El partido entre el Oviedo y la Ponfe ya venía con carga negativa previa. La elección de un horario absolutamente incompatible con una jornada laborable cualquiera hace que una gran parte de la afición se quede con las ganas, cabreo incluido, de ver el último encuentro del año en el Tartiere.
Si a este asunto ojiplático le sumamos el número de bajas con el que contarán ambos equipos, el resultado es de complicada explicación. Ziganda tendrá que hacer un set de LEGO de cinco mil piezas para configurar un once, habida cuenta que el COVID ha dejado fuera de servicio a un puñado significativo de titulares.
Dadas las circunstancias y atendiendo al trabajo de la semana y las declaraciones del entrenador azul, no se conocerán a los once muchachos que se coman el partido de Nochevieja. Vista la convocatoria se ve con claridad que Calvo y Bolaño serán la pareja de centrales, y la duda llega en los laterales. Podría optar por Cornud en su posición y ubicar a Sangalli en una posición no desconocida para él.
El centro del campo podría ser para Jimmy, Luismi y Joni Montiel si sigue creyendo Ziganda en el trivote para este choque. Arriba una linea de tres con Borja Sánchez, Jirka y Pombo como hombre más adelantado. El zaragozano ya ha disputado tiempo de juego como delantero centro. A la hinchada azul le gustaría ver dentro de la ecuación a Javi Cueto, que a buen seguro contará con minutos.
Por su parte la Ponferradina asume bajas importantes como la de su portero titular Amir y Agus Medina, generador de juego ofensivo y que está oyendo cantos de sirena para salir del Bierzo en este mercado invernal. No modificarán las bajas la línea de juego de Jon Pérez Bolo, que a la intensidad que se le presume a sus equipos se le une una posición clasificatoria de ensueño para un conjunto cuya aspiración principal es jugar en Segunda la temporada que viene. La dinámica de la Ponfe le ha llevado a mirar a Primera, y en esta circunstancia los dolores son menores y las ganas de jugar y ganar llevan en volandas a los jugadores.
En la delantera dos jugadores claves a vigilar como son el pelotero Yuri, siempre oportunista, y el hábil Enrich, que busca un nuevo camino tras cumplir ciclo en el Éibar. No será el de Bolo mañana un juego especulativo, y querrá hacer daño a un equipo local que debe sobreponerse a las bajas y dar un plus ante los que se junten en este viernes para el olvido deportivamente hablando.
La Ponfe ha logrado que su línea defensiva escape al virus, algo que dará solidez al visitante mañana. Para la construcción de juego Morán será de la partida, con Ojeda en el costado izquierdo buscando hacer sangre por esa zona, donde el Oviedo presentará a un lateral inédito y no específico. Queda por ver quién acompaña a Morán y el que sustituye a Medina. Por delante, ya se sabe.
JUGADOR A SEGUIR
A pesar de las bajas la Ponferradina mantiene activo a Yuri, delantero que ha sido un quebradero de cabeza en el pasado para el Real Oviedo. Tiene el conjunto leonés a un jugador capaz de desequilibrar un partido con su habilidad para aparecer allí donde la jugada necesita poner el sello. Incluso saliendo del banquillo será el jugador referencia a tener en cuenta.
