Rival incómodo para el Oviedo el del sábado. Con su tercer entrenador de la temporada a los mandos, el Fuenlabrada se encuentra en la lucha agónica para salvar la categoría, que de momento se antoja complicado.
Los madrileños acudieron de nuevo a José Ramón Sandoval para frenar una dinámica sin remedio que no pudo contrarrestar Sergio Pellicer. No han conseguido suplir las bajas de jugadores como Pathé Ciss y Randy Nteka, y el bloque base no ha dado la cara protagonista.
Necesitado de puntos, no le basta con arañar un empate. En casa juega un 4-4-2 mientras que como foráneo Sandoval puede cambiar a una defensa de cinco con dos carrileros. Apostamos por esta formación, con Belman en portería y donde Pulido, Sotillos y el pretendido Tachi serán centrales. Enfilando los carriles el clásico Iribas y el veloz Pol Valentín a pierna cambiada. Por delante Diéguez y Cristóbal ocupándose de lo posicional, dejando la creatividad al eterno Pedro León y al habilidoso Ontiveros. Aquí hablamos del mayor peligro fuenlabreño, con León usando el guante de su bota para colocar buenos balones o rematar entrando al interior, y con Ontiveros rompiendo defensas con su desborde. Como delantero Bouldini. Como recambio Zozulya, que hace tiempo perdió condiciones para ser titular. Una variante sería colocar a Adrián en lugar de Diéguez para buscar un pivote algo distinto.
El Fuenlabrada no buscará tener el balón sino sentirse lo más cómodo posible, tratando de vencer a los nervios de verse en el pozo. No es el Oviedo un equipo al que le resulte placentero dominar a los equipos de la zona baja, sufriendo cuando tiene que ejercer de dominador absoluto. Ahí es precisamente donde entrará el factor Sandoval, jugando con la tensión del local por agradar y ser valiente en casa. Sin balón tratará de defender duro y procurarse buenas contras.
