ENTREVISTA – CARLOS PEÑA

Carlos Peña soñó con ser futbolista en la cantera del Barcelona y creció como lateral izquierdo con clara proyección ofensiva sobre todo en Albacete y Valladolid. El fútbol le llevó a otros equipos, entre ellos el Real Oviedo del retorno al fútbol profesional tras superar los años del barro. Una temporada que generó una ilusión que se apagó de manera casi abrupta. 

Peña abre camino como entrenador una vez cerrada su etapa como futbolista en India. 

PREGUNTA: ¿Cómo ha sido el proceso de dejar el césped y pasar a otra etapa vinculada al fútbol, en tu caso en los banquillos?

RESPUESTA: Fue una decisión meditada. Por suerte lo dejé de forma voluntaria. Jugué mis dos últimas temporadas en India, y sí tenía claro que la última temporada iba a ser la definitiva. Estaba disfrutando pero ya me faltaba el 100% de motivación que necesito para hacer lo que sea. Pienso que estés en la faceta en la que estés si no estás 100% motivado no vas a dar lo mejor de ti mismo. Tuve la posibilidad de seguir e incluso de buscar algo aquí en España, y decidí dejarlo por propia voluntad. En ese sentido tranquilo, no me supuso una pena enorme. Sí que es cierto que cuando pasa el tiempo y echas la vista atrás, si que valoras la época en la que estabas de jugador y lo bien que estaba entonces. Creo que esa época ya está finalizada y tengo que disfrutar lo que tengo por delante. 

P: ¿Sientes que te ha quedado por hacer algo como futbolista? ¿Algo que podría haber sucedido y no sucedió?

R: Pienso que hay momentos que han marcado mi carrera. Siempre te quedas con sensación de que si te hubieran ido las cosas en algún momento de manera diferente a lo mejor hubiera sido otra cosa, pero a nivel general echando la vista atrás estoy súper orgulloso de la carrera que he tenido. Es cierto que lo di todo allá donde estuve. Pudiéndolo hacer mejor o peor sí que he sido un jugador comprometido con los colores, con la afición, con el club en el que he estado. He llegado donde he podido y estoy orgulloso de la carrera que he tenido. 

P: ¿Qué diferencia de motivación hay en el jugador veterano en India con respecto al que comenzó su carrera?

R: La motivación es la misma, siempre ha sido muy alta en mi caso. He disfrutado mucho de jugar al fútbol. Es cierto que cuando eres joven lo ves todo de otra manera, te sientes más presionado, haces menos análisis de lo que tienes alrededor y lo ves todo como a muchas más revoluciones. Con los años, cuando va pasando el tiempo, valoras mucho más lo que tienes, y disfrutas más de cada momento. Disfrutas de cada entrenamiento, de cada partido, y supongo que eso forma parte de la madurez de las personas. Le pasa a todo el mundo, que cuando somos jóvenes nos quejamos más, no vemos la parte buena de las cosas y conforme van pasando los años te das cuenta de todo lo que tienes. 

P: ¿Qué le dices a un jugador que empieza su carrera y que pretende tener una trayectoria larga en el fútbol? ¿Qué consejos le darías desde el aspecto mental o físico?

R: Mi consejo es que disfrute cada entrenamiento. Ya no sólo cada partido, cada entrenamiento. Cada día es una oportunidad que nos da el fútbol. Cuando eres profesional es una suerte salir todos los días al campo, porque luego pasan los años y te llegan las lesiones, los malos momentos, momentos de no jugar o estar peor. A nivel deportivo tienes que disfrutar y aprovechar cada momento. Para mi eso es lo más importante. Esa estabilidad a nivel emocional, intentar quitarle importancia a los malos momentos e intentar que no te vengas muy arriba en los buenos momentos. La estabilidad emocional es algo muy importante para un futbolista, y que le permite estar al alto nivel mucho tiempo. 

P: En tu carrera has pasado por muchos equipos. Hablemos de las aficiones. ¿Cuáles podían ser más exigentes y cuáles más “llevaderas”?

R: Hay muchas diferencias. Yo he estado en la cantera del Barça. A nivel del primer equipo no lo llegué a vivir. Luego pasé por el Albacete, que tiene una afición muy tranquila, que en las malas te respeta bastante. En las buenas sí que aprieta pero sobre todo en las malas sí que respeta. Es una afición fría. 

En Huelva viví una afición caliente. La gente del Sur es una afición muy apasionada con su equipo. Para ellos el Recre es un sentimiento enorme, lo viven así. Después si las cosas no van bien, te critican, te aprietan por la calle. 

Después fui a Valladolid, y la recuerdo como una afición bastante parecida a la de Albacete, una afición que si van bien las cosas se suma al carro y está cerca del equipo. Cuando van mal tiene un grupo de fieles seguidores que es cierto que se nota cuando se va al campo. 

Y en Oviedo la gente es muy del Oviedo. Es lo que más me llamó la atención de esa ciudad, ver a gente con muchas camisetas del equipo los días que son de partido, los días que no son de partido. La afición del Oviedo se siente muy identificada con su equipo y te lo hace sentir, en las buenas y en las malas. Si vas muy bien te llevan en volandas y si vas muy mal, te aprietan. Eso siempre dentro de un respeto y de unos límites creo que es bueno porque el jugador siente esa exigencia y te hace ser mejor jugador. 

P: Volveremos a Oviedo pero ahora quiero detenerme en tu etapa en India. Hablas de aficiones más o menos exigentes. ¿Y en India?

R: En India la afición respeta mucho al futbolista extranjero. Allí no hay cultura de fútbol, el deporte más seguido es el cricket. En volumen sí que va mucha gente a los campos, hay mucho seguidor indio evidentemente, pero en cuanto a conocimiento se nota que no tiene esa misma cultura futbolística que aquí en España. Me sorprendía, porque a veces en los partidos había un compañero que hacía un despeje que se iba fuera del campo y la gente se volvía loca sólo por ser un despeje espectacular de un tío que había levantado la pierna metro y medio. Te sientes futbolista porque te tienen mucho respeto, idolatran mucho al futbolista extranjero sobre todo, pero a nivel futbolístico está mucho más lejos de lo que es España, claro.

P: Decías que tuviste opción de seguir. ¿Te resultaba un fútbol con todas esas connotaciones que me cuentas atractivo para un jugador como tú veterano que realmente tiene ganas de prolongar un poquito más su carrera?

R: Sí, sin duda. Yo siempre he dicho que ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en mi carrera. Si me llega a pillar con 24 ó 25 años seguramente no habría aguantado los dos años. Allí tienes que ir con cierto nivel de tolerancia, sabiendo que el nivel del futbolista indio no es el nivel del futbolista español, que la exigencia no es la misma. Tienes que llegar con una actitud un poco calmada, ser tolerante, e intentar ayudar a los compañeros más que apretarles. A mi me llegó en una etapa de mi vida con 34 años ya, en la que me adapté muy bien. Disfruté mucho, me sentí importante, podía hablar mucho con los compañeros y eso me hizo sentir muy a gusto.

P: Abandonas el fútbol en activo y te metes en el mundo del entrenador. De repente dejas de jugar y te toca entrenar a chavales. 

R: Una vez que me retiré tenía claro que quería probar suerte como entrenador. Lo siento como una vocación, me gusta trasmitir a los chicos lo que yo he vivido en mi etapa como futbolista. Estoy entrenando a chicos juveniles, que es una edad en la que están cerca de ser jugadores senior, jugadores que se dedican a esto. Eso te permite hacer con ellos muchas cosas parecidas a las que haría en un equipo senior. A lo mejor no me veo con la paciencia y aptitudes para entrenar a chicos más pequeños. Con juveniles sí que puedes hacer muchas cosas. Me gusta inculcarles buenos hábitos, aparte de lo futbolístico, prepararles para lo que se van a encontrar en el futuro si llegan a ser futbolistas. Y si no llegan a ser futbolistas prepararles para lo que se van a encontrar en la vida. Chicos ordenados, organizados, respetando al compañero y sobre todo que tengan buenos hábitos deportistas y saludables. 

P: Has jugado bajo distintos esquemas, dibujos, planteamientos. ¿Qué entrenador aspira a ser Carlos Peña?

R: Todos tiramos para lo que nos hemos encontrado más a gusto. He sido un lateral ofensivo, me gusta el fútbol de ataque, me gustan los equipos valientes, los equipos que van a apretar arriba, que intentar dominar con el balón. Hoy en día no te vale tampoco con dominar sólo una faceta del fútbol. Por muy bueno que seas con balón tienes que trabajar el equipo a nivel defensivo y viceversa. Por muy fuerte que seas a nivel defensivo luego si no eres capaz de construir cosas con el balón tu equipo va a ser incompleto. Me gusta dominar con balón, que mis equipos presionen alto. Eso es lo que estamos intentando hacer aquí en Albacete y la verdad es que estoy muy contento con los resultados que estamos obteniendo. 

P: Como lateral izquierdo experimentado ¿cómo ves esa tendencia actual de convertir a extremos en laterales? ¿Es más valioso moldear a un jugador ofensivo que trabajar con un defensa para que adapte al lateral?

R: Todo depende de cómo juegue tu equipo. Si te preocupa que no te saquen muchos centros o que no te desborden por fuera seguramente será mejor que reconviertas a un central de lateral. Si no les vas a exigir en ataque a esos jugadores, mejor reconvertir a un jugador de ese perfil. Sí es cierto que hoy en día los laterales tienen mucha importancia en el juego ofensivo de la mayoría de los equipos, participan mucho en ataque y tienen que ser jugadores bien dotados técnicamente. Antes ponías a lo mejor al que menos molestaba de lateral. Ahora eso ya no vale. Tienen que darte salida, profundidad, recorrido. A nivel defensivo si son jugadores fuertes físicamente y un poco ordenados tácticamente sí que te pueden cumplir con esas funciones que hace un extremo o un jugador más ofensivo. Por eso creo que viene un poco la tendencia.

P: Ahora nos detenemos en tu etapa en Oviedo. Con ofertas encima de la mesa ¿por qué te decantas por el Oviedo?

R: Acabé en Valladolid donde estuve cinco años. Habíamos acabado de hacer un playoff de ascenso a Primera y finalmente no pudimos subir. Carmelo Del Pozo se interesa por mi, muestra mucho interés, me hace una buena oferta de dos años. Fue sobre todo el momento y el interés que muestra por mi. Al final cuando un director deportivo muestra que te quiere, se preocupa, insiste, le da mucha importancia a que tú llegues, eso al jugador le llena. Oviedo, independientemente de que fuera un equipo que subiera de 2ºB es un club histórico, que tiene mucho caché a nivel de todo. A los jugadores les apetece mucho ir a jugar allí. Me parecía un buen sitio para iniciar la siguiente etapa.

P: Se empieza muy bien esa temporada, pero hay algo que explota y el equipo termina cayendo. Mezclamos quizá temas emocionales y futbolísticos.

R: La realidad es que había un equipazo. A nivel de jugadores había muy buen equipo. Para ser un recién ascendido éramos un aspirante a entrar por lo menos en playoff. El equipo sí que hace buenos números pero sí que es cierto que la sensación que hay en el vestuario es que las cosas no se están haciendo lo bien del todo que se podían. Surge también el problema aquel día famoso con Egea en aquel entrenamiento, y las cosas se precipitan un poco. Creo que por parte del club tampoco están muy contentos con cómo funcionaba el equipo. Todo se precipita. A nosotros se nos involucró mucho en aquella decisión, por lo menos a nivel de medios. También creo que las cosas desde arriba se hicieron así porque se querían hacer así. 

A partir de ahí se rompe una comunión que había con la afición muy importante, se genera un entorno y una crispación en el ambiente que no nos ayuda para nada. El equipo lo intenta. Creo que desde entonces a nivel de entrenamiento, en el planteamiento de los partidos, a nivel de muchas cosas, mejora. Pero, cosas del fútbol, ahí ya no entraba la pelotita, la dinámica ya es negativa. Antes haciendo muchas menos cosas ganábamos partidos y en aquel momento deja de ocurrir. Fue una pena porque la oportunidad era muy buena, estábamos muy cerca de conseguir algo muy bonito. Por circunstancias del fútbol que no pasan sólo allí, que pasan en muchos sitios, no se pudo hacer.

P: Visto con la perspectiva que da el tiempo ¿Piensas que se podría haber hecho algo más para mejorar esa dinámica?

R: Igual se pudieron decir las cosas más claras, no dejarlo todo a la interpretación de la gente. Al final se creó un revuelo enorme, y parecía que los jugadores habíamos destituido al entrenador y eso no hizo ningún bien. Creo que en ese momento el club debería haber actuado de otra manera, haber explicado realmente lo que pasó y que la gente se quedara tranquila. Se empezaron a generar muchos rumores que no vinieron bien a nadie, porque se creó un clima en contra de la plantilla, del entrenador que había entonces, que influyó mucho. Se notaba la crispación por la calle, en los partidos que jugábamos en el Tartiere y eso hizo que el equipo se cayera. 

P: Se escogió a un entrenador que había sido jugador, vuestro compañero. Se fundió a Generelo como entrenador y su proyección cercana en los banquillos. ¿Era la opción adecuada para gestionar ese momento?

R: El adecuado…se demostró que no era el adecuado porque las cosas no funcionaron con él. Muy tristemente lo que valen son los resultados. Lo que conozco de Generelo, de compañero y entrenador, es que es una persona muy válida, una persona que se dejó el alma en los cuatro meses que estuvo de entrenador. Era una persona que tenía el consenso absoluto de todo el vestuario para poder ser el entrenador. Lo que pasa es que luego las cosas no funcionaron como se esperaban. Ahora que soy entrenador me doy todavía más cuenta de que a nivel de trabajo, metodológico, de entrenamientos, de preparación de partidos, mejoró todo muchísimo. Ese cuerpo técnico lo preparaba todo una barbaridad pero, cosas del fútbol, muchas veces el trabajo no implica resultados. Y en ese caso fue lo que pasó. 

P: Termina esa temporada y un verano de descanso útil para todos. No completas tu segundo año en el club. ¿Algo que ver con aquella mala experiencia? ¿Se había cubierto un tope?

R: Para nada. Yo inicio la siguiente temporada con Fernando Hierro de entrenador muy ilusionado, con mucha gana de quitarnos ese mal sabor de boca. En mi caso ha ocurrido además en varios equipos que mis mejores rendimientos han venido en mi segunda temporada. Quizá porque necesito esa adaptación. Hay gente que no rinde al mejor nivel nada más llegar a los sitios. En Valladolid, en Albacete…cuando he rendido mejor ha sido en mis segundas temporadas.

Lo que pasa es que aquella temporada el míster cuenta con Varela al principio como lateral izquierdo. Yo entro en el partido de Cádiz y justamente en aquel partido me lesiono en el minuto 30 de la primera parte. Era mi primer partido como titular e íbamos ganando 0-1. Estoy un mes lesionado y a partir de ahí confió en otro jugador, en Christian Fernández, y no sé qué pasa con el míster que deja de confiar en mi, de contar conmigo prácticamente para nada y yo tomo la decisión en diciembre de salir a otro equipo. Tengo la oferta del Getafe y evidentemente viendo cómo estaba en el equipo considerado, me marcho a intentar buscar otra oportunidad. 

P: Hierro fue un entrenador que llegó con credenciales, muchas, como jugador, pero sin referencias en los banquillos. ¿Os aportó más desde su experiencia como jugador que en cuestiones tácticas?

R: En mi carrera me he encontrado con entrenadores de todo tipo. No todos los entrenadores son unos amantes de la táctica y unos expertos a nivel metodológico. Hay entrenadores que destacan por su dirección de equipo, otros que destacan por los matices que te da a nivel táctico. Hierro era una persona que delegaba mucho en su segundo entrenador. Tenía muy poca incidencia en los entrenamientos, participaba muy poco. Sí es cierto que hacía algún matiz a los centrales de vez en cuando pero su función era más de gestor de grupos que de dirección técnica. Su segundo entrenador llevaba todo el peso. Julián Calero, que ahora es el entrenador del Burgos, era el que llevaba todo. Pero bueno, de Hierro no tengo ninguna queja. Al final en el fútbol no puedes gustarle a todo el mundo. En aquel momento él decidió que no contaba conmigo y busqué mi futuro por otro sitio. Ningún rencor. 

P: Es una temporada extraña porque el equipo es fuerte en casa y extremadamente débil lejos del Tartiere. No es capaz el Oviedo de levantar resultados fuera de casa. Son los mismos jugadores en los dos planos. 

R: Me ha pasado en otros equipos, es una cosa bastante habitual. Sobre todo en España. En India la gente no tiene la percepción cuando juega en casa o fuera, y los comportamientos son bastante parecidos en casa y fuera. Aquí es cierto que cuando jugamos fuera de casa tenemos tendencia a protegernos un poco, a no ser tan valientes como cuando jugamos en casa. Eso en Oviedo pasaba mucho. En casa el equipo se exponía mucho más, bien por el hecho se sentirse seguro en el Tartiere, bien porque la afición espoleaba y te obliga más a eso. Fuera los comportamientos eran más de protegerse, de que no te dañaran, de no encajar y de esperar. Eso creo que al final se paga. 

P: ¿Cómo ves al equipo esta temporada?

R: Le veo sólido, en ese punto de madurez que a lo mejor le ha faltado otros años. Le veo con ese punto de regularidad porque arriba tiene jugadores determinantes. La Segunda es muy jodida, hay muchos equipos candidatos, y a veces los que más van de tapados son los que pueden dar el susto al final. Al Oviedo le veo bien. Lleva tiempo trabajando con este mismo entrenador, la idea muy consolidada. Cuando le añades ese punto de talento arriba es evidente que es un equipo muy peligroso. Como llegue con opciones al final la gente aprieta mucho y es un punto a favor muy importante. Estar en esta posición o en la terna de candidatos al final al Oviedo le va a dar muchas opciones. 

P: La última ¿Te gustaría volver como entrenador?

R: Hombre pues claro, cómo te voy a decir que no. Además en Oviedo estuve fenomenal. Tanto mi familia como yo salimos encantados de allí, tenemos muchas amistades en Oviedo. Me sentí súper bien. Conocí gente maravillosa y a pesar de no jugar en la segunda temporada estuve muy feliz. Fue una pena parcharnos de Asturias, de Oviedo. Ahora mismo estoy en Albacete y tendré que hacer mi camino como entrenador. Volver a Oviedo sería maravilloso para mi. 

FOTO: realoviedo.es

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