Marc Castells (Sueca, 1990) salió de la cantera del Valencia y buscó foguearse en equipos de la zona alta de Segunda B, como Poli Ejido o el Oviedo, para seguir con su proyección. En el equipo azul no tuvo excesiva suerte y las lesiones le apartaron del once titular y de gozar de la continuidad necesaria.Tampoco fue una buena temporada en lo colectivo, con tres entrenadores distintos y la pelea por un objetivo lejano del original.
PREGUNTA: Llegas a Oviedo vía cesión por parte del Valencia. ¿La elección fue más cuestión de club o tuviste algo que ver?
RESPUESTA: Recuerdo perfectamente que venía de estar cedido en el Polideportivo Ejido. Hicimos playoff para subir a Segunda, y nos eliminó el Barça. Aquel era mi primer año amateur y no sé si llegué a 38 ó 40 partidos. Muchos partidos. Ese año el Mestalla, el Valencia B, bajó de categoría a Tercera División. Hice la pretemporada completa y en teoría me iba a quedar allí. El último o penúltimo día de cierre de mercado, muy cerca de ese cierre, surge la oportunidad del Oviedo. Me lo comunicó el representante en aquel momento y decidimos ir. Era un club muy grande con proyecto para ascender. El Mestalla estaba en Tercera y decidí ir a Segunda B.
P: ¿Había encima de la mesa la opción de prolongar la estancia en Oviedo una vez terminada la temporada?
R: Tenía dos años de contrato en el Mestalla y era una cesión por un año. Ir a Oviedo para jugar partidos. Pero esto nunca se sabe. Si la temporada hubiera ido bien, el equipo asciende y yo hubiera jugado mucho, igual se podría haber negociado otro año de cesión.
P: ¿Qué expectativas tenías en cuanto a la cesión?
R: Venía del Poli Ejido, que también había estado muchos años en Segunda, pero no tenía la masa social del Oviedo. Recuerdo el primer partido que fue uno de Copa contra el Éibar, y la verdad que el estadio me impresionó muchísimo. La expectativa era la de estar por primera vez en un equipo grande, con mucha presión. Intentar jugar los máximos partidos posibles para pulirme como jugador y llevar al equipo a la liga profesional. Creo que el objetivo del Oviedo siempre que ha estado en Segunda B ha sido ese, y por lo tanto ese fue el objetivo principal. Sumar minutos en un equipo grande.
P: Resultó ser un año complicado para ti en cuanto a minutos. Tenías por delante a jugadores de bastante experiencia.
R: Fue un año complicado, porque el equipo empezó el año con Pichi Lucas con una trayectoria un tanto irregular. Luego se puso José Manuel de entrenador y el equipo tampoco arrancó. Hasta que no llegó Pacheta no fue la cosa bien. Con Pichi Lucas tuve algunos partidos, con José Manuel también. Cuando llegó Pacheta tuve una lesión de rodilla y estuve mes y medio fuera. A partir de ahí el equipo engancha victorias y fue muy complicado entrar. También entiendo que cuando llega Pacheta el equipo estaba en una zona complicada y tiene que echar mano de gente veterana. Lo tuve complicado en ese sentido. Venía cedido del Valencia. Cuando las cosas van difíciles en los clubes se echa mano de la gente veterana y de gente que va a estar el año siguiente en el club. Siempre que competí di un buen rendimiento. A pesar de no jugar todos los partidos que tenía en principio en la cabeza la experiencia en Oviedo fue espectacular.
P: Un grupo difícil, teniendo en cuenta además los equipos que quedaron arriba, como Éibar, Alavés, Mirandés, con la trayectoria que han tenido.
R: Así es. Al final era un grupo del norte-norte. Recuerdo a Éibar y Alavés porque pude jugar los dos partidos en Mendizorroza y en Ipurúa, y eran partidos duros. Era un juego al que no estaba acostumbrado, porque venía del grupo 4, que era más de toque, y el del norte es mucho más físico, con campos a veces embarrados. Me sirvió para curtirme. En Mendizorroza nos pusimos 0-1 en el minuto 5 con gol de Manu Busto y de repente el Alavés en dos jugadas remontó. Era un grupo más parecido a la Liga Smartbank.
P: ¿Entendías que el club iba a ir para arriba a pesar de las dificultades que tenía?
R: Pensaba que en un futuro el Oviedo tarde o temprano tenía que subir, pero veía una confrontación entre afición y directiva que lo hacía muy difícil. En Castellón me pasó algo parecido. Para que todo vaya bien tiene que ir todo de la mano, la afición, la directiva y el equipo. Sí que lo veía difícil. Entendía que para que el Oviedo tirara hacia arriba tenia que entrar otra gente, y al final así fue. El proyecto era ascender todos los años a Segunda, pero había que cambiar muchas cosas a nivel interno para que eso pudiera pasar. Con los años se ha visto que así ha sido.
P: Hablando de Pacheta. ¿Veías en él al entrenador de élite que es ahora?
R: Él vino con las cosas muy claras. Con Pichi Lucas no teníamos muy claro cómo había que jugar. Con José Manuel también había muchas dudas en bastantes momentos del partido. Él vino con la idea muy clara de tener una defensa cerrada. Lo que sí me impactó era lo claro que tenía el buscar el juego en largo a la espalda del lateral. Insistía mucho en buscar a los extremos espalda-lateral y creo que hicimos mucho daño con ese juego. Estaban por banda Xavi Moré o Jandro. Muchos partidos los ganamos de esa manera, con 0-1. Creo que gestionó muy bien al grupo tanto a nivel mental como en lo táctico. Era fundamental. El equipo venía de una primera vuelta mala y necesitaba encadenar victorias. Vinieron equipos muy buenos al Tartiere y les ganamos, como al Alavés. Se enganchó la afición con nosotros, y fue una pena porque llegamos tarde. Se estaba acabando la temporada y sólo pudimos quedar a mitad de tabla.
P: En el Castellón llegaste a jugar en Segunda. Pero llamativo es tu paso por Grecia y Ucrania.
R: El año siguiente de Oviedo fui a Mestalla. Completé una buena temporada y tenía una oferta de Segunda, del Guadalajara, y luego tenía otra oferta muy superior económicamente del Asteras Tripoli, un equipo muy serio con aspiraciones de Europa League. Me decidí por ir allí, y la experiencia fue buena. Algo que me ha pasado mucho en mi carrera, en momentos puntuales, es que cuando apostaban por mi titularidad he tenido lesiones que me han frenado. Fue una temporada de experiencia, tipo la del Oviedo. Era mi primera temporada a nivel profesional de élite y llegamos a final de Copa contra Olympiakos, nos clasificamos para la previa de Europa League. Puede sumar 10 ó 12 partidos en Liga contra equipos como el AEK Atenas, Aris de Salónica, en ambientes hostiles. Fue una temporada, aparte de la lesión de tobillo que tuve, positiva.
P: ¿Y En Ucrania?
R: Entonces estaba la guerra localizada en la zona este de Ucrania. El presidente de este equipo, del Zirka, había visto vídeos míos. La temporada anterior estuve a punto de firmar allí. Le dije que si me daba la cantidad de dinero que pedía, iba. En el Hospitalet bajamos de categoría, y antes venía de no lograr un ascenso a Segunda B con el Castellón, estando los dos años muy cerca. Decidí irme a Ucrania porque era una buena opción económica. Fue media temporada y la verdad es que la cosa me salió bien porque entró gente nueva en el Castellón que me quería firmar y en enero lo pude hacer. En Ucrania están Shakhtar y Dinamo de Kiev, que son los equipos fuertes. Pude vivir la experiencia de jugar en el campo del Dinamo, que es espectacular. También tuve experiencias duras como la de ir a jugar a 10 km de la guerra. Recuerdo concentrarnos en un pueblo que el año anterior había estado en guerra, con tiros en las paredes, con calles destruidas. No le comenté a mi familia que fuimos a jugar aquel partido. Son circunstancias que te hacen pensar que la vida es otra cosa, que el fútbol es muy bonito pero te das con la realidad. Nada es seguro en este mundo. Dejé muchos amigos allí. Tengo todavía contacto con gente, con el traductor que tenía. Espero que el país se pueda recuperar y que llegue la paz.
P: Ahora estás en Olot en Segunda RFEF. Tú que has pasado por casi todas las categorías ¿qué diferencias percibes? ¿Ves útil la estructura actual o era mejor la configuración anterior?
R: En Primera RFEF estuve el año pasado en el Linares. Tuve que pasar por el quirófano y sólo pude jugar seis o siete partidos. El ritmo de Primera RFEF es muy superior al de Segunda RFEF. No llega a ser el de la Liga Smartbank, pero dividir España en dos grupos al final sube el nivel. La intensidad es diferente y se acerca mucho a la Liga Smartbank. Ahí marca el físico, hay jugadores que te pueden hacer esfuerzos repetidos muchas veces. También hay más calidad, pero el físico es lo que en Segunda División marca la diferencia. La Segunda RFEF está un poco por debajo, pero sí he visto que no es la Segunda B de antes. Al quitar los equipos buenos que están en Segunda RFEF no sería una Tercera División, pero sí que estaría entre la zona media y la baja de la Segunda B de antes.
P: ¿Te queda gasolina para seguir o ya estás pensando en el siguiente paso dentro o fuera del fútbol?
R: He cogido un equipo de pre-benjamines. Bueno, el fútbol se va acabando. Es verdad que vengo de dos años en los que no he podido prácticamente completar partidos. El año pasado tuve que pasar por el quirófano. La primera parte de esta temporada me la perdí por otra lesión y acabo de encadenar siete partidos seguidos después de casi tres años. Me detectaron hace poco que el problema de las lesiones que he tenido me viene por la boca, y hemos podido adaptar una férula para liberar todas las tensiones que tenía. En el futuro me gustaría entrenar. Enseñaría a los niños toda la experiencia que he adquirido durante todos estos años. Creo que les puede servir. Salgo de la cantera del Valencia, he estado allí doce años, mi hermano está en el club. Me gustaría volver a casa e intentar enseñar a los niños de la manera en la que me enseñaron a mi. De momento espero tener continuidad, y sobre todo poder acabar el fútbol disfrutando todo lo que no he podido disfrutar todos estos años por las lesiones.