y era un partido realmente importante para llegar con muchas opciones al último partido para meternos. En ese partido no estuvimos bien y al final tuvimos la sensación de dejar escapar algo que hubiese sido muy importante.
P: Mencionabas a Anquela, antes a Natxo. ¿Fueron dos de los entrenadores clave en tu carrera?
R: Anquela es un entrenador que me dio mucha confianza, le considero un buen entrenador. Pero el mejor entrenador que he tenido nunca, que siempre lo he dicho, ha sido Natxo González en todos los aspectos. Anquela me dio muchos minutos y confianza, y estoy muy agradecido.
P: Has visto la dificultad que supone jugar muchas veces en Oviedo, la exigencia que existe. ¿Qué necesita un equipo como el Oviedo para dar ese siguiente paso? ¿La continuidad de un entrenador, confianza, un proyecto real?
R: Yo creo que un proyecto necesita tiempo. Con el Reus por ejemplo ascendimos gracias a que durante dos años mantuvimos el bloque. En el ascenso que tuve con el Elche a Primera había un grupo de cinco o siete jugadores, e incluso el entrenador, que venía de Segunda B. Mantener un bloque, seguir trabajando y puliendo ciertos conceptos. Si cambias todo cada año es como empezar de cero. Es más difícil aunque tengas muy buena plantilla. Los jugadores y el entrenador tienen que adaptarse y conocerse entre ellos. Juegan con ventaja esos equipos que van manteniendo el bloque.
P: El ascenso con el Elche fue con Pacheta en el banquillo. ¿Se hizo justicia con él a no darle la oportunidad entrenar al equipo en Primera?
R: Para nada se fue justo. Un entrenador que asciende de Segunda B a Segunda, al año siguiente hace una buena temporada salvando al equipo faltando muchas jornadas y al siguiente asciende…luego ya reconoció en rueda de prensa el propietario que no haberle renovado fue algo que negativo que no volvería a hacer. Lo asumió y es evidente que tendrían que haberle dado la oportunidad de seguir en Primera con el Elche.
P: Enfocaste mucho esfuerzo en terminar la carrera de ingeniero. ¿Qué supone para ti el momento que pisas Primera?
R: Pude ascender y debutar, por poco que fuese. Tampoco ha sido decir “ya lo he conseguido todo”. Siempre intentas mejorar, sea la categoría que sea. Nunca me he planteado jugar en Primera o Segunda División. Lo que viene, viene, y siempre intento trabajar día tras día. Cuando pasan los años me voy dando cuenta de la suerte que he tenido, pero en el día a día no consigues darte cuenta de dónde estás o lo que has conseguido y lo que te ha costado. Sigues siendo tú mismo, vas trabajando para mejorar en todos los aspectos. A día de hoy intento trabajar aunque ahora me toca en Primera RFEF. Quiero seguir aprendiendo y mejorando. Hago las mismas cosas que hacía hace años en otras categorías, ese es mi planteamiento. Nunca valoro lo que he conseguido.
P: ¿Te acuerdas mucho de aquel médico que después de romperte de niño la tibia y el peroné te dijo que nunca volverías a jugar al fútbol?
R: De vez en cuando cuando hay compañeros nuevos, hablas con ellos y ven la cicatriz. Es cuando dices “y encima me dijeron cuando tenía 12 años que no podría jugar más al fútbol”. Hay gente para todo (risas).
P: Alguien que categóricamente es capaz de hacer esa afirmación y que puede ver cómo la realidad le enseña lo contrario.
R: Ahora no sabría cómo reaccionar. Tuve suerte de que con 12 años no eres muy consciente. Mis padres siempre han intentado buscar lo mejor para mis hermanos y para mi. Entonces buscaron otras opciones y puntos de vista. Por suerte no nos quedamos allí, fuimos a Barcelona y nos dijeron todo lo contrario. Si no fuese por la ayuda que he tenido de mis padres probablemente no estaría jugando a día de hoy al fútbol.
P: Entiendo que eres una persona fuerte de moral. Aparte de esta circunstancia de la lesión, tuviste que buscarte la vida en su momento porque en Reus no te quisieron. Y volviste para triunfar. Un futbolista que tuvo que luchar más que muchos otros para llegar a Primera.
R: La verdad que sí, porque nunca me pusieron las cosas fáciles. En el fútbol base del Reus siempre estuve en el Cadete B o en el Juvenil B, en los equipos menores. En amateur me tuve que buscar la vida fuera. Igual como he tenido que trabajar más, y buscar más, la recompensa ha valido más la pena. De esa manera me hace seguir trabajando a día de hoy como lo hacía antes.
P: ¿Se disfruta más el fútbol así?
R: Como no entiendo otra manera de disfrutarlo no te sé decir. Ves a otros jugadores que llegan muy pronto al fútbol profesional y dices “pues ya podría haber llegado tan joven”. Pero como no tengo otra forma de verlo o de sentirlo me ha hecho madurar mucho y entender mejor las cosas. La vida no es fácil en todos los aspectos. Ahora cuando llegas al fútbol profesional eres un privilegiado, pero hay muchos futbolistas que no llegan pero compiten y se exigen al máximo, y merecerían jugar al fútbol profesional. Por suerte o desgracia no tienen en ciertos momentos la oportunidad, no pueden llegar. Estoy contento con todo el trabajo que he hecho hasta ahora y por haber estado en el fútbol profesional.
P: También cuentas con una experiencia en Finlandia.
R: Estuve cinco meses en Finlandia, y la verdad es que fue una experiencia buena. Estaba estudiando y con el proyecto final de carrera. Compaginaba el jugar en Finlandia y el proyecto. Fue una experiencia bonita, lejos de casa y muchos kilómetros. Maduras muy rápido y valoras cosas que igual antes no valorabas.
P: ¿Tienes presente alguna palabra en finlandés?
R: Sí que sabía alguna, pero el finlandés es muy complicado. Sabía decir hola y adiós. Hace años de aquello y ni me acuerdo.
P: Después de tu paso por Oviedo y Elche, vuelves a Segunda con el Tenerife.¿Es una competición distinta la que te encuentras?
R: Más que nada los cambios los provocó la pandemia. Esa temporada la jugamos entera sin afición. Tuve la mala suerte de no poder jugar de local en el Heliodoro con nuestra gente, y es la espina clavada que tengo.Ir a un club grande como el Tenerife, en Segunda División, con un proyecto para mirar hacia arriba y hacer playoff…esa temporada fue un poco la diferente a todas. Sí que ya veníamos del año anterior, que casi la segunda vuelta la jugamos sin público también. El no haber gente, con los partidos más fríos. Lo que sí que vi es que con los años la liga se volvió más competitiva y cualquiera podía ganar a cualquiera.
P: Ese tiempo sin público también sirvió para analizar otras cuestiones en torno al fútbol. ¿Qué crees que perjudica más a la evolución del fútbol? ¿La carga de partidos? ¿Que esté constantemente la televisión encima? ¿El VAR?
R: La televisión está bien que emita todo. Los periodistas tienen su trabajo. El VAR sí que tiene que mejorar un poco. La tecnología está bien pero hasta cierto punto, porque parece que los árbitros pitarían algo y con el VAR otra distinta. No es lo mismo una acción cuando las imágenes la paran que cuando esa acción está a tiempo real. Hay que mejorarlo bastante.
P: Ahora estás cerca de casa. ¿Era un objetivo en ese momento el estar con los tuyos y en casa?
R: Cuando estuve disponible en Tenerife lo jugué prácticamente todo. Tuve dos lesiones que me impidieron jugar el último mes y medio de la temporada. Estábamos con mi mujer y los niños, en post pandemia. La familia no podía venir a visitarnos, y Canarias estaba lejos. Valoramos acercarnos a casa durante un tiempo. El Sabadell me propuso un buen contrato con un buen proyecto. Valoramos volver a casa, y llevo dos años ya en casa.
P: ¿Te planteas ya en este punto el siguiente paso a nivel profesional ligado de alguna manera al fútbol? No hace mucho dijiste que no tenías interés en ser entrenador.
R: Tengo 33 años. Sí que la temporada pasada fue muy dura porque estuve casi todo el año lesionado. Sí que me planteaba no seguir, y entonces dices que con todo lo que has trabajado no puede ser que termines la carrera futbolística con una temporada así. Me puse en manos de doctores y preparadores físicos, con los que a día de hoy sigo contando, y la verdad que me encuentro muy bien. Es una temporada en la que me siento cómodo otra vez. Veo que puedo seguir jugando, y después del año pasado que pasé, tengo fuerzas para seguir e intentar mejorar. Ya veremos lo que pasa, pero a día de hoy no tengo pensado dejar de jugar aun. En relación a ser entrenador de fútbol, no es algo que me llame mucho la atención. Ya dije hace tiempo que no me veo. Soy muy familiar. Es una carrera futbolística en la que todos los fines de semana estás atado, que ves que familiares o amigos pueden ir a pasar un fin de semana fuera. Llevo toda la vida con mi mujer sin poder hacerlo. Cuando deje el fútbol me gustaría poder dedicar una temporada a mis hijos, y si hacen deporte, poder verles. Si eres entrenador eso va a ser imposible.
P: Está el Cornellá en una situación tirando a templada evitando zona peligrosa.
R: El Cornellá es un equipo humilde, un histórico de Segunda B, donde hizo buenas temporadas e incluso en alguna perdió en la última eliminatoria de playoff. Nunca sueñas con el ascenso pero obviamente en una liga tan complicada como esta el principal objetivo es salvar objetivo y luego ya se verá. Siempre se ha dicho que la Segunda B es muy complicada, y desde el año pasado que montaron esta liga de Primera RFEF, con sólo dos grupos y los equipos que hay históricos, es una liga muy igualada.
P: ¿Qué diferencias ves entre cada categoría en la que has jugado?
R: Sobre todo la masa social que mueve la categoría con los clubes. Cuando más grande son los clubes más repercusión tienen. Primera y Segunda tienen repercusión mundial, son seguidas fuera de España. La Primera RFEF sólo se conoce en España y poco más. Esa es la gran diferencia que noto. Luego las instalaciones, los terrenos que juego, que siempre están al máximo nivel.
P: ¿Y en lo futbolístico?
R: El equipo en cuanto más arriba está más dinero mueve, y hay más gente que trabaja para el club. Un equipo de Primera tendrá a dos jefes de prensa, a mucho personal, a un ayudante de entrenador, un preparador físico. Eso ayuda a que haya más herramientas para mejorar. Tienes mucho tiempo para dedicarle. En Primera RFEF hay mucho personal que trabaja después de salir del club y no les da para dedicarle todo el día al fútbol. En Primera y Segunda División puede haber una sesión de video por la tarde, una sesión de mejora. Esa es la gran diferencia, que puedes mejorar mucho más en Primera que no en una categoría más baja.
P: Abel Bretones estaba no hace mucho en Langreo y ahora es importante en Segunda con el Oviedo. Se trata de un tipo de jugador que de no haber tenido oportunidad esta temporada puede que su tope como jugador hubiese sido Primera RFEF. ¿Ves nivel en jugadores para dar ese salto?
R: Sí. Anivel de talento hay muchos jugadores que podrían llegar al fútbol profesional. Pero sí que luego hay otros aspectos también. No hay que trabajar sólo en el campo de fútbol sino que hay que cuidarse, y llevar una buena alimentación. Hay muchos aspectos. Para llegar al fútbol profesional siempre debes tener un pelín de suerte aparte de unas condiciones aceptables de juego, como que llegues al primer equipo y se lesione determinado jugador. Aunque tengas cualidades no es fácil hacerse un hueco, hay mucho trabajo detrás.