ENTREVISTA – JONATHAN PEREIRA

Jonathan Pereira se sumó a un proyecto a priori ambicioso del Oviedo para encarar el ascenso a Primera División, con Fernando Hierro como entrenador. A pesar de vestir la camiseta azul con una trayectoria previa importante, no gozó de demasiadas oportunidades en el equipo carbayón. 

PREGUNTA: Empezamos con tu llegada a Oviedo.

RESPUESTA: Cuando acabé la temporada con el Lugo, con el que había hecho bastantes goles, tenía bastantes ofertas. Siempre hacía una lista con los equipos por los que me gustaría fichar. Por suerte ese año pude elegir. Ese año el Oviedo era el segundo porque el primero creo que era el Rayo, porque ya había estado allí. El Oviedo era el segundo. Tenía clarísimo que era una opción favorita por todo. Me acuerdo en la época mala en Segunda B ver el estadio lleno, esos desplazamientos que hacían, tantísima gente. Era algo que quería vivir. Ya había vivido esa situación en el Betis y quería volver a vivirla con el Oviedo. Era espectacular lo que veía por la tele. Siempre me han gustado esos equipos históricos que están pasando por mal momento, pero que por historia y todo lo que conllevan tienen que estar en Primera División. Era uno de mis equipos favoritos para ir. Luego encima recibo la llamada de Fernando Hierro, del entrenador, y eso ya te acaba de convencer.

P: Te llama Hierro pero al final las circunstancias o la competencia te impidieron contar con los minutos que esperabas.

R: Sí, es cierto que me llama Hierro y luego no tengo esos minutos, algo sorprendente. En los entrenamientos entrenaba bien, metía muchos goles. De hecho el último día que nos despedimos el director deportivo me dice “me acaba de venir un delantero y no sabe qué ha pasado contigo, porque en los entrenamientos metías muchos goles, decía que entrenabas muy bien y no tenías minutos”. Yo estaba en lo mismo, en una situación sin saber qué pasaba, de hacerlo bien en los entrenamientos y meter goles en los pocos partidos que jugué. Al rato en el siguiente partido ya no metía y no jugaba nunca más. Bastante extraño, la verdad. La situación fue una pena porque no lo pude aprovechar y disfrutar todo lo que me hubiera gustado.

P: Un sector amplio de la grada también se hacía esa misma pregunta. No te veía dentro, las cosas no terminaban de funcionar y cuando entrabas por tu forma de jugar podías revolucionar el partido. ¿Te sentías querido por el aficionado?

R: Sí, siempre me sentí respaldado. Creo que también valoraban que en lo poco que jugaba dejaba todo lo que tenía. Podían salir las cosas o no pero siempre que salía al campo en los minutos que salía iba a tope con todo, con el cabreo lógico de no tener más minutos. Ese cabreo yo lo convertía en esa rabia de intentar todo lo que podía, presionar, ayudar al equipo a veces con un trabajo más sucio para un delantero, un trabajo más defensivo. Intentaba hacer las cosas lo mejor posible. Al no tener esos minutos valoraba todo el apoyo que me daba la afición. Siempre me sentí querido. Es lo que te digo, a una afición así no poder darles más fue para mi una de las cosas que peor me supo durante toda la situación. 

P: Hay distintos aspectos de aquella temporada que con el transcurso del tiempo siguen llamando la atención. La noche y el día entre jugar en casa o fuera, un rendimiento completamente opuesto. Fuera de casa los equipos podían pasar por encima y sin embargo en el Tartiere había solidez. ¿Qué pasaba?

R: No sabemos, era algo curioso la verdad. Podías ganar con solvencia en casa, saber que ibas a hacer un buen partido y sacar un buen resultado y luego ir a Alcorcón y que te metiese cinco. No sabes por qué pasa, pero pasa. Es complicado. Es como lo del otro día del Madrid, no sabes cómo te remonta y te termina ganando. Lo que tiene el Madrid con el Bernabéu en la Champions lo tiene el Oviedo en su campo con su gente animando y apretando todo el partido. Si consigues el equilibrio como este año de competir en tu casa sabiendo que tienes a tu gente, y hacerlo igual fuera te lleva a eso, a que el equipo esté arriba y peleando por ascender a Primera División. 

P: Otro asunto es el ya reconocido por algún compañero tuyo, el hecho de que quien verdaderamente entrenaba era Calero y que Hierro era un gestor de grupo. También se podía ver en el estadio, que era Calero el que saltaba a dar las instrucciones.

R: Sí, así es. El entrenador era Calero. Fernando era un segundo entrenador de los que hacen bromas y hace que todo el mundo esté metido y bien dentro del grupo y a gusto, pero el verdadero entrenador era Calero. Y muy buen entrenador. Lo ha hecho muy bien en el Burgos. Me sorprendió cuando Fernando se puso como seleccionador en el Mundial. Justo salió que Celades iba a ser su segundo y dije puf, algo raro me huele (risas). Al día siguiente sale la noticia de que Julián Calero viaja a Rusia y ya entendí todo. Sí, es Calero el entrenador y muy buen entrenador.

P: Ahí está el trabajo que está haciendo en Burgos.

R: Michu lo contrata por algo.

P: Una vez que se decide que Hierro no continúe como entrenador ¿habría estado bien darle al alternativa en el proyecto a Calero?

R: Sí, yo de hecho pensaba que una de las opciones era la de que fuera Calero el entrenador. Desde la directiva sabían que quien entrenaba y hacía todo era Calero. El equipo no quedó mal en la clasificación, se estuvo hasta casi el final peleando. Darle continuidad a ese proyecto hubiese sido muy acertado. Por eso creí que iba a ser una de las opciones.

P: A nivel de competitividad ¿qué le pudo faltar al equipo? ¿Quizá esos puntos fuera de casa?

R: Creo que había un equipo muy completo, el equipo en general en todas las líneas era completo. El problema fue que no hubo una regularidad para poder optar hasta el final y estar ahí en la pelea del playoff. Lo más reseñable fue la falta de consistencia del equipo como está siendo ahora, donde siempre ha estado ahí y ha pegado un estirón estos últimos seis o siete partidos, ese saltito para decir “queremos estar en Primera División, queremos jugar el playoff”. Es lo que tiene ser regular durante todo el año y dar ese saltito en el momento oportuno . 

P: Tú que has vivido esta circunstancia con otros equipos exactamente en este punto ¿qué es lo que más fortalece? ¿El apoyo del público, el estado físico, el estado mental, la creencia en que es posible?

R: Eso todo hay que juntarlo todo. Ellos saben que ahora están en un momento en el que pueden ganar a cualquiera. Si a eso le añades que hay apoyo de la gente, que a la mínima hacen gol y que el contrario no crea tantas oportunidades, eso hace que empiece a ser favorito ya no solo para meterse en el playoff, sino estar en esa linea ascendente que puede dar el ascenso a Primera División.

P: Cuenta con Bastón, que después de casi siete temporadas está cerca de mejorar sus números en Segunda. Tú que conoces perfectamente esa posición ¿qué puede influir para que un jugador, al que muchos consideraban casi de venía de vuelta, esté haciendo una de sus mejores temporadas?

R: Creo que es el sentirte a gusto en un sitio, porque Oviedo es una ciudad perfecta para vivir, el estar a gusto en un club, con el apoyo de toda esa gente. Sentirte importante dentro del club. El objetivo del Oviedo siempre va a ser ascender a Primera División, por lo que hablaba antes de la historia, la afición, el proyecto. Él tiene esa situación ahora de calma “estoy en Segunda División, en un proyecto bonito, están saliendo bien las cosas”. Es ese clima de ser importante y estar a gusto en un sitio, y de que le salgan las cosas bien al equipo. Entra uno, entra otro, te rebota un gol en la rodilla y metes un gol por la escuadra…esas cosas se dan cuando se junta todo. Como dices tú es un tipo que viene rebotado de varios sitios y llega aquí de vuelta, pero sigue siendo un jugadorazo, un delantero que sabe meter goles. Lo ha demostrado juntando todos esos aspectos, y sale casi a gol por partido. Es algo que necesitaba también el Oviedo, encontrar un delantero así, que sea el que marque la diferencia. 

P: Otro de los elementos cruciales en esta historia es la fortaleza defensiva. David Costas, con el que coincidiste en aquella etapa, lidera esa defensa. ¿Cómo ves a este Costas de retorno en Oviedo?

R: A mi Costas siempre me pareció un jugadorazo. Igual la situación que vivió el año pasado en el Celta no fue la apropiada para su carrera. El estar un año parado le ha perjudicado un poco, pero es como el caso de Bastón. Es un jugadorazo. Un jugador así necesita minutos y lo va a demostrar. Podría estar en un equipo de Primera División y esperemos que sea el año que viene en el Oviedo. Es un gran jugador, me gusta por su solvencia. Pecaba al principio, cuando estaba con nosotros y cuando estaba en el Celta, de ser un poco débil, de no ir al choque mucho. Pero eso todo ya lo ha mejorado. Con la pelota tiene una técnica espectacular. Luego es un jugador que da bastante equilibrio y es seguro atrás. Por eso este año el Oviedo le ha dado a todas las teclas, con la solvencia defensiva, el tener un jugador tan importante como Bastón. Tiene un equilibrio que se refleja en todo, en las victorias, en que el equipo no sufre mucho cuando le atacan, cuando no tiene el balón. Es un equipo muy equilibrado gracias al trabajo que se ha hecho, al darle continuidad al proyecto del año pasado. Eso es lo más importante de un club. No puedes volverte loco, fichar a quince jugadores. Tienes que fichar jugadores para mejorar lo que tienes, pero debes mantener un bloque y dar continuidad a lo de la temporada pasada. Este año han acertado en esos fichajes y se está reflejando. 

P: A tener en cuenta la continuidad de un entrenador que ha estado muy discutido. En diciembre estaba prácticamente fuera, llegan dos buenos resultados y estamos ahora ante el equipo más en forma de la liga.

R: Eso es a lo que me refería. Tienes que dar continuidad a un proyecto. No puede ser que cada año fiches a doce jugadores y un entrenador. Es muy difícil conseguir un ascenso, darle al equipo un equilibrio haciendo eso todos los veranos y que te salga bien. Hay que tener paciencia, dejar trabajar a la gente. Lógicamente hay resultados buenos, malos, pero si tú sabes y analizas otras cosas más allá de los resultados ves si ese entrenador puede seguir creciendo con el equipo. Esta vez han tomado buenas decisiones, no siempre es fácil. Se está viendo que el equipo creció muchísimo desde diciembre. Lo está demostrando y es gracias al trabajo que le permitieron hacer al entrenador.

P: ¿En este momento cuál crees que puede ser el discurso más efectivo del entrenador hacia los jugadores?

R: Creo que el entrenador ahora les está motivando diciendo que pueden conseguir algo histórico en un club como el Oviedo. Volver a pelear por estar en Primera División tiene que ser algo inmenso. Yo lo conseguí con el Betis y fue la hostia, hablando claro, pero el Betis estaba el año anterior en Primera. No estamos hablando de la situación de un club histórico que lleva muchos años en el barro, que estuvo a punto de desaparecer. Tienes en tus pies y manos el poder devolverlo a Primera después de veinte años. Yo creo que con ese mensaje, más allá de lo futbolístico, lo que representa para cada uno, los jugadores tienen que estar hipermotivados. Eso de que puedan estar en la historia de un club como el Oviedo. Te motiva y el apoyo de la afición te hace estar en el aire y creerte el Madrid de la Champions.

P: Dejando a un lado al Oviedo. ¿Cómo has visto al Villarreal, otro de tus clubes, en este paso por Europa?

R: Hace tiempo que no estaba así de nervioso, orgulloso de ese sentimiento de pertenencia…y eso que estaba en mi casa. Cuando ganaron la Europa League parecía que era de la plantilla de lo que sentía por dentro. Parecía que estaba allí celebrándolo. Para mi el Villarreal es mi club más allá de que yo sea socio y aficionado del Celta, que es el club del que era de pequeño. A mi el Villarreal me lo dio todo, gracias a ellos fui futbolista. Me dieron la oportunidad de irme de Vigo a Villarreal, a mil kilómetros para conseguir convertirme en futbolista, que era mi sueño de pequeño. Cómo me trataron desde pequeñito, los valores que me inculcaron, todos esos años en la Ciudad Deportiva. Todo eso hace que mi club sea el Villarreal. Vivir así una final de Europa League, la semifinal de la Champions ganando al Bayern y a la Juve…es espectacular. Es una pena que se les acabara la fuerza en la segunda parte, pero es muy difícil mantener un resultado así ante un equipo como el Liverpool, que es junto al City y el Madrid uno de los mejores equipos del mundo. 

P: Recuerdo ver a un Villarreal comenzando el proyecto jugando contra el Oviedo. Lo has visto crecer. ¿Qué tendría que hacer un equipo de ciudad pequeña para lograr el éxito del Villarreal? ¿Cómo se consigue que un club de pueblo, bien entendido, consiga codearse con la élite del fútbol?

R: Creo que el caso del Villarreal se debería estudiar en las Universidades. Es un equipo que tiene 23 mil socios en un pueblo de 50 mil, que no tiene esos grandes apoyos y medios a su alrededor. Que haya conseguido todo eso es espectacular. Una clave es la cantera. Yo me fui hace veinte años a la cantera del Villarreal, ya contaba con ella. No trabajaba sólo con la cantera propia como puede ser Oviedo con Asturias. Mil kilómetros. Contaban con gente de Vigo para ver jugadores para el Villarreal. Han crecido desde abajo a partir de la cantera invirtiendo dinero, porque han invertido dinero y lo han hecho bien. Los equipos ahora el dinero que han conseguido a través del acuerdo con La Liga lo tienen que invertir en eso, en mejorar sus canteras, sus ciudades deportivas y empezar a tener más ojeadores. Es lo que lleva haciendo el Villarreal todo este tiempo y le ha dado rendimiento, ya sea deportivo o económico. Recuerdo la foto que se sacaron todos los canteranos que habían participado en la UEFA ,y eran diez o doce canteranos que participaron el algún momento durante el año pasado en la consecución de la Europa League. Eso es espectacular. Luego puede que tenga algún jugador que no tenga el nivel, como pasó a lo mejor conmigo, para estar en un Villarreal que estaba peleando por la Champions. Me vendieron, ganaron 3 millones de euros. Seguramente que no les haya costado esos 3 millones mantenerme esos años allí, es una inversión pensando en un futuro deportivo y económico, un rendimiento. Ese es uno de los principios que deberían seguir todos los equipos, cuidar más a sus canteras y mejorar las ciudades deportivas. 

P: Hablabas del ascenso del Betis. Es un equipo que acaba de ganar la Copa, y que ha tenido sus opciones para llegar a la Champions. Un crecimiento en club que tiene su complejidad.

R: El mayor problema del Betis es que no tenía una estabilidad institucional. Más allá de la deuda que un equipo como el Betis pueda tener, que creo que la tiene más o menos resuelta, tiene 60 mil socios y aficionados. Es una locura. Es un equipo que tiene muchísima afición, mucha gente fuera. Recuerdo que cuando íbamos a jugar fuera había un montón de gente, e igual estábamos en Vigo y había 200 personas para firmar autógrafos. En todo el mundo hay gente del Betis, es espectacular. Teniendo a esa gente detrás, al equipo económicamente bien, con una estabilidad institucional que no había en este tiempo, tenía claro que iban a pasar estas cosas. Y luego el acierto de fichar a Antonio Cordón y Manuel Pellegrini, que son top mundiales en sus puestos. Si tienes suerte además con los fichajes era cuestión de tiempo que iba a pasar algo así.

P: Tenemos a equipos de éxito, y en el otro lado de la balanza al Alcorcón. La trayectoria de los últimos años invitaba a pensar en lo que ha sucedido. 

R: La verdad es que cuando llegué allí estuve muy a gusto. Era un equipo humilde, pequeño y familiar, y de repente llegó esta gente. Pensé que iban a invertir algo de dinero, porque se supone que los dueños son gente de dinero. No vi esa inversión, no se hicieron fichajes con cierta experiencia a lo mejor en la categoría. Eran jugadores jóvenes o gente que no acababa de estar en esos grandes equipos. No quiero decir que sean malos, eran gente de la categoría. No se hizo ese gran proyecto que se suponía que iban a hacer. Al final es lo que dices tú. Este año se sufre, no se refuerza a la plantilla para dar ese salto de calidad. Se vuelve a sufrir y hemos visto lo que ha pasado, que es una pena. Tengo amigos ahí que en el campo han dado todo lo que han tenido. Pero lógicamente eso no daba para no ser el peor equipo de la categoría.

P: Hablemos del Rayo. Era tu otra preferencia cuando finalmente firmaste por el Oviedo. No eres el primer jugador que reconoce que quiere jugar en Vallecas. ¿Por qué motivo?

R: Porque es un equipo muy familiar. Me acuerdo que miraba a cinco o seis trabajadores, porque no había más gente. Luego tiene una ciudad deportiva importante, están en Madrid, el campo y el ambiente molan mucho. Tiene además ciertas cosas que a mi me gustan, los valores del club en general. Recuerdo que ayudamos a una señora a la que querían desahuciar. A lo mejor otro club se echa de lado, pasa de puntillas. Los jugadores, y creo que también Paco Jémez, decidimos pagarle el alquiler de todo el año porque la iban a desahuciar. Me gusta que un club esté implicado en este tipo de gestos. Es una afición que te lleva en volandas, como la del Oviedo que te anima todo el rato. Si va mal la situación te animan igual. El equipo puede descender y te apoyan cuando vas por la calle, te dan ánimos. Son cosas que te hacen estar más a gusto. Yo estuve allí seis meses, porque fui cedido por el Villarreal. Ese tiempo me gustó mucho, y por eso era una de las opciones para volver. 

P: Jémez tenía una gran proyección como entrenador y parecía que iba a subir muy alto. Se ha ido diluyendo con el paso del tiempo. ¿Ha sido el fútbol justo con Paco Jémez?

R: Me lo pasaba muy bien, y eso que me sucedió un caso similar a Hierro. Estaba encantado con que fuera y al final no tuve esa continuidad. Los entrenamientos eran divertidos, el fútbol que hacía era divertido. Lo que pasa es que a veces tenía que variar un poco la idea, o adaptarla. Me acuerdo de un partido en el que íbamos eliminando al Valencia en su casa. Ellos tenían un jugador menos, debían meter dos goles. Con esa situación deberíamos estar tranquilos, más juntitos, y me acuerdo de que Amaya el central tenía que salir al centro del campo a perseguir al delantero. Al final nos acabaron empatando y pasaron ellos. Son situaciones en las que si consigues un resultado te tienes que adaptar un poco. No ser siempre un suicida, ir pa´lante, pa´lante, pa´lante. Luego el juego en sí me gustaba mucho, era muy divertido. Participabas mucho, tenias mucha posesión, salías desde atrás. Pero a veces no hay que arriesgar tanto, creo yo. Es una de las cosas que igual le han matado como entrenador. No cambiar su idea, que es buena, sino adaptarla a momentos del partido, a situaciones. En general sus equipos siempre han jugado bien, y ha sido bonito. No sé si él por su carácter no quiso adaptar su juego o qué, pero es cierto que últimamente no está teniendo continuidad en los banquillos. 

P: Has colgado las botas y estás de vuelta en casa después de dar mil vueltas a España. ¿Buscabas estar cerca de los tuyos? ¿Estabas cansado de estar fuera?

R: Tenía claro que cuando dejara el fútbol iba a vivir en Vigo, estar en casa. La pena es que haya tenido que ser de esta forma. Me han tenido que incluir en la lista de espera para ponerme la prótesis de la cadera. He estado en ciudades muy bonitas para vivir, pero me tiraba estar en casa con los míos. Estaba también harto de estar tanto tiempo fuera de casa. También mi pareja acompañándome a todos los lados. Queríamos tener una estabilidad, y aparte tenemos una niña y queremos que esté con sus primos, sus abuelos. Es algo que queríamos. Es una lástima tener que dejar el fútbol de esta manera. Toca vivir otra vida, que estamos a gusto y en casa. 

P: Entrenando a chavales. ¿Es tu objetivo ser entrenador?

R: Después de dejarlo estuve en casa unos cuantos meses mal, alicaído tras tener que dejarlo por una lesión. Tuve que reactivarme. Me dije que no podía estar todo el día en casa en el sofá porque no es sano. Siempre me gustó entrenar, tengo buenos títulos, y hablé con el Santa Marina que es de donde yo salí. Cogí un equipo, estoy a gusto, estamos bastante bien intentando ascender. No sé si será lo que quiera hacer en un futuro, porque ahora mismo no me planteo el volver a viajar, salir a otra ciudad. Pero sí que es algo que voy a seguir haciendo y si veo que me acaba de gustar y motivar, entonces buscaremos metas mayores. De momento era volver a engancharme al fútbol, vivir el fútbol desde el otro lado en el banquillo poniéndome las botas y estar de pie dirigiendo. A ver qué pasa este año y después depende de cómo me sienta igual quiero ser entrenador no te digo desde un punto profesional, pero sí con cotas mayores.

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