ENTREVISTA – GASPAR GÁLVEZ

Gaspar Gálvez (Córdoba, 1979) vino de la mano de Antic para ocupar el carril derecho de un Oviedo que quiso elevar la mirada pero que terminó tropezando en el pozo del descenso. Pocos pensarían en el fatal desenlace viendo el desempeño de la primera vuelta. Un equipo para no pasar apuros perdió la categoría teniendo en su mano haberlo evitado. El dios del fútbol y una serie de maniobras extrañas no ayudaron precisamente. La carrera de Gaspar se consolidó después en Primera convertido en un jugador de buen rendimiento tanto de lateral como de central. Ahora está integrado en el staff técnico de las categorías inferiores del Córdoba.

PREGUNTA: Llegas a Oviedo vía cesión del Atlético de Madrid y como petición expresa de Antic.

RESPUESTA: Así fue. Yo con el mister, con Radomir Antic, coincidí en la anterior etapa del Atlético de Madrid. En aquel momento el Atlético estaba en Segunda División. Contaba y tenía minutos pero ellos prefirieron que siguiera fogueándome en Primera. Era un jugador joven y era lo que quería. Radomir Antic contactó con el club. Cuando me comentaron la idea de seguir disfrutando de minutos en Primera la verdad es que no me lo pensé. Aunque cuesta salir del club del que llevas ya tiempo, era una continuidad importante para mi, y así lo decidimos. 

P: Habías estado en un partido dramático para el Atlético de Madrid, el que certificó en el Tartiere el descenso del equipo. ¿Te imaginabas que más adelante serías jugador del Oviedo?

R: Fíjate cómo son las cosas. La verdad es que en ningún momento pensé que iba a recalar en el Oviedo. Además como bien dices fue un partido dramático, un año muy complicado en lo institucional y deportivo del club. Acabó en lo que se temía, que era el descenso de un club histórico como el Atlético de Madrid. Nadie pensaba a principio de temporada que iba a pasar eso, porque había una plantilla lo suficientemente sobrada deportivamente hablando para aspirar a metas mayores. El fútbol tiene estas cosas. No estás centrado en lo deportivo, que es donde debes tener la cabeza puesta, y sucede esto. Fue terrible ese partido. Además cómo se dio. Después del 2-0 pudimos empatar a 2 fallando un penalti, y al final llegó lo que tarde o temprano iba a llegar. Como te he comentado antes, fue un año muy complicado. La gente no dio lo que tenía que dar, y la verdad que fue una pena. 

P: Después de aquel descenso tuviste la misma experiencia del descenso con Oviedo, Albacete y Alavés. Se habla mucho de la presión del jugador cuando está peleando abajo. ¿Cómo se viven esos momentos?

R:  Muy complicado. La verdad es que a mi, como a todos los jugadores imagino, te hacen daño en lo anímico. Yo el año del Atlético de Madrid había subido de la cantera rodeado de jugadores de una talla mundial, grande en ese sentido. Confiaron en mi y pude disputar casi toda la temporada. Deportivamente contento porque pude disfrutar de muchos partidos pero es un club histórico, como el Oviedo, en el que bajar de categoría anímica y deportivamente pesa mucho. Luego tuve dos años buenos en Valladolid. En lo institucional he tenido años complicados tanto en el Atlético como en el Alavés. Te formas como jugador. Es muy difícil competir en estas situaciones y en momentos duros por los que atravesé. No lo borro porque son cosas que al final se quedan en mi carrera, y me hicieron crecer deportivamente y como persona, pero se pasa mal.

P: Te presentas muy joven en Oviedo, con 21 años, con esa necesidad de tener más minutos en Primera. ¿Qué club te encuentras? ¿Tenías alguna idea previa de lo que podía ser el Oviedo y su afición?

R: A mi me pilla muy joven. En esa época había estado con Ivo en las categorías inferiores del Atlético de Madrid. Tomas contacto con él, te habla, te comenta. Ya sabía que era un gran club el Oviedo con una ciudad detrás, con un respaldo de la afición importante. El trato tanto del equipo, como del presidente y toda la gente fue espectacular para mi. En lo personal tengo un grandísimo recuerdo porque estuve muy bien y muy a gusto, lo que pasa es que al final tristemente acabó en el desenlace que todos sabemos, que fue el descenso. Además creo que fue un poco dramático porque el equipo funcionaba bien. Luego tuvimos una etapa mala que nos llevó a estar en los puestos de abajo y llegamos a los dos últimos partidos con opciones de coger esa permanencia, ganando en el Camp Nou. Tristemente en Mallorca nos enfrentamos a un gran equipo en el que, casualidades de la vida, estaba Luis Aragonés, que había sido parte del Oviedo. Ellos se estaban jugando la Champions y nosotros, sabiendo que jugábamos un partido fuera de casa contra un equipo que estaba en una línea muy buena como el Mallorca, no lo pudimos conseguir y se descendió.

P: Hubo un partido que pudo cambiar las cosas, que fue aquel contra el Madrid. 

R: Totalmente.

P: Además un Madrid que no tenía muchas necesidades. Estuvo cerca, pero no se ganó.

R: Fuimos al Camp Nou, al campo del Barcelona, y conseguimos una victoria con 0-1 que nos dio muchísima moral para afrontar los últimos partidos. Llegamos a ese partido sabiendo que si conseguíamos la victoria, se lograba el objetivo que era la salvación. El Madrid ya venía de ser campeón de liga. Recuerdo que empezamos muy bien el partido, pero en la primera parte expulsaron a Oli. Jugando con un hombre menos contra todo un Real Madrid se nos hizo todo cuesta arriba. Aun así pudimos empatar, y en la última jugada del partido tuvimos una ocasión súper clara para conseguir el 2-1 que no se hizo. Y nos lo tuvimos que jugar a Mallorca. Fue una pena porque pudimos haber conseguido la salvación en aquel partido y no fue así.

P: Había una plantilla bastante competente e incluso en ciertos momentos de la temporada se creyó que se podía mirar mucho más arriba.

R: La primera vuelta fue muy buena. Cuando llegué, que fue en la segunda vuelta, había una plantilla bastante equilibrada con muy buenos jugadores, tanto de calidad tanto de calidad como humana. Estaba Esteban, Tomic, Paunovic, Iván Ania, Onopko…había plantilla suficiente como para haber conseguido la permanencia. Pero te vas metiendo en dinámicas malas. Tuvimos una racha mala y al final todo se hace más difícil cuando te estás jugando el poder mantenerte con un club como el Oviedo. Tuvimos en todo momento respaldo de la afición, pero no lo conseguimos. La verdad es que la plantilla, por jugadores, no debería haber estado en esa situación.

P: Hubo también una serie de resultados “extraños” entre equipos vecinos. 

R: Eso ahora la verdad es que está mucho más controlado, pero en esa etapa cuando se llegaba a esas últimas fechas se encontraba lo que pasó. Eran equipos vecinos. Alguno no se jugaba nada y se dio un resultado un poco extraño que a nosotros nos hizo mucho daño. Eso antiguamente pasaba mucho más. Ahora gracias a dios está más controlado. Ya se ve que los equipos, aunque no se estén jugando nada, ya no se hacen ese tipo de favores. A nosotros nos escoció porque fueron unos resultados que a priori no deberían haber sido así. 

P: Sucedieron otro tipo de cosas raras, como el fichaje de Collymore con espantada posterior de un día para otro. ¿Se llegó a integrar en ese vestuario? ¿Qué se decía ahí dentro sobre la situación de un jugador que venia para ser estrella y que desapareció de repente?

R: Con sorpresa. A mi me pilló muy joven y en aquel momento no le di la importancia que a lo mejor le hubiera dado más adelante. Es verdad que llegó Stan Collymore, un jugador ya contrastado, pero ya no venía en las mejores condiciones para competir al máximo nivel, a mi forma de ver. No tuvo el acoplamiento necesario para poder permanecer allí mucho tiempo. Fue una incorporación que no nos dio nada cuando a un jugador así todo el mundo lo recibe con los brazos abiertos. Un jugador de otro nivel que venía con la idea de aportar. No fue así, no se acopló. No sé cuáles fueron los motivos pero fue una pena. 

P: Se trabajó con el equipo sin él. En tu caso contabas con la polivalencia al poder entrar como central o lateral.

R: Venía de jugar de central en el Atlético de Madrid en esa media temporada en Segunda. En mi primera temporada lo hice de lateral. Son dos posiciones a las que me adaptaba bien. En Oviedo lo jugué prácticamente todo de lateral derecho. Deportivamente contento porque disfruté de casi todos los minutos, menos en un partido que estuve sancionado. Tenía la confianza del entrenador y me encontraba bien. Me hizo crecer porque era experiencia jugando en Primera. Desde primera hora me acoplé bien al equipo y en ese sentido para mi fue una buena experiencia.

P: Toda una carrera en Primera para terminar volviendo a casa, a Córdoba. ¿Cuál es tu perspectiva como entrenador?

R: Volví a Córdoba, estuve cinco años en el club. Quería seguir jugando pero las lesiones no me dejaron seguir a mi mejor nivel. Tuve un año entre Huesca y Mirandés hasta que decidí retirarme por problemas en la rodilla. Empecé a trabajar en Córdoba con el club y llevo seis años. He estado en diferentes categorías del fútbol base. Hace un par de años estuve en el cuerpo técnico del primer equipo y ahora ejerzo en el filial. Contento porque me gusta, sobre todo el tema de cantera, entrenar con los chavales, poder formarlos. No sé si más adelante empezaré la carrera en solitario, por así decirlo, de entrenador, pero en este momento estoy muy a gusto en el club, que también ha atravesado por momentos complicados y se está recuperando. El poder disfrutar de los entrenamientos con el fútbol base para mi es un orgullo. 

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