Sergi Enrich

Cumplidos los contratos con finalización en el 30 de junio, uno de los grandes nombres sobre la mesa de las direcciones deportivas es sin duda el de Sergi Enrich. El delantero menorquín acaba su vinculación con la Ponferradina y explora el mercado para conseguir el que será seguramente su último contrato de cierta relevancia en el fútbol profesional. A sus 32 años Enrich deja atrás una etapa en el Bierzo que supuso su retorno a Segunda División tras un ciclo interesante de seis temporadas en Primera con la camiseta del Éibar. 

Han sido 85 goles los conseguidos por el delantero desde su debut con el filial del Mallorca hace algo más de una década. Al margen de un breve encuentro con el fútbol de élite en el primer equipo bermellón, su primera carga de minutos importante fue en Huelva. En el Recre cosechó siete goles en Segunda. Allí coincidió con Alejandro Zamora, ex jugador del Real Oviedo, que preguntado por Enrich responde que “es un chico que pelea todos los balones. No extenso de técnica pero como jugador es muy peleón. Lo da todo por la camiseta. Estará más o menos acertado pero lo da todo. Aporta mucho al equipo porque saca muchas faltas, mantiene muy bien el balón de espaldas, juega sencillo, es rematador. Más que asociativo es rematador. Es un delantero bastante interesante para la Segunda División, de sobra. Es un tío agradable, hace equipo”. 

Esta característica personal la comparte Natalio. El actual jugador del Real Avilés compartió vestuario con Enrich durante dos temporadas en el Numancia. Natalio cuenta con una amplísima hoja de servicios en Primera y Segunda División, y Soria fue su estancia más larga. Del menorquín destaca que es “el típico delantero centro grande, referencia, 9 puro. El juego de espalda lo tiene brutal, te baja balones difíciles, te las peina casi todas. Es un jugador que busca siempre en el área el desmarque para encontrar ese centro lateral. Se mueve muy bien ahí. Es muy trabajador. Físicamente aunque sea grande no es alguien que esté parado, sino que trabaja muy bien defensivamente. Trabaja mucho para el equipo. Hace funcionar a los que tiene alrededor”. 

En el Oviedo compartiría delantera con Borja Bastón, que también fue socio en la delantera del Éibar. Sobre su presencia conjunta en el campo Natalio asegura que “en un 4-4-2 esos dos futbolistas se pueden complementar muy bien. Sí que es cierto que no son dos futbolistas pequeñitos y rápidos, pero sí son de otro estilo de fútbol que le puede venir muy bien al equipo”. 

Recuerda Natalio que en su estancia en Soria “jugábamos en un 4-3-3 ó 4-2-3-1 en el que estaba Julio Álvarez de mediapunta y yo sí que caía más a jugar en banda. A veces caía Julio a banda y yo pasaba a la mediapunta. La verdad es que yo me aprovechaba bien de su trabajo. Es un jugador referente, te aguanta muy bien los centrales, baja a recibir y te hace esa descarga muy buena, para que los centrales le sigan creando espacio a su espalda. Y tiene gol. No es un pichichi pero sus 12 ó 15 goles los puede hacer”. 

No tuvo ninguna duda el delantero del equipo avilesino de que Enrich iba a ser futbolista en mayúsculas. “Cuando jugó conmigo sabia que Enric iba a seguir siendo futbolista por el trabajo diario, la entrega, su actitud en el día a día. Cuando acababa los entrenamientos se metía en el vestuario a seguir trabajando en el gimnasio e incluso antes de los entrenamientos. Era un futbolista que sabia sus limitaciones, pero sabía que podía llegar a ser más. Lo consiguió porque es my trabajador, competitivo, se cuida mucho”. 

Como compañero de vestuario Natalio de da “un 10. Era un tío de risas, de cachondeo, de estar ahí cuando tenías un problema. Tenía muy buena relación con todos los compañeros, es divertido. En cualquier vestuario en el que haya estado siempre ha caído muy bien. Te sacaba una sonrisa, muy amigable”. 

Preguntamos a Antonio Tomás, que fuera futbolista del Racing de Santander, Deportivo de La Coruña, Zaragoza, con experiencia en ligas como la búlgara y la griega y que fue compañero de Enrich en el Numancia de Soria. Del delantero asegura que «es un gran profesional y un gran chico. Es un jugador que aguanta muy bien el balon de espaldas, provoca muchas faltas y tiene cierto gol».

Es un jugador que por cualidades y experiencia puede aportar bastante al equipo que se haga con sus servicios. 

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