ENTREVISTA – MEIJIDE

De Montevideo al mundo haciendo una parada en Oviedo. Así fue la trayectoria como jugador de Diego Meijide, que fichó por un Real Oviedo que volvía a la Tercera división tras no poder mantener la categoría en Segunda B. Una nueva temporada en el barro. Era el año 2007. 

PREGUNTA: Llegada a Oviedo después de salir de tu país jugando incluso en China. ¿Cómo surge el interés?

RESPUESTA: Me llega a través de Juan Mata, el papá de Mata, y en su momento también estaba Ismael Díaz Galán de director deportivo. Vine de Grecia, firmé en Torrevieja en un proyecto muy ambicioso en la Comunidad Valenciana. Jugamos un playoff, me vienen a ver y a partir de terminar el domingo ese partido el martes contactan conmigo. Hicimos todo relativamente rápido. Me tiraba mucho, me atraía mucho el proyecto y es ahí cómo llego al Oviedo. 

P: ¿Conocías al equipo antes de tu llegada y por qué estaba ahí?

R: Sabía un poco todo. Lógicamente una vez que llegas conoces más el contexto general de lo que había pasado. A nivel económico, todo el esfuerzo que hizo la afición para mantenerlo de pie. Al final es lo que sustenta a cualquier club, la afición. Anteriormente no te olvides que el Maestro Tábarez  que fue técnico de la selección (uruguaya) estuvo ahí en una época muy buena. De hecho quien hizo parte de la ciudad deportiva del Requexón fueron ellos. También jugaron uruguayos ahí en el Oviedo como Juan González, el panameño Dely Valdés que jugó en el Nacional de Montevideo. Historia del club ya tenía, pero me puse en la actualidad una vez que contactaron conmigo.

P: Consciente además de que ha habido un descenso y estáis en Tercera. ¿El jugar en esa categoría pudo influir en la decisión?

R: Era un club histórico que sólo se ponía en su cabeza el subir, con lo cual asumimos la responsabilidad. El estar en una categoría u otra no varía. El entorno, la gente, el prestigio del club lo tenía y eso fue lo que más me gustó. En base a eso en su momento cuando fuimos fue para quedarnos más tiempo del que finalmente nos quedamos.

P: En tu primer partido contra el Colloto metes gol.

R: La verdad es que arrancamos bien, en pretemporada las sensaciones eran muy buenas. Finalmente no se pudo lograr el objetivo pero todo lo que tengo de recuerdos son muy buenos.

P: ¿Qué tipo de club te encontraste? Lógicamente había una dificultad añadida con el descenso. 

R: Me encuentro un club con muchas ganas de hacer las cosas bien, muy organizado, ordenado, que tenía que cumplir a rajatabla con todo. En ese sentido me encuentro un club que me da todas las facilidades tanto a mi como a mi familia para integrarnos bien. Me fue muy sencillo y la verdad es que la exigencia que nos pedían era la que uno pedía también cuando firmó. Iba en consecuencia con lo que uno buscaba. Por eso en ese momento no dudé a pesar de tener otras propuestas buenas. No dudamos ni yo ni mi familia en embarcarnos en ese proyecto. 

P: ¿Te sorprendió el apoyo de la afición que os seguía en todos los campos de Tercera?

R: La afición sinceramente increíble.Como te dije al inicio es el patrimonio de cada club. El Oviedo está por encima de todo, su afición era increíble. Nos acompañaba siempre, nos hacía sentir siempre arropados hasta en los entrenos, en el día a día. Se vivió un año muy bonito. 

P: La temporada fue bien hasta que terminó de forma dramática en aquel partido en Caravaca. ¿Es de los partidos que hayas jugado con mayor tensión?

R: Mira, para mi es el partido clave que marca mi paso por el Oviedo. Fue un partido dramático. No hago un buen partido después de haber hecho un año inmaculado. Sí es verdad que el último mes y medio había sufrido con dos roturas de sóleo de las que no me pude recuperar. No estaba bien, forcé para jugar. Si tuviera que haber forzado a la vuelta lo hubiera hecho. Al final se juntó un partido donde se dio todo al revés. En el partido de vuelta estuvimos a punto de remontar pero se nos fue, y con ello todo el año. Es lo que tiene una competición así. Ahora es diferente, pero en aquel momento  una buena temporada lo único que te daba era la localía en el playoff, y al final 90 minutos malos nos condenaron todo el trabajo de un año. 

P: ¿Pudo condicionar de alguna manera el estado del terreno de juego?

R: Yo no le echaría la culpa al campo, sabíamos dónde íbamos. Lo que sucedió en el campo fue culpa de cada uno, mía la primera. Me imagino que mis compañeros también tendrán el sabor amargo de ese partido. Tendríamos que haberlo gestionado de una manera totalmente diferente con lógica. Es el partido que marca mi estancia en ese club y que deja sabor amargo. Uno apuesta siempre a ganador y cuando las cosas no salen bien se queda en el debe. No se puede volver atrás. Hice todo lo que pude para jugar ese partido, porque venía con el sóleo mal. Pero no estuvimos a la altura, empezando por mi. Luego a la vuelta lo intentamos, dimos todo pero el resultado de la ida nos penalizó.

P: Ese primer tramo de la temporada sí que había sido bueno. Para un defensa como tú cinco goles es una cifra más que aceptable.

R: Yo creo que en general tuve un año muy bueno, tanto a nivel individual como colectivo. Jugué prácticamente todo el año hasta que me rompí el sóleo. Nunca había tenido una rotura muscular y justamente me tiene que pasar ahí. Luego me costó mucho volver, porque recaía de nuevo. Recuerdo un partido en el que jugué 45 minutos creo que contra el Cudillero para coger el ritmo de cara a Caravaca. Fue en general un año muy bueno a nivel de afición. Ese partido penaliza y lo que queda del fútbol al final es esto. Uno con el tiempo debe tener humildad y decir lo que pasó, no hay otra. 

P: ¿Recuerdas que se dijo en el vestuario cuando terminó el partido en Caravaca?

R: Fue muy caótico todo. La verdad es que fue una sensación al principio obviamente de incredulidad. La semana siguiente se produjo el cese del entrenador. Llegó Fermín, que estaba de segundo con Carrasco. Fue una semana muy convulsa en la que se hicieron muchas cosas. Es un club que mueve mucho, y cuando va mal también mueve. Incluso se llegó a dudar de algún jugador. Hasta entré yo en el trapo. Como había jugado por esta zona dijeron que lo había hecho aposta, cuando yo tenía un contrato en Segunda B, una estabilidad emocional y deportiva que quizá no la tuve en ningún lado. El primer interesado en que nos fuera bien era yo. Fue una semana muy dura pero creo que nos preparamos bien para competir ese partido. Obviamente si el resultado de la ida no hubiera sido tan abultado lógicamente habríamos pasado. 

P: El primer señalado fue Lobo Carrasco. La temporada fue digamos “tranquila” hasta ese momento decisivo ¿Cómo era esa preparación de los partidos que hacía Carrasco?

R: El más señalado fue Carrasco pero luego fuimos los jugadores de más referencia. Asumí la responsabilidad. Estaba medio cojo pero quería jugar igual la vuelta en el Tartiere porque nos jugábamos todo el año. Lobo Carrasco es como lo puedes ver ahora en cualquier tertulia, un amante del balón. Quizá en nuestro campo se nos daba bien, pero igual en campos más pequeños era más complicado hacer nuestro juego porque nos esperaban. Al final tú sabes que algunos campos ahí en Asturias no están del todo bien como para jugar. Pero se intentaba, había calidad en los compañeros. Salió todo bien, sí que es verdad que al final te agarra un equipo que juega distinto y lo sentimos en el playoff. 

P: ¿Fue positivo que Carrasco dejase de ser entrenador después de todo lo vivido en aquel choque?

R: Yo ahora que estoy como entrenador también me hago cargo de que se vive de los resultados, y cuando no se dan no se puede cambiar a ocho o diez jugadores. Fue una decisión del club para remover un poco esto, porque se había creado un ambiente malo entorno al partido que habíamos hecho, y obviamente había que cortar por algún lado. Se cortó por donde se suele cortar siempre, que es el entrenador. Pero los que jugamos ese día fuimos nosotros, y los que no estuvimos a la altura fuimos los jugadores. 

P: Entiendo que después de ese final ta convulso es decisión tuya el no continuar.

R: En definitiva el club tampoco me propuso el continuar. Se había generado ese runrún y no era favorable. Al final no continué, me surgieron también otras cosas. Pero si hubiera sido por mi me hubiera quedado, porque tenía claro que era el sitio donde quería estar. Soy totalmente honesto.

P: ¿Con qué detalles te quedas en lo personal y profesional de ese año en Oviedo?

R: Me quedo con el día a día, el sentirte profesional, que te trataran como tal. Me quedo con un grupo de compañeros muy bueno que hicimos un año completo en general pero que al final se decidió por 90 minutos. Nos penalizó el fútbol. Todo lo que me deja es positivo excepto eso y las ganas de haberme quedado más tiempo, porque es un sitio en el que tanto mi familia como yo nos sentíamos muy arropados y muy bien. 

P: Seguiste con tu carrera como jugador y ya has dado el paso a los banquillos. ¿Cuál es tu objetivo como entrenador?

R: Ir mejorando e intentando subir escalones hasta donde se pueda, hasta donde a uno le dé. Estar preparado. Tengo mi hoja de ruta pero obviamente sabiendo la dificultad y la competencia muy buena que hay.  Me siento capacitado. Ahora estoy entrenando en la Comunidad de Madrid. He estado en Tercera, ahora estoy en un equipo de mucho prestigio (CD El Álamo) en Preferente intentando subir a Tercera. Con la mente abierta y el título de entrenador UEFA tanto en Uruguay como aquí, y que si se da pueda vivir de lo que te gusta, que es lo que uno quiere.

P: ¿Cómo son los equipos que entrenas? ¿Te adaptas a los jugadores o pretendes inculcar una idea de fútbol? 

R: Uno viene siempre con una idea, pero al final los que te marcan un poco el camino son los futbolistas. Sí que tengo la premisa de presionar en campo rival. Me gusta tener el balón pero sin ser bastante vertical. Un equipo uruguayo tiene que ser mínimamente aguerrido, si no mal vamos (risas). Ser muy intensos, muy competitivos, y al final los jugadores te marcan el camino, un sistema u otro te lo marca dependiendo la plantilla que tengas. 

P: En cuanto a tu equipo actual, ¿qué horizonte dibujas?

R: Yo entrené el año pasado en Tercera división y el objetivo por el que me llamaron este año es el ascenso. Somos cuatro o cinco equipos los que estamos en la misma línea. Son muy buenos equipos y vamos a estar luchando hasta el final. Ahora mismo estamos ahí cinco equipos y quedan pocos partidos. El objetivo es ascender, tenemos buenos futbolistas, buen equipo, un equipo nuevo totalmente. El año pasado descendió con un proyecto para mínimamente mantenerse y han cambiado todo. Me han traído a mi, que vengo con total ambición y también humildad intentando subir, objetivo tanto del club como mío. 

P: ¿Esperas que tu camino te traiga de vuelta a Oviedo?

R: Ojalá. La vida al final da muchas vueltas. Lo que tengo de Oviedo es todo muy bueno. Sé que la gente en su momento se pudo haber cabreado por esos 90 minutos que hicimos, o que hizo uno. También lo ve desde otra perspectiva, desde mi óptica también lo veo así. Es una tierra hermosa donde vivió mi familia, estuvimos muy cómodos. Dejé gente ahí y amistades, y ojalá la vida me lleve de nuevo. He sido un trotamundos en esto del fútbol, he estado en varios sitios y no le pierdo la adrenalina a eso. Ojalá volver y estar en esa tierra tan bonita. 

P: ¿Sigues al Oviedo?

R: Sí, porque además hice amistades que van al campo, que son hinchas y te hace seguirlo. Ahí están peleando con el Cuco Ziganda y están muy cerca del playoff. A ver si se pueden meter y jugársela con el empuje de la gente en cuatro partidos para ascender. 

P: ¿Ves a Ziganda como el entrenador ideal para este equipo?

R: Es el entrenador que está. Imagino que la gente que le ha contratado le ve como el ideal. Es un equipo que compite. La Segunda división es una categoría muy difícil y encadenar tres partidos seguidos ganando es un logro. Ahora se ha enganchado y espero que en este tramo final se afiance. Tiene buenos futbolistas y ojalá ese empuje final le permita llegar a playoff. 

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