Un gran Oviedo empata ante un Éibar inferior

El fútbol no se ciñe siempre a la realidad, y permite que por la ventana abierta entren elementos de distorsión. Esta noche el Oviedo fue muy superior a un Éibar con escasas ideas en el primer tiempo y con una sensible mejora en la continuación.

Volvía Ziganda al 4-4-2 con las tres parejas más reconocibles en el esqueleto. Costas y Calvo ahogaron cualquier posibilidad de acercamiento de Fran Sol, sustituto del sancionado Leschuk, y de Stoichkov, con una participación reducida a la mínima expresión. Por delante Brugman y Jimmy se marcaron un partidazo, bien complementados y en claro crecimiento. Mezclan mejor en pivote que en trivote, una evidencia que debe asumir el entrenador navarro. En la delantera Obeng se dejó todo en el césped y Bastón dio una lección de la labor de delantero. 

Empezó el Oviedo muy conectado, materializando a la perfección lo previsto en el plan de juego. Al Éibar apenas le quedaba un margen exiguo para la conducción de Javi Muñoz, que recorría ampliamente el campo recalculando las carencias en esa zona. Los azules fueron lanzados, y probaron fortuna en varias ocasiones antes de que Costas activase el marcador al rematar de cabeza un saque de esquina. Muy importante, cada vez más, el juego de estrategia del Oviedo, un valor que hace ganar unos puntos que a la postre te hacen estar más arriba. 

Yoel se ganó el sueldo y la propina. No comenzó la temporada pero con actuaciones como la de hoy se hace acreedor del puesto de titular. Sacó un puñado de manoplas clave que impidieron que los locales se sentasen en la comodidad. 

Se sentía a gusto el equipo carbayón, con buena respiración diafragmática en los balones cercanos a su área, y con hambre de devorar cuando el balón asomaba el campo rival. Isaac prolongó sus zancadas en visión desconocida hasta la fecha para presentarse en unas cuantas ocasiones en la frontal, y su valentía a punto estuvo de recibir premio en alguno de sus balones filtrados. Por el costado contrario Cornud sorteó a Corpas con elegancia, dejando al talentoso extremo en la protesta inerte. En sus proyecciones al ataque buscó a Obeng y sobre todo Borja Sánchez, que no consiguió amasar sus oportunidades.

Fue un primer tiempo que hizo abandonar la idea de agarrar el móvil en el descanso para animarse a comentar con gozo lo experimentado en esos 45 minutos, de lo mejor visto en mucho tiempo. El público del Tartiere es muy agradecido cuando le ofrecen entrega, y si esa garra viene acompañada de buen juego, el rugido llega bien lejos. 

En el vestuario eibarrés en el descanso se tomó escaso refrigerio y se habló mucho. Garitano animó a hacerse amigo del balón y sus jugadores se ciñeron al consejo. Un equipo como el vasco no se puede permitir actuaciones pobres si quiere llamar a la puerta de Primera. También es cierto que el guión se escribe más rápido con la plantilla con la que cuenta. Los reservas pueden igualar o incluso superar a los que están en el verde. A medida que avanzaba el segundo periodo el cansancio, lógico ante tal intensidad, fue haciendo mella en algunos jugadores. Garitano tiró de fondo de armario y la ropa elegante y cara se fue ajustando al partido poco a poco. 

Llorente apenas se despegó de su sombra, pero si le sumas a Quique González o Aketxe, el asunto se puede tambalear. Demasiada artillería para ir haciendo los ajustes. Ziganda movió ficha y dio entrada a Pombo en su minutaje clásico, y sorprendió con la llamada a Mangel. El canterano se incrustó en el medio y no desentonó. Incluso pudo celebrar gol si Yoel no se hubiese apuntado a la bravura. 

Las circunstancias hicieron que se juntasen Isaac y Lucas, éste ubicado en una posición como interior, con Jirka ejerciendo de una suerte de delantero extremo indefinido. Montiel apareció en el campo para recobrar la posesión perdida. Y llegó el empate merced a un zapatazo del lateral Tejero desde fuera del área, un gol que recordará toda su vida y que apagaba calculadoras de sopetón. A pesar de estar cerca del final, todavía Pombo tuvo en sus botas la victoria en un lanzamiento lejano que Yoel, nuevamente, atajó. 

Nada que reprochar y mucho nota positiva que repasar en negrita. Jugando así el playoff estará muy cerca.  

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