Brugman en mayúsculas

La impaciencia golpeaba al oviedismo cuando el mercado de fichajes tachaba las últimas fechas del calendario y el director deportivo no terminaba de mostrar la baraja de cartas con la que jugar, al menos hasta enero. 

Ya advirtió Rubén Reyes en su comparecencia de presentación de que se iba a tomar las cosas con calma y no se iba a precipitar. Fue cerrando alguno de los fichajes avanzados por Arnau, otros a medio cocer los sacó de la olla, y siguió peinando las líneas curvas del escaparate. 

Asustaba la falta de refuerzos en la medular, afectada sensiblemente por la vuelta al Betis de Édgar y la no renovación de Tejera, básicos en la pasada temporada. No le quedó más remedio a Ziganda que tirar de lo de casa, de un futbolista muy de su gusto como Javi Mier, y de Jimmy, que no terminaba de hacerse esencial para ningún entrenador. Las lesiones han lastrado la temporada del primero, mientras que Jimmy ha agarrado la oportunidad y ha crecido como una enredadera. Destacado como asistente y organizador de juego desde primera línea, el canterano ha encontrado un aliado en Gastón Brugman. El centrocampista uruguayo fue objeto de una intensa búsqueda en cualquier plataforma posible tras empezar a sonar su nombre. Comenzaron a circular vídeos con “highlights” vestido con la camiseta del Parma. Ese mix de grandes éxitos incluía una buena dosis de jugadas con llegada desde atrás, lanzamientos lejanos y demostración de visión de juego. 

El Oviedo necesitaba un Brugman, y Brugman necesitaba un equipo como el asturiano, que creyese en sus virtudes y su capacidad para ponerse en la sala de máquinas para sentirse importante. Respondió el uruguayo con desgaste, viéndose obligado por el estado de la enfermería azul a cargarse de más minutos de los que su físico podía haber planificado. Nunca ha entregado la cuchara y ha encendido la antorcha para el resto, a pesar de que las piernas doliesen. Ha tenido partidos más o menos acertados, pero ha tratado de no sepultar nunca las líneas de pase. En este tramo de competición hemos empezado a ver esa faceta de llegador hábil para rematar o dar el último pase, y de sus botas han nacido bellas asistencias para sus compañeros. A estas alturas pocos dudan de la valía de fichaje de un desconocido para un fútbol español al que se ha unido más tarde, y en otra categoría, de lo previsto. 

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