PRÓXIMO RIVAL – GIRONA

Duelo de más de tres puntos el del domingo en Montilivi. El Real Oviedo se enfrenta al ocupante de la última plaza que da derecho a disputar el playoff de ascenso. El Girona es el principal objetivo a batir por el grupo de cuatro equipos que transitan con una diferencia de entre dos y tres puntos con respecto al equipo catalán. A día de hoy, viendo al solidez de los cuatro primeros y que la Ponferradina aguanta los envites, el foco está puesto en los de Michel.

El Girona ha mutado bastante desde el partido del Tartiere en septiembre. El entrenador madrileño ha ido puliendo su idea de juego, ha dado confianza a jugadores como Samu Sáiz, Borja García o Arnau, y estos se lo han devuelto en el verde. El talento de Sáiz para explorar rutas dañinas unido a su capacidad para finalizar son cruciales en el rendimiento gerundense. Se ha reforzado con Iván Martín en el mercado invernal para dotar de más creatividad a la parcela de tres cuartos, donde las luces del equipo se habían apagado. Lo agradece también el eterno Stuani, que sin problemas físicos de por medio sigue siendo de los tres mejores delanteros de la categoría. 

Ha fortalecido Michel el espacio defensivo con una línea de tres centrales abierta, con Bueno y Juanpe empujando a sus compañeros al bloque medio alto y con Bernardo al frente de los duelos con los delanteros rivales. En banda ha acomodado a Arnau como carrilero diestro, aprovechando su despliegue físico y una notable aptitud. Por el otro costado Jairo o Juncá le ofrecen alternativas, siendo el canario el que más minutos acumula. 

Por delante se plantea una medular con Borja García y Alejandro Rodríguez como interiores, y por dentro hay debate entre Aleix García, Pol Lozano y Terrats. Incluso Michel podría dar entrada a Iván Martín buscando retorcer aún más la ofensiva. Arriba Sáiz generando y Stuani recogiendo todo lo que le pueda llegar en cualquier forma y condición. No olvidamos en la portería a Juan Carlos, uno de los guardametas más fiables de la competición. 

En cuanto a lo que veremos el domingo, es irrenunciable la vocación ofensiva del Girona, atacando con mucho y dejando huecos en retaguardia por donde se les puede hacer herida. Confía Michel en derrotar las virtudes de cualquier rival no compartiendo posesión y moviendo la pelota hasta encontrar vías de agua. Juego rápido, preciso, de pase corto y transiciones efectivas. 

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