Partido de refuerzo emocional el del domingo en Butarque. Mehdi Nafti ha nacido de pie como entrenador pepinero, pero tiene que refrendar esa pretendida nueva imagen que ha dado al Leganés. Es el madrileño un equipo construido para no bajar del ático, y ha estado subiendo a pie desde el bajo comercial.
Garitano no ha sido ese valor añadido desde el banquillo para unos jugadores que necesitan un algo más para estar arriba. Es una plantilla con multitud de alternativas en todos los puestos, y opción de variantes para ser dominador en todos los encuentros. A pesar de los detalles en negrita no se ha conseguido el rendimiento óptimo y los puntos no han llegado en cantidad en una Liga Smartbank que no deja prisioneros.
Nafti creó en Lugo un equipo duro, con fortaleza defensiva y chispazos ofensivos que decantaban en cerocerismo en su favor. Ahora en Leganés maneja los recursos deseados por todos los entrenadores. Debe retocar aspectos tácticos pero sobre todo debe mejorar en la faceta mental del colectivo, muy sensible en circunstancias adversas.
Desde su esqueleto de compensación de esfuerzos el entrenador del Leganés se suele mover en un 4-2-3-1 con el clásico pivote posicional donde a Shibasaki se le permite adelantar sus pasos. En defensa cuenta en el carril zurdo con el añorado Javi Hernández, que maduró como futbolista profesional en Oviedo. Aunque en el Castilla se le quiso ganar como central con salida de balón, un puesto goloso para el primer equipo, en Leganés ha vuelto al lateral donde dejó muy buenas sensaciones en el conjunto azul. Rápido, hábil y con capacidad para recuperar la posición, ya fue clave en la severa derrota sufrida por el Oviedo la temporada pasada. Parece sin embargo que su progresión se ha visto frenada en ese paso por Valdebebas.
Por dentro el versátil Sergio González y Omeruo pueden ser la pareja de centrales de Nafti, aprovechando la salida limpia de balón que le da González, contundente cuando tiene que serlo. Por el lado derecho Palencia le ha cogido las fichas para el juego al veterano Bustinza. El catalán tiene profundidad y desborde por su banda.
De tres cuartos hacia arriba viene el susto, que de momento se queda en un grito silencioso. El conjunto madrileño goza de todas las posibilidades para crear peligro con Arnáiz escorado en la izquierda, el intenso Fede Vico por el centro y Randelovic o Eraso acompañando. Si se sujeta esta línea el rival puede ser capaz de ganar la batalla del centro del campo, ya que suele haber desajustes en pérdida. Y arriba Juan Muñoz ofrece remate, peligro en el juego de estrategia y oportunismo. Saldrá a presionar la salida del balón de Costas y Calvo. Desde el banquillo Garcés aporta otras características, más de desmarque y velocidad.
JUGADOR A SEGUIR
Dentro de un equipo con tanto jugador de primer nivel y experiencia en Primera, podemos destacar a Arnáiz, por su movilidad y aptitudes para generar ocasiones propias o para los delanteros saliendo desde la banda izquierda. Como buen extremo sabe llegar a linea de fondo o encimar la frontal del área con el balón. Se trata de un jugador muy difícil de defender, y que tendrá enfrente al siempre exigido Lucas Ahijado.
