Mientras hay equipos con menos puntos que el Oviedo echando cuentas para ver si les da para la pelea por el playoff, el club azul afronta el partido contra el Valladolid con cierto aire pesimista después de los últimos resultados, que no han empujado precisamente hacia arriba.
Y será también un choque de relevancia para Ziganda, cuestionado por una parte creciente de la afición. Todo lo que no sea una victoria se irá al baúl del disidente del técnico navarro. No es el mejor rival posible para transitar por este momento de desasosiego. El Valladolid de Pacheta es tercero y lucha por el ascenso directo. Para derrotar al equipo pucelano se tienen que hacer muchas cosas bien, aparte de marcar goles.
La plantilla pucelana permite ofrecer múltiples variantes y encajes, aunque tras el buen partido frente al Tenerife Pacheta podría repetir el once. Masip se afianza en la portería, y la linea defensiva de cuatro podría estar formada por Raúl, El Yamiq, Javi Sánchez y Luis Pérez. La baja por Covid de Nacho fue suplida correctamente por Raúl en el Heliodoro. Está por ver si las condiciones físicas de Nacho le hacen apto para el Tartiere.
Por delante en ese clásico 4-4-2 se apostaría por Toni Villa y Óscar Plano o Gonzalo Plata en los costados con Roque Mesa y Aguado en la construcción. Viaja finalmente Weissman, aunque su presencia como titular se decidirá casi sobre la marcha. En caso de que el israelí no entre en el once, las opciones serán para Cristo y Sergio León.
Se ha visto que al Oviedo le cuesta encontrar el ritmo contra equipos que dibujan un trivote o que cargan la zona media. En ese caso Pacheta se decantaría por un Aguado-Roque Mesa-Monchu que quizá obligaría a Ziganda a hacer contrapeso, descuidando la avanzadilla. Ahí seguramente Plano asumiría un papel más adelantado junto a Sergio León, relegando a Cristo al momento revolucionario del segundo periodo.
Obviamente el Valladolid no saldrá a especular con el resultado, obligado por su nombre y su situación clasificatoria. Buscará la posesión y hundir al Oviedo en la zona media baja, donde menos cómodo está. Balones rápidos a la espalda de los centrales persiguiendo la habilidad de León para encarar. Luis Pérez se hará kilómetros en la castigada banda izquierda azul, por lo que se debe procurar mantener los espacios cerrados para las arrancadas de un lateral muy profundo.
La medular es creativa independientemente de quién salga, teniendo de vuelta a Roque Mesa, que baja a recibir y distribuir. Si Monchu es elegido dificultará la transición defensiva con sus gambeteos en parcela central. Toni Villa encara y dispara sin preguntar. Nada será sencillo el domingo.
Aguardando sus minutos el ex oviedista Hervías, que sale de lesión y que en función del resultado se sumará al reencuentro con la que fue su afición.
El Valladolid contará con el apoyo de un número importante de aficionados, lo que confiere más poder al rival.
