Bastón abre su cuenta y le da la primera victoria al Oviedo

El empate a nada llamaba insistentemente a la puerta y de repente apareció el vecino del quinto con la llave maestra para abrir. 

Una tarde de calor pegajoso que agotó en el descanso las botellas de agua en el bar tampoco invitaba al optimismo extremo al ver la convocatoria, con múltiples bajas y la confección de un once casi de circunstancias. Bretones fue la sorpresa en la alineación haciendo justicia a su óptima pretemporada. El mozo proveniente del Langreo está llamado a tener minutos en el futuro, pero su presente lo empieza a dibujar. El extremo zurdo no mostró nerviosismo en su debut en el fútbol profesional y aportó detalles de futbolista que servirán al Oviedo. 

Marcelo Flores fue de la partida, algo nada inesperado, y volvió a enseñar el talento que atesora. Como jugador en formación que es necesita ir abriendo su mente en el verde, y ser más práctico. En ocasiones le sobra un regate, y una buena apertura a banda desentrañaría un fútbol que puede tornarse complejo. No obstante quiso, pudo, gambeteó y se atrevió con el lanzamiento a puerta. Su colocación por detrás de Bastón favorece sus características, y su partido vivió en una onda de subidas y bajadas.

En cuanto al choque en sí, el abrasador Sol pareció adueñarse también de las cabezas pensantes del prao, y la precipitación fue la gran protagonista. Jimmy y Rama intentaron hacerse con un control que se abandonó al criterio confuso. Rama mejoró estando unos metros por delante, pero en su ubicación inicial se perdió entre tanta amplitud de terreno. Lo intentó con dos disparos lejanos. Jimmy se escribió en el pecho el juego posicional y trató de echar Fairy a los platos sucios. Es evidente que al Oviedo le falta pasar estropajo de níquel.

Por banda derecha se produjeron la mayor parte de los acercamientos. Lucas se sobrepuso a su tempranera tarjeta en el primer minuto de juego, fruto de una pérdida propia, y fue de memos a más. El gol lleva su firma, pero vamos por partes.

Aceves estuvo muy discreto, lejos de las prestaciones del primer partido de liga. Ni se asomó al ataque ni respiró hondo a su par, que por otro lado apenas le saludó de lejos.

El Leganés como era esperado vivió de los desplazamientos en largo de Pardo, que se incrustaba entre los centrales para repartir las cartas. Arnáiz se convertía en el único peligro, encarando a Lucas y luchando por partir la defensa en sus internadas. 

Bretones pudo estrenarse como goleador si el centro previo de Lucas no hubiese rebasado la línea de fondo. Fueron minutos de cierto empuje, con tres ocasiones en las botas de Bastón y Marcelo, que quiso ser incisivo. 

La segunda parte se quedó en la ducha hasta pasado un buen rato. Nada que destacar en un juego espeso e impaciente. Bolo se propuso retocar con los cambios, dando entrada a Montoro para dar solidez. Posteriormente pisarían el verde Mier y Obeng, recreando un dibujo curioso y novedoso. 

Lucas comenzó una carrera que terminó por romper a Arnáiz, su primer vigilante, que le abandonó a medio campo, y literalmente a Josema, que tuvo que ser sustituido justo después de una jugada que concluyó con un centro raso al área hacia Bastón. Fue tocado el 9 por un defensa y el colegiado no tuvo dudas en señalar el punto de penalti. Primer gol de Bastón en liga y suspiro de alivio general. Entonces Bolo quiso cerrar el partido, y Bastón elevó su experiencia para forzar la expulsión de Javier Avilés, que llevaba un minuto en el campo. Una patada a mala altura cuando pretendía arrebatar el balón del delantero azul, apostado junto al córner, supuso la tarjeta roja.

A partir de ahí, el otro fútbol apareció, algo que no siempre ha sido cuerpo presente en el Tartiere. Una victoria que sirve para dar un empujón a un equipo que precisa mucho trabajo y confianza. 

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