Montiel recupera el billete pero el tren se escapa

La cara del final del partido de los jugadores del Girona reflejaba sin duda la tensión experimentada en el último tercio del choque. Un Oviedo muy superior arrinconó a los locales, pero pagó el pésimo inicio. La historia va así.

Apostaba Ziganda por un 4-3-3 con un tridente ofensivo que se descosió nada más empezar. Es ya una evidencia que Obeng no es jugador cercano a banda y que Viti fuera de hábitat natural en el extremo derecho baja enteros. La confianza del entrenador en su guardia pretoriana le hace encajar a su once tipo en el sistema, quizá eludiendo otras opciones que serían más beneficiosas. Esta noche se ha visto meridianamente claro en Montilivi. 

El Girona salía a morder, y pronto se llevó un buen bocado. Presión muy alta y poca capacidad de respuesta en el Oviedo, que las veía venir sin poder ajustarse correctamente. Un aluvión de juego local que terminó en gol del talentoso Baena. Se aprovechaba el conjunto catalán del boquete abierto en la banda izquierda, donde Viti concedía más metros de los debidos y la cobertura del trivote llegaba siempre con retraso. Varias pérdidas en internadas del 7 azul supusieron contras de uy. Achuchando en exceso y poniendo a prueba a Femenías, que ya había sacado previamente una manopla oportuna. 

Ziganda modificó planteamiento, retrasando a Luismi a una defensa abierta con Costas y Calvo. Fue mejorando poco a poco el Oviedo con más campo para Jimmy y Brugman, que no se encuentran a gusto con un compañero adicional en la medular. El control de los de Michel fue decayendo a medida que el nuevo puzzle se componía. Jimmy tuvo una clarísima ocasión al quedarse solo pero escorado frente a Juan Carlos, que tapó bien el hueco. La primera parte sucumbió con fuerzas igualadas, y el Girona más tranquilo con esa ventaja en el marcador atesorada.

Tras visualizar los diez primeros minutos de rigor del segundo periodo, el entrenador azul hizo el cambio que agitaría el partido. A la cancha Montiel y Borja Sánchez. El madrileño se reivindicó en un soberbio partido en el que miró siempre hacia arriba, ejecutando pases profundos que rara vez se ven en estos lares. Se sintió ser superior en el tapete y repartió excelencias. Borja Sánchez enseñó su versión buena, moviéndose de izquierda a derecha e intentando ser directo. Suyo fue el tanto que dio unas esperanzas que parecían perdidas con el 2-0 de Stuani, que hizo buena una cesión en profundidad para batir a Femenías. Poco tardó el 10 ovetense en darle la anotación a los visitantes en una jugada de similares condiciones, con un gran pase de Montiel. 

No dejaron de creer los carbayones en el empate, pusieron fe y se hicieron con la completa posesión, desarraigando el rombo de presión que fue el yugo del Girona en la primera mitad. Costas tuvo una ocasión en un chut desde fuera del área, y Lucas no supo poner la firma a varias incursiones por su banda. La contestación de Michel, metiendo a Samu Sáiz apenas tuvo relevancia.

Del partido se pueden extraer varias conclusiones. Nuevamente el Oviedo llega tarde al partido, y se espabila a base de bofetón en forma de gol tempranera. Se agarra al minutaje pero no le da, y es castigado con dureza por sus errores iniciales. Oportunidad de oro perdida para engancharse a un tren que se va escapando sin retorno. 

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