ENTREVISTA – RAYCO

Rayco García dejó Canarias siendo un niño para hacerse futbolista en la cantera del Real Madrid. Fue quemando etapas hasta que el destino le llevó a distintos equipos de la geografía española, en Segunda B y la categoría de plata. En Oviedo se le vio una única temporada, la del playoff a Segunda contra el Pontevedra. 

PREGUNTA: Hablemos de tu llegada ¿Cómo te decides por el Oviedo?

RESPUESTA: Me llegó la oferta en verano, como suele pasar. Era para mi un aliciente jugar en el Tartiere, en un estadio tan mítico, en un club con tanta historia. La verdad es que no hubo mucho que pensar. Salía del año de Navalcarnero, donde estuve cedido por el Villarreal, en el que había hecho bastantes goles. Llegué a Oviedo con muchas ganas, y nada más llegar se palpaban las ganas de fútbol que había en la ciudad y lo grande que era el club. 

P: No fue un año bueno para ti por las lesiones y la falta de continuidad. ¿Cuál es tu sensación de aquella temporada?

R: Como has dicho no fue un año bueno individualmente por diferentes circunstancias. También son cosas que pasan en el fútbol, que en un lado caes bien, el sistema de juego te viene de perlas, o da la casualidad de que empiezas marcando pronto, coges confianza y eso te da un empujón. La verdad es que ese año yo me fui muy contento del cariño que recibí de la afición del Oviedo, aunque no tuve esa regularidad, continuidad y suerte de cara a gol. Creo que la afición me tenía un aprecio especial por el trabajo que siempre realizaba dentro del campo tuviera más o menos suerte. Me voy con esa sensación del club.

Había firmado dos años pero me fui a Madrid por la falta de continuidad y la propuesta del filial del Rayo. 

P: ¿Fue un condicionante el hecho de cambiar de grupo de competición, desde el grupo de equipos de Madrid que se podía adaptar seguramente mejor a tus caracteristicas?

R: No se trata del fútbol de un grupo u otro, sino de lo que en un equipo te propone de acuerdo a tus características. Si es adapta a lo que tú realmente eres bueno y te sacan el máximo partido funciona. A mi en muchas ocasiones me ponían tirado a banda, donde sufro un poco más porque no tengo tanta movilidad como por dentro. Son situaciones que van sucediendo. Al final también el entrenador decide poner a otros jugadores y darles más regularidad que a otros, y ya está.

P: Hablabas de que en Oviedo se respiraba fútbol. Aparte de esto ¿qué detalles te llamaban más la atención?

R: El día de partido. El día que jugamos el derbi contra el filial del Sporting se plantaron en el estadio más de 20 mil personas. También el playoff, la exigencia que había, cómo estaba lleno de fútbol cada día. Para mi jugar con 20 años en un estadio como el Tartiere a reventar, como estaba en el playoff contra el Pontevedra, fue espectacular. Al final te quedas con las vivencias del fútbol y esa es una de ellas.

P: ¿Sientes ahora que quizá no fue el momento idóneo para ir a Oviedo, que hubiese sido mejor unos años más tarde?

R: Puede ser. Pero yo fui a Oviedo habiendo jugando en el Navalcarnero la temporada anterior en la misma categoría marcando quince goles. La madurez y la experiencia claro que influyen, pero en el fútbol al final hay otras cuestiones que influyen a la hora de que te salgan las cosas bien en un sitio y en otro no. Depende de muchos factores. 

P: Fuiste compañero en el cantera del Madrid de Juan Mata. ¿Tuviste alguna conversación con él acerca del Oviedo?

R: Creo que en ese momento tuve alguna conversación antes o después de firmar con él o con su padre. Hace muchos años y no lo recuerdo bien. Fue una conversación para explicarme un poco cómo era el club y para ofrecerme su ayuda en lo que me hiciera falta en la ciudad. 

P: Más allá de ese paso por el Oviedo has tenido vinculación con equipos que dieron uno o dos pasos al frente, como el Mirandés, Nástic o Ponferradina. ¿Veías argumentos suficientes para el éxito posterior?

R: Es un proceso. Tuve la suerte de estar en esos equipos en un proceso de crecimiento. En unos, como el caso del Nástic de Tarragona, logré el ascenso, y en otros como el Mirandés estuve en ese proceso de crecimiento y posterior asentamiento en Segunda, una categoría que como sabes es muy complicada. Es un proceso que lleva mucho tiempo y trabajo para los clubes que has nombrado.

P: ¿Notabas ambición en alguno de los clubes?

R: En el Mirandés a lo mejor la infraestructura de club no estaba tan desarrollada como en los otros equipos. La Ponferradina y el Nastic tenían una base. Cuando yo recalé en la Ponferradina ya habían estado en Segunda división. Tenían esa infraestructura de club profesional. El Mirandés vino de abajo. Cuando llegué llevaban unos cuantos años en Segunda B jugando el playoff, pero su mayor historia hasta entonces la habían hecho en Tercera. Han hecho un trabajo espectacular porque Miranda es una ciudad de no más de 40 mil habitantes, y asentarse como ha hecho en Segunda es muy complicado. 

P: Te fuiste al Madrid muy jovencito. ¿Qué valores y enseñanzas rescatas de aquellos años en la cantera?

R: Saco muchos valores. Me fui de casa con quince años y estuve cinco temporadas. Me enseñaron no sólo en lo futbolístico, que fueron unas experiencias únicas en un club que es lo más grande que pueda haber, sino también en el tema personal. Me han dado unos estudios. Vives en una residencia con muchos compañeros. Como valores destaco el compañerismo, trabajo, y la competitividad. Estás en un club como el Madrid al que cada año vienen los mejores de toda España. Tienes que saber gestionar eso y saber que vas a tener una competitividad todos los años bestial. 

P: ¿Qué compañero veías con talento suficiente para jugar en Primera y no terminó de llegar?

R: En el fútbol hay muchos con talento que puedan llegar a la élite, pero depende de muchos factores. En el fútbol no es tan fácil como tener sólo talento. Debes tener una pizca de suerte, estar en el momento y sitio adecuado y que confíen en ti. Hay muchos jugadores con talento que se han quedado en el camino por diferentes circunstancias. He tenido la suerte de coincidir con jugadores como Juan Mata, que ha llegado a lo más alto de la élite incluso siendo campeón del Mundo. Y también con otros que por distintas circunstancias o decisiones no han llegado a la élite o no han podido vivir del fútbol. No es tan fácil.

P: Con 34 años vuelves a casa en una carrera que te ha llevado a estar dando vueltas por toda España. ¿Decidido a echar raíces y pensar en el siguiente nivel profesional?

R: Te lo digo sinceramente. Sigo teniendo muchas ganas de seguir jugando. Físicamente me encuentro bien para seguir compitiendo, pero la edad no miente, y con 35 que voy a hacer este mes no dejo de estar más cerca de la siguiente etapa de mi vida. Está claro que tienes que pensar en el siguiente paso. Me veo con ganas de seguir compitiendo y el fútbol y el tiempo lo dirán. Muchas veces el fútbol te pone en esa tesitura de seguir compitiendo o pasar a lo siguiente. 

P: ¿Tienes intención que seguir como entrenador o en otra faceta vinculada al deporte?

R: Seguro que intentaré seguir vinculado al deporte, porque me encanta la actividad física, entrenar. Lo de seguir vinculado al fútbol ya se verá, si puedo o me dan la oportunidad. Es lo que llevo haciendo toda la vida y me encantaría. 

P: En lo actual. ¿Cuál es tu objetivo con el San Fernando?

R: El único objetivo es la permanencia. 

P: ¿Y de cara al futuro?

R: Es la primera temporada del club en la categoría y lo que tenemos que hacer es mantener la categoría. Es primordial. Lo tenemos complicado pero todavía se puede. Las matemáticas y los números lo dicen. Después conseguir una estabilidad en la categoría, y tener un crecimiento poco a poco como club. Son miras muy a largo plazo, lo único que tenemos pensar es en conseguir la permanencia que es lo mas cercano que tenemos. 

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