Duro golpe el recibido por el Oviedo en su visita a Andratx. El conjunto mallorquín, dos categorías por debajo del conjunto azul, supo mantenerse firme ante las primeras acometidas visitantes, y después de ponerse con una ventaja cómoda la supo administrar concediendo muy poco.
Ziganda tiró de fondo de armario y dio entrada a jugadores con escasos minutos como Bolaño y Arribas en línea defensiva. Lucas recuperaba su puesto en el lateral y por el otro costado Mossa debía de mostrar una versión más valiente que su desempeño conservador de esta temporada.
Dispuso de una medular inédita compuesta por Luismi, en desesperada búsqueda de una puesta a punto que no llega, y Yayo, debutante y que fue de lo poco destacable del Oviedo en la aciaga noche copera.
En las bandas nueva oportunidad para Jirka y Sangalli, que precisan reivindicarse ante inicios de temporada poco alentadores. Arriba el último goleador Matheus con Montiel unos pasos por detrás.
Dio la sensación de que los azules querían finiquitar la eliminatoria por la vía rápida, estando presentes en campo contrario. El Andratx salía con la clara consigna de pegar líneas y de agarrarse a un partido que podía darles opciones a la contra o en balón parado. Precisamente en esta circunstancia se produjo el primer gol. Un córner que consiguieron arañar los locales respondido por una deficiente defensa que no supo proteger a Tomeu Nadal. Había tiempo de sobra para recuperar las sensaciones pero de nuevo el Andratx empujó un balón a la red en una acción que apuñaló definitivamente el plan de partido de Ziganda. Centro al área y cabezazo que superó nuevamente a Nadal.
El Oviedo tenía el balón pero una nula clarividencia en la zona caliente. Un rayo de luz apareció con un efectivo balón en largo de Yayo que permitió a Jirka encarar la portería en posición ventajosa para hacer el 2-1. Un espejismo. Yayo fue reemplazado en el descanso pensando en dotar al equipo de piernas más experimentadas. Poco habitual en el Cuco el cambio al descanso.
Una falta botada por Montiel encontró la cabeza de Arribas, que picó un balón que el guardameta local detuvo encima de la raya. Se solicitó el gol, pero la acción no quedó nada clara ni en imagen televisiva. Con toda la artillería sobre el verde, Pombo dispuso de una falta repelida por el portero mallorquín y el rechace Mossa lo envió por encima de las gradas supletorias. Con un dibujo trazado a la desesperada con Jimmy en lugar de Bolaño, Borja Sánchez, Pombo, Obeng y Cornud para nutrir de centros, tampoco se logró chutar. Y sin disparos no hay goles.
El marcador a favor dio un impulso extra a los de José Contreras, que pudieron hacer frente a las piernas cansadas con la ilusión de hacer historia para el club. Derrota que deja al Oviedo fuera de la Copa de nuevo a las primeras de cambio y que invita a una reflexión profunda. El domingo un Alcorcón en horas muy bajas será testigo y partícipe del estado físico y mental de los carbayones.
