El sistema de Burgos

El partido contra el Burgos sacó del cajón un sistema con tres centrales que ya había empleado Ziganda con anterioridad y que había perdido empuje en favor del clásico dibujo del técnico navarro 4-4-2.

Según confesó el entrenador del conjunto azul en sala de prensa no se trataba de una improvisación, sino que la decisión venía reforzada con un trabajo previo, y que incluso meditó emplearlo en Lezama. La baja de última hora de Dani Calvo no modificó los planes y fue Luismi el que se incrustó en esa línea, escorando a Costas al lado derecho de la defensa. El encaje fue complicado, teniendo en cuenta además el estreno de Tarin, que no se encontró nada a gusto en el primer periodo del encuentro. Los desajustes fueron evidentes, pecando quizá Luismi de exceso de celo a la hora de cubrir su zona. No fue el andaluz capaz de darle salida coherente al juego, y en la faceta defensiva no se entendió con sus compañeros, echando metros hacia atrás que propiciaron que el Burgos ganase terreno en línea de tres cuartos. Justo lo que Calero podía estar buscando. 

Se extraen un puñado de enseñanzas del choque de El Plantío. Luismi rinde por delante de la defensa, más atrás puede solventar la papeleta en momentos puntuales, pero necesitará tiempo y trabajo para adaptarse a la labor de libre o central, como se quiera ver. David Costas es imponente como central con una sola compañía, mientras que colocado pegado a la cal pierde efectividad. Le gusta contar con espacio para desplegar repertorio, impulsar su regate y levantar la cabeza con calma. La raya de out le limita en esas funciones. Seguramente el llamado a ocupar esa posición sea Tarín, con más minutos en esa demarcación. Garitano incluso le ha empleado como lateral en ocasiones.

Es un sistema que puede aportar llama en ataque, pero para ello se precisan dos carrileros largos, que piensen en asomarse en la frontal y que cuenten con repliegue rápido. Quizá circule Cornud en ese pensamiento. En el flanco derecho se percibe mayor limitación. Con ello un esquema pasa a encerrar la ofensiva con menos recursos para construir ideas. 

Por delante este planteamiento sí que animaría a la entrada de Rama, dotado para ser un 8 ó 10 con llegada desde atrás. El asunto unos pasos por detrás estaría entre Brugman, Jimmy y Luismi por dos plazas. La duda entra en los acompañamientos. Las opciones de Borja Sánchez se reducirían, mientras que jugadores del perfil de Viti o Jirka ganarían enteros. Soluciones hay en la plantilla para adaptarse. Bastón es lógicamente inamovible, y Obeng no es idóneo en este dibujo. No es la habilidad del ghanés la de hacerse fuerte en el exterior del campo.

El fichaje de Tarín era necesario, tanto para jugar con tres como dos centrales. El estado físico y la falta de confianza en Bolaño hacen complicado que lo visto en Burgos se convierta en algo permanente.

Ziganda no ha ocultado que es partidario de la continuidad cuando los resultados son positivos, aunque parece difícil la vigencia del 5-2-3 ó 5-2-2-1 en el Tartiere. 

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