Con un clima muy favorable y una de las mejores entradas, sino la mejor de todo el curso, el Oviedo recibe a un Mirandés que ha apagado los fuegos con un último tramo de mérito. En Anduva se estaba viendo un fútbol de calidad, aunque siempre penalizado por errores en zona complicada.
Partidos atractivos con Lolo Escobar y una dinámica peligrosa que logró revertir Joseba Etxeberría, recién renovado. El que fuera legendario jugador del Athletic respetó la vocación ofensiva de su equipo y logró coser agujeros. Es el Mirandés un equipo más sólido. Tampoco hay que olvidar que el róster se forma con jugadores jóvenes, con poca experiencia en estas lides, o que buscan ser meritorios de cara a los clubes que deciden cederles para ganarse minutos.
En portería va a formar con Lizoáin, y en la línea de centrales encontraremos a Jorge Sáenz y Arroyo. Los laterales son de los que gustan al aficionado, largos y con opción de centro. El lateral zurdo para el prometedor Imanol, que jugará en Primera la temporada que viene en Bilbao, y en el costado derecho Sergio Carreira, en especial seguimiento desde Vigo. Por delante, en la medular, es imprescindible la presencia de Meseguer, también con el foco de equipos de superior categoría. Si no da el salto a buen seguro que en verano vestirá camiseta de equipo con objetivo de ascenso. Le acompañará Álex López en un versátil centro del campo.
Dentro de este fútbol vistoso aparecen el talento y velocidad de Riquelme partiendo desde la izquierda y el muy ofensivo Brugui por la derecha. Aquí Etxeberría podría optar de inicio por Iñigo Vicente en detrimento de Riquelme. Parece claro que Marqués y Sergio Camello se quedarán en la función goleadora. La evolución del plan de partido y del encuentro puede hacer que Brugui centre su posición para juntarse con Marqués, retrasando a Camello ligeramente. En cualquier caso son tres jugadores que pueden hacer gol en distintas circunstancias.
Muy mejorado el Mirandés con respecto al de la primera vuelta. Defiende más eficazmente y sin balón le cuesta menos mantener el ritmo. Ha recibido un número importante de goles, y en algunas fases la victoria se consolidaba en el intercambio de golpes. La adaptabilidad del equipo le permite atacar por fuera con sus jugadores de banda o atar el balón por el centro, transitando a la orden de Meseguer. Es un equipo solidario en fase defensiva.
La trayectoria actual dibuja una estabilidad que le ha otorgado más puntos y tranquilidad. La estadística da un empate histórico en los resultados, con cuatro victorias, cuatro empates y cuatro derrotas.
