ENTREVISTA – EIZMENDI

Fútbol de otra época, viejo Tartiere y un Real Oviedo viviendo los pasos previos del ascenso a Primera. José Ramón Eizmendi fue importante en un equipo sin estrellas y con mucho trabajo. Formó parte del club azul desde 1984, al que llegó mediada la temporada, hasta 1987. Posteriormente, al colgar las botas, fue entrenador en las categorías inferiores de la Real Sociedad, su club de origen, llegando a dirigir al primer equipo realista de manera interina en 2008. 

PREGUNTA: ¿Cómo se produce tu llegada a Oviedo? 

RESPUESTA: Antes de fichar por el Oviedo ya había estado probando y no firmé por unas cláusulas que me querían poner. No aceptaba esas cláusulas y no firmé. Estaba Toni Cuervo de secretario técnico y José María de entrenador. Luego fui a Tenerife año y medio, y entonces hubo un encierro de jugadores y el club ofreció la posibilidad de marcharse al que quisiese hacerlo. Coincidió con la llegada del Oviedo a jugar a Tenerife. Ahí contactamos y dijimos que nos interesaba. Así se produjo la llegada cuando estaba Romero de entrenador. 

P: Juegas bastante después de firmar y luego te consolidas en el resto de temporadas siendo de los jugadores con más partidos disputados.

R: Gracias a dios los entrenadores confiaron en mi y jugaba bastante. 

P: ¿De esa época cuál es el mejor recuerdo?

R: En Oviedo nació mi hija. A nivel de equipo la consecución de la Copa de la Liga de Segunda División. Era el primer trofeo que conseguía el Oviedo. Ganamos al Atlético Madrileño la final y nos clasificamos para jugar el año siguiente la Copa de la Liga en Primera División, y jugamos contra la Real. Es cuando el famoso episodio de Toshack. Perdieron aquí 2-1 y les levantó a las 3 de la madrugada para llegar a Zubieta a las 9 de la mañana y ponerse a entrenar, porque no estaba de acuerdo en cómo había jugado la Real. Allí empatamos a 2 y les eliminamos de la Copa. 

P: ¿Qué te llega a la memoria de esa gente que llenaba el estadio, en un Tartiere que ya no existe?

R: Recuerdos todos buenísimos. Jugar en el Tartiere era emocionante. La gente en Oviedo vive el fútbol de una manera especial. Es increíble. Oviedo es una ciudad de por sí con un nivel y poder adquisitivo alto. En aquella época más con la minería que había. El Carlos Tartiere era reflejo de ello. Había un ambiente de fútbol impresionante. Era una gozada jugar en el Carlos Tartiere. Además era un campo acogedor, recogido. Recuerdos de Oviedo tengo buenísimos todos. 

P: Los hay que me quieren comparar ese Tartiere con otro estadio que también conociste bien, Atocha.

R: Pues sí, en cierta manera había ese ambiente que empujaba al equipo, que ayudaba. Sí es cierto que hay una similitud entre los dos. En el espíritu son campos que recogen a la gente, que llevan al equipo en volandas. Campos que ayudan mucho. 

P: Justo después de tu marcha es cuando llega el ascenso. ¿En aquel momento o ahora piensas que también tenias que haber formado parte de aquello?

R: La vida es así y a veces te lleva por unos u otros derroteros. De lo que estoy orgulloso es de haber intentado hacer todo lo posible, y a partir de ahí ¿que no ha coincidido mi tiempo con la mejor época del Oviedo porque el año siguiente se ascendió? Bienvenido por el Oviedo. Todo lo que sea bueno para el Oviedo me hace estar súper contento, independientemente de otras circunstancias que pudieran acaecer. Siempre miro la clasificación del Oviedo, cómo está. Oviedo me encanta.

P: Como habíamos hablado. Es quizá poco entendible que un jugador con tus minutos no siga en el equipo.

R: No apostaron por mi, no quisieron que siguiera y ahí se acabó. Tocó buscar otro equipo y apareció el Jerez donde estuve cuatro años. No es porque yo no quisiera. Quería seguir en el Oviedo, estaba encantadísimo. Pensaron de otra manera y ya está, es el destino. 

P: ¿Ya como entrenador tuviste la oportunidad de volver?

R: Como entrenador no. M hija nació aquí en Oviedo. Antes de eso yo he tenido amigos que eran asturianos, teníamos buena relación y convivencia y tenía un buen concepto de Asturias. Luego cuando ya vivi allí, nació mi hija, lo aumenté. También tengo más amigos. Para mi Oviedo es y será siempre especial. Ahora tenemos un grupo de gente de los que jugamos en aquella época. Intentamos juntarnos. Con el tema de la pandemia se nos ha estropeado algo esa unión, pero la seguimos por WhatsApp. Seguimos recordando viejos tiempos.

P: Viejos tiempos…y no sé si aprovecháis para hablar de lo nuevo. ¿Se ha hablado en ese grupo de WhatsApp de este cambio en la propiedad del Oviedo?

R: Se comentan cosas. Antes también estaban otros mexicanos, los de Carso. Ahora están los de Pachuca, que se han fijado en el Oviedo y están queriendo invertir en el club. Me parece bien. Todo lo que sea mejorar, bienvenido sea. Si realmente aportan y mejoran lo que es la entidad y el equipo para la ciudad, a por ello. Las cosas hay que demostrarlas, pero en principio no es nada malo. 

P: Cambia el futbol. Antes había un concepto más presidencialista, con dirigentes que marcaban su terreno y ahora grupos de distintos lugares como Mexico que invierten un dinero que aquí no se aporta.

R: La diferencia es que el fútbol cada vez es más impersonal. Antes era más quizá de sentimiento, de vivencia. Lo tenias más dentro. Ahora quizá entra en juego más el negocio. Va siendo más internacional o llámalo como quieras. Le falta un poco ese arraigo de la tierra. Me intereso porque es mío, porque es parte de mi. Esa parte, que es muy importante, quizá se esté perdiendo. Se están mercantilizando más los equipos, se pierde un poco de espíritu. 

P: A nivel de estructura, de organización del futbol base, canteras, parece que este grupo viene también con una idea de trabajo mucho ese concepto. ¿Hasta qué punto se ha perdido o mejorado esa idea cantera en el fútbol español?

R: Eso es un poco a lo que me refería. Lo que es valorar lo tuyo, lo cercano, ese espíritu se está perdiendo. Cada vez está siendo más impersonal. Pero no sólo es el fútbol. Todo se está globalizando un poco más. Me parece que es importante que nos identifiquemos con nuestra tierra, lugar, y que trabajemos eso. Que se trabaje la cantera me parece muy interesante. Porque al final sigue siendo parte de nosotros. Si quitamos esa parte de espíritu, quitamos la parte esencial de lo que era el fútbol. 

P: ¿Qué te parece que un jugador juvenil firme un contrato por cinco años? ¿Es una apuesta o un riesgo?

R: Es todo. Una apuesta no deja de ser un riesgo. No es incompatible la apuesta con el riesgo. Cada vez se buscan antes a los jugadores. Nos pasa lo mismo con el Athletic y la Real. El Athletic busca jugadores cada vez más jóvenes porque no puede acudir a otros mercados. Necesita “abaratar” y por ello tiene que apostar por gente que puede salir o no. Y esa apuesta siempre conlleva un riesgo. En este momento todo el mundo está intentando adelantarse al otro y para ello está anticipando los contratos. Muchas veces haces contratos a los chavales a unas edades en las que no está definido cómo va a ser ese jugador o si incluso va a llegar a serlo. Puede apuntar maneras pero en la historia y en la experiencia se ve que hay muchísimos que no tienen la evolución necesaria. Ese es el riesgo que se corre. 

P: ¿Qué sería más beneficioso para los chavales? ¿Una situación como la que vivió el Sanse en Segunda con jugadores que por momentos daba la sensación de que no estaban cuajados lo suficiente para la categoría o una liga de filiales?

R: Yo creo que a la Real tener a su filial compitiendo en Segunda le ha venido muy bien. A los jugadores les ha servido de experiencia, de acicate. Para mi es una experiencia muy positiva. Hacer una liga de filiales es limitar. Sí son jugadores que tienen futuro, pero tú en la liga te tienes que enfrentar a iguales, mejores y peores. Está bien que los jugadores tengan posibilidad de evolución, posibilidades de mejora. El Sanse se ha quedado fuera por muy poco. Tuvo por medio resultados no muy satisfactorios aunque jugó bien, y esa es una experiencia que tienes que acumular. Al final el resultado en la base no es lo que estás buscando, aunque siempre es importantísimo. Realmente si estás buscando la formación de los jugadores y que vayan mejorando a los que hayan tenido la suerte de jugar un año en Segunda les habrá servido de muy buena experiencia. 

P: ¿Qué se le necesita decir a un chaval que está en la dinámica del primer equipo y que vive con la duda permanente? Los de casa parece que tienen que dar un doble esfuerzo para que se les tenga en cuenta.

R: Ese es el dilema de toda la vida. Apostar por la cantera o no hacerlo. Como bien sabes yo vengo de una zona donde se apuesta mucho por la cantera y con ello estoy muy de acuerdo. Es muy importante potenciar lo tuyo, lo que tiene arraigo. De ahí puedes sacar muchas cosas interesantes. Y fuera tampoco está la panacea. Hay de todo, mucho mejor y cosas que no son tan buenas. Lo de casa siempre tiene un patrimonio y algo que es parte de ti. Se debe potenciar. 

P: ¿El Oviedo ascenderá cuando tenga cinco jugadores de cantera o dos estrellas?

R: El Oviedo ascenderá cuando quede entre los dos primeros o gane la liguilla (risas). ¿Para esto qué hace falta? Como he dicho antes, creo que es importante apostar por la cantera. Y es apostar de verdad, no decir que tengo a dos o tres. Eso significa tener un organigrama, una dirección bien hecha. No eso de que hoy pongo dos, mañana pongo tres. Requiere muchos años, no se hace de un año para otro. Lo que han hecho el Athletic o la Real a nivel de cantera no lo han hecho en dos años o tres. Llevan muchísimos años con esa política y confiando en jugadores de su casa. 

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