Torneo de Maurice Revello de 2019. Se disputa en la localidad francesa de Toulon y es una competición que sirve para que los posibles talentos del futuro enseñen sus habilidades. Ojeadores y cazatalentos pueblan las gradas en busca de alguna próxima joya de la corona, de jugadores que puedan convertirse en profesionales en equipos de empaque. Si alguien quiere preguntarse cómo ha construido su carrera Pablo Longoria, puede atender al visionado de cientos de horas de partidos, muchos de ellos sin la menor trascendencia, tratando de ejercer de bola de cristal.
Longoria, scouting de primer nivel y ahora presidente del Olympique de Marsella, se trajo al Valencia de una tacada a Yunus Musah y Kobe Koindredi. Dos jugadores para fortalecer el centro del campo, fuertes, con proyección, hábiles y con fútbol en sus botas. El norteamericano consiguió hacerse un hueco en el primer equipo, mientras que Koba no terminó de explotar esas cualidades que se le vislumbraban. Muy joven y sin minutos, se encuentra a medio camino para desarrollar su talento. Por ello el Valencia quiere que alcance tiempo de calidad para volver con experiencia suficiente para enfrentarse a la exigencia de Mestalla. Es un jugador de envergadura, con 1,84m.
Astorre S. Cerebróne conoce las evoluciones del que será jugador azul. “Koba es un mediocentro zurdo muy talentoso, que posiblemente podría operar como mediocampista box-to-box. Tiene un primer toque dulce y la capacidad de iniciar ataques y controlar las jugadas (aunque eso no lo hemos visto lo suficiente en el primer equipo porque no ha jugado). En cuanto al perfil, es como un Kondogbia menos ágil, menos poderoso pero con más gracia. Todavía le queda mucho por crecer fuera del balón, pero eso vendrá a medida que se desarrolle. También tiene algunos problemas de concentración y puede ser intimidado sin balón a veces con demasiada facilidad para alguien de su tamaño. Si usa bien su fuerza, nadie podría quitarle la pelota. También a veces pesado en posesión”.
El periodista de El Desmarque, Jorge Ruiz, nos habla de “un futbolista de creación y de mucha calidad al que le cuesta mucho sacrificarse en defensa y querer llevar la manija del partido. Es un volante ofensivo. En un trivote jugaría por delante del pivote. Cuanto más arropado esté en el centro del campo, mejor. En un doble pivote sufriría muchísimo. Le falta dar un paso al frente en todos los sentidos, tanto en el deportivo como en el físico. Aquí en Valencia todavía no le hemos visto trazas de jugador de primer nivel, porque en Liga apenas ha jugado y no ha sido de la partida ni con Gracia, ni con Bordalás ni ahora con Gattuso”.
Quique Pérez-Valero cree que “es un jugador que se espera que llegue a ser un buen futbolista. Físicamente un portento, buen trato de balón y buen disparo a gol. Viene de jugar con el Valencia Mestalla en Tercera RFEF por lo que el salto es abismal. Aún así jugó unos once partidos con el primer equipo y pese a que le ve trazas, está verde para un Primera. Yo diría que está en su momento para demostrar que puede tener galones en un equipo de Segunda pese a su juventud, como hizo Racic en Tenerife por ejemplo”.
Marc Escribano, periodista de Las Provincias considera que “está verde para la Primera División. Tiene unas condiciones físicas privilegiadas y un buen golpeo desde lejos, pero le falta rodaje y experiencia. Tanto Bordalás como Gattuso han hablado, sin mencionarle directamente, de que a los jóvenes centrocampistas del Valencia les faltan cosas y que no están preparados”.
También recogemos la opinión sobre Koba que nos ofrece Nacho Sanchís, periodista del Diario As. “Un mediocentro todoterreno con muchísima calidad pero que le falta algo de ritmo y en ocasiones desconecta. Tiene claro Sanchís que “necesita una cesion para tener continuidad y confianza”.
Koba Koidredi es internacional en categorías inferiores por Francia, que en la distancia también espera que este joven talento que creció en la siempre vigorosa Academia del Lens y se termina de pulir en España pueda ser de utilidad en un tiempo próximo con los “mayores”.
