Tras el sufrido empate en Zaragoza la siguiente parada para el Oviedo es en el Tartiere. La cita devuelve al estadio ovetense a José Ángel Ziganda, que después de concluir su etapa en la capital del Principado iniciaba camino en Huesca. Instalado el cuadro altoaragonés un peldaño por encima de los azules, querrá aprovechar la situación tambaleante de los locales para sumar. El escenario que se espera en el Tartiere invita a esperar que el nerviosismo y la ansiedad por mostrar una buena versión se apodere de los carbayones.
No hay demasiados cambios en la idea de juego del Cuco, que apuesta en Huesca por su tradicional 4-4-2. Adrián Mora, del Diario de Huesca nos confirma que “juega con dos puntas, aunque últimamente acompaña al punta `real´ con Juan Carlos, que es más un mediapunta”. Cuenta con la baja por sanción de Florián, que será sustituido según adelantaba Ziganda por Ignasi Vilarrasa, y “no tendrá a Enzo Lombardo, Joaquín y Escriche”, de importancia en el róster oscense.
Desde el Diario Altoaragón José Gil apunta a un “equipo de estilo defensivo, que no goza de la posesión y que le gusta aprovechar los espacios del rival para tratar de hacer daño. La dinámica no es del todo positiva tras el empate contra el Lugo. Los últimos partidos el equipo ha ido a menos, aunque no con sensaciones alarmantes ni preocupantes. Ziganda sigue alternando a los tres delanteros Kanté, Kevin Carlos y Carrillo, sin tener uno fijo por el momento”.
A partir de ahí, como jugadores a seguir Gil nos destaca a “Marc Mateu, Soko y Pablo Tomeo entre otros, al igual que el guardameta Andrés Fernández”.
Como probable alineación Ziganda podrá forma con Andrés Fernández bajo palos, una defensa con Ratiu, Rubén Pulid, Jorge Pulido y Vilarrasa; centro del campo para Valentín, Tomeo, Timor y Marc Mateu; y Juan Carlos junto a Carrillo.
El balón echará a rodar mañana a partir de las 18:30 en el estadio Carlos Tartiere.
