Fue el misterio oculto en un arcón de grandes dimensiones durante una buena temporada. Quizá con un manual de castellano en sus brazos allí esperó Quentin Braat a que el curso futbolístico cerrase sus páginas y pudiese ser presentado como jugador del Real Oviedo. Primer fichaje eterno en la despedida de Rubén Reyes, que tratando de ser elegante se restaba mérito en su última rueda de prensa a la hora de valorar el refuerzo.
El caso es que descubrimos a un portero de envergadura considerable, el de mayor altura que ha vestido la zamarra azul desde Rafa, con una etapa crepuscular allá por el curso 2005-6. En épocas más recientes hemos visto a Lunin o el casi inédito Brazao, de altura ligeramente inferior a los imponentes 1,94 del guardameta francés.
Simon Vuillemin, perfecto conocedor de la Ligue 2 y del desempeño de su club de procedencia, el Chamois Niortais, nos cuenta que “inicialmente fue el número 2 detrás de Matthieu Michel, pero obtuvo tiempo de juego gracias a las lesiones de Michel”. Portero valiente incluso viéndose inicialmente con algún problema “en las salidas aéreas”. Con tiempo de juego suficiente “su última temporada fue la mejor, con muy buen posicionamiento, paradas de reflejos y mucho progreso en las salidas. Es un portero que necesita sentirse bien y confiado, pero cuando lo hace puede ser muy bueno. Para mí es del nivel de zona alta de Segunda División”.
En estos partidos de pretemporada lo que hemos comprobado es que tiene un golpeo de balón fuerte, regularmente preciso y sin estrías, y que habilita al destinatario en posición ventajosa. Esta condición junto con su ubicación unos pasos por delante de la portería permite también al equipo encarar el ataque con la defensa prácticamente en la raya de mediocampo. Femenías no contaba entre sus virtudes con el juego de pies, por lo que su defensa ofrecía un mayor abrigo. Al contener la ofensiva en un espacio avanzado, la presión al rival en su propio campo gana enteros.
Obviamente por alto debe imponerse en el balón parado. Muestra como adelantaba Vuillemin buenos reflejos y abarca mucho espacio. Por poner algún pero, debe mejorar la colocación de las manos en ciertos disparos para evitar rechaces en zonas comprometidas.