El futuro de Borja Sánchez

Es un debate que se incrusta en el oviedismo de hoy. El próximo vencimiento del contrato de uno de los grandes nombres del equipo han despertado distintas sensibilidades. Borja Sánchez cuenta con un contrato muy apetecible para clubes de superior categoría, que pueden sin problemas hacer una oferta difícilmente igualable para el Real Oviedo teniendo en cuenta que no pagarán traspaso alguno. Y es un futbolista lleno de virtudes para explotar en ambientes propicios. 

El tiempo de juego de Borja Sánchez es prácticamente un calco al del curso pasado, con una media de 62 minutos por choque. Fue la temporada pasada cuando encontró su piedra filosofal, y en el presente ejercicio debe proteger sus propiedades. 

Es sin duda el jugador de mayor talento de la plantilla azul, y lo que se le vino exigiendo fue un compromiso acorde con sus cualidades. La faceta física ha ido creciendo conforme al aumento de prestaciones en el verde. Resolutivo, con capacidad de generar cosas distintas y de desatascar posesiones complejas. Se le busca y se le encuentra, quizá demasiado, pegado a la cal. Borja ha jugado durante su carrera en distintas posiciones, como mediocentro, mediapunta o interior, y en este Oviedo se le ha anclado a la banda izquierda, donde por momentos da la sensación de que ahoga sus recursos en un espacio muy reducido. 

Los datos advierten de una mejoría en la mayor parte de apartados, sobresaliendo en la cantidad de asistencias repartidas. No es de extrañar el interés de equipos de Primera. Se encuentra en una edad el 10 azul (26 años) en la que puede asumir un reto superior, conseguir un buen contrato y luchar por otros objetivos más ambiciosos. No obstante a pocos se le olvida que ya experimentó en el pasado con un sueño de vuelo alto, y que el asunto no fue del todo bien. No dio el salto definitivo en la cantera madridista y las sucesivas cesiones no añadieron más que incertidumbre sobre el futuro. Volvió a casa para reencontrarse como futbolista en un entorno más amable, y ha demostrado que con confianza sus condiciones afloran sin duda. 

Los contactos emprendidos en la época de Arnau no sellaron pacto, y le toca a Rubén Reyes decidir si ofrece retribuciones de estrella a Borja Sánchez, y al jugador asumir su oviedismo con lo que eso conlleva, o abrir un nuevo horizonte profesional con lupas de tamaño y color distintos. Debate abierto, decisiones por tomar y tiempo que se va agotando. 

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