Antonio José González no es el nombre de un jugador cualquiera en la historia del Oviedo. Conocido futbolísticamente como Curro, se convirtió a los pocos minutos de nacer como oviedista en un emblema por su carisma, entrega y buenas dotes para armar el juego del conjunto azul en una de sus etapas más complicadas. Probó el dulce con un estadio repleto de aficionados empujando al equipo, con la simpatía que generaba en el graderío, y el salado con una dolorosa expulsión en la eliminatoria de ascenso contra el Caravaca. Se fue del Oviedo sin quererlo, y hoy es un aficionado más del equipo.
P: Jugaste en muchos equipos antes y después de tu parada en Oviedo. ¿Fue aquella tu experiencia más enriquecedora en lo futbolístico?
R: Fue mi mejor época, cuando mejor estaba, en un grado de madurez bueno, en una ciudad espectacular, en un equipo para mi de los más grandes de España. Como he dicho muchas veces yo soy un oviedista más. Me marcó mucho en mi carrera, y fue uno de los sitios donde más a gusto he estado y donde mejor fútbol he desplegado.
P: Llama la atención que te vas justo en tu mejor momento, después de una gran temporada, jugando por el ascenso, en la que incluso anotas seis goles. ¿Cuánto tuvo que ver esa atmósfera compleja que se vivía en aquel momento? ¿Qué provocó tu marcha?
R: Pues a día de hoy todavía no lo entiendo. Son cosas difíciles de entender, situaciones del club. Creo que sí va por ahí, por el tema de que no se sabía muy bien lo que iba a pasar. La verdad es que yo me vine para mi casa en Extremadura, y me llamaron casi al final para decirme que no contaban conmigo. Estuve fastidiado un tiempo porque estaba jugando, estaba a gusto, tenía muchos amigos allí, compañeros, y estaba encantado con la ciudad y el club. La verdad es que me dolió mucho. Pero como dice aquél la vida continúa y hubo que buscarse la vida por otro lado. No le guardo rencor a nadie. Sí que hubiera aguantado un poquito más allí. Habría disfrutado.
P: ¿Cómo se fragua tu fichaje por el Oviedo?
R: Si no recuerdo mal estaba Ismael Díaz Galán de director deportivo, que me conocía de Extremadura. Me llamó mi representante y me dijo que había opción de ir al Oviedo y ni me lo pensé. La decisión fue fácil. El Oviedo empezaba en Tercera y sabía de dónde venía. Era lo que me esperaba. El trato de la gente, la ciudad, el campo, la ciudad deportiva, todo era espectacular. No dudé un momento el fichar por el Oviedo.
P: Un club de cotas más altas viniendo de su momento más bajo. ¿Qué condiciones te encontraste para jugar?
R: Bastante buenas. Tampoco te voy a decir lo contrario porque todo lo vi bien, los campos de entrenamiento, los vestuarios… Por lo que me cuentan mis compañeros aquello ha cambiado todo porque es más profesional. Pero la verdad es que me encontré unas infraestructuras bastante buenas. Luego el tema de médicos, fisio, afición…todo te hacía sentir como si estuvieras en Primera división. Tú también tenías que dar todo lo que tenías dentro para esa gente.
P: En cuanto al vestuario fueron unos años en los que hubo mucho movimiento, mucho cambio constante de jugadores de una temporada a otra. ¿Fue un factor, ese de la inestabilidad de la plantilla, que influyó a la hora de alcanzar el objetivo?
R: Creo que fue una de las cosas que peor se llevaba allí. En los tres o cuatro años que estuve allí la verdad es que no había una estabilidad de una plantilla más o menos hecha con algunos retoques. Cada año entraban y salían siete u ocho jugadores o incluso más. Así era complicado. En mi caso tuve la suerte de tener continuidad y de estar con buenos jugadores y compañeros. Todo lo que te pueda decir de Oviedo son cosas buenas.
P: Hay quien dice que no se han vuelto a ver en el Tartiere desplazamientos en largo como los de Curro.
R: Es una de mis características principales, casi la que más. Sigo teniendo relación con muchos amigos y a veces me lo dicen cuando hablamos después de los partidos del Oviedo, que lo sigo bastante. Me dicen no se ven pases así ya y yo les respondo que eso sois vosotros que me queréis mucho (risas).
P: ¿Cuál fue el mejor momento de tu carrera en el Oviedo?
R: Creo que justamente el día de Caravaca cuando echan a Lobo Carrasco estaba en mi mejor momento. Luego cogió al Oviedo Fermín, un hombre con el que tengo una amistad increíble que me ayudó mucho, al igual que Fredi Valdés. Creo que en ese momento estaba en mi momento clave. Fue una pena lo que pasó, pero creo que ese era el momento. Además si ese día no me expulsan, habríamos ascendido y hubiese habido Curro para rato.
P: ¿Piensas mucho en esa expulsión?
R: Muchas veces lo recuerdo. Hace dos o tres días me puse los vídeos una y otra vez y todavía no entiendo las expulsión, porque supuestamente me expulsa por quitarme la camiseta y en ningún momento lo hago. Luego le pregunté al árbitro el motivo y me dijo que era amarilla por pasar de un campo a otro. Yo le digo que fui el primero en llegar, que no había perdido tiempo ni llegado el último. La verdad es que le doy bastantes vueltas porque era para subir de categoría.
P: Hablamos mucho del “a priori” y del “y si”. ¿Consideras entonces que fue justo lo que faltó para dar el siguiente paso?
R: Sí, está claro. Era el minuto 70 con 3-0 ganando en casa con el público como estaba y ellos derrumbados. Habría sido crucial jugar once contra once. Hubiéramos pasado la eliminatoria cien por cien. Lo que pasa es que eso nunca se sabrá.
P: Teniendo en cuenta la complicada situación institucional existente seguro que hubo otros malos momentos.
R: Hubo muchos, pero seguramente el peor el día fue el que me dicen que no cuentan conmigo para seguir allí. Fue un día triste porque todos, mi familia y yo, teníamos muchas esperanzas allí. En lo deportivo sí pasamos momentos malos, pero me quedo con ese. Luego sólo tengo recuerdos buenos de Oviedo.
P: ¿Os afectaba esa falta absoluta de comunión entre la directiva y los aficionados?
R: Está claro que nos afectaba. Ibas por la calle o entrabas en el vestuario y lo hablabas. Sigo teniendo relación con muchos aficionados del Oviedo de toda la vida. Ellos lo que querían era lo mejor para el club. No estaban de acuerdo con el modo en que llevaban el club las personas que estaban y lo manifestaban así. Eso te afectaba en tu rendimiento, no mucho, pero siempre se hablaba y existía el runrún ese.
P: En lo que se refiere al fútbol tuviste un puñado de entrenadores. ¿Con qué entrenador te quedas y por qué detalle?
R: Quizá me quedaría con Fermín. Fue alguien que siempre estuvo en la sombra y fue de los que más me ayudó. Siempre estuvo ahí y cuando cogió las riendas me llamaba y durante dos semanas no dejamos de hablar para que tirara del carro y demás. El detalle puede ser la confianza que me dio. Él era joven, tampoco tenia muchos equipos a sus espaldas, pero me gustó cómo me trató.
P: Años más tarde el equipo asciende en Cádiz. ¿En qué medida te sientes partícipe de ese ascenso?
R: Para serte sincero es como si lo hubiera conseguido yo. Son cosas que te llegan al alma porque sabes que has estado en un momento del Oviedo dificilísimo. Para que el Oviedo jugase en Segunda nosotros tuvimos que ascender antes, los que estuvimos cuando nadie quería ir a Oviedo, cuando era el fútbol del barro, un fútbol de verdad como digo yo. Fue una alegría inmensa. Lloré ese día sin estar yo jugando, así que imagínate lo que significa para mi el Oviedo. Me siento partícipe en un tanto por ciento muy alto. Yo y todos los compañeros que estábamos en ese momento, eso está claro.
P: ¿Como aficionado donde sitúas al Oviedo actual?
R: Creo que ahora está en el momento clave para tirar para arriba. Tiene una plantilla bastante buena, y la gente está con el equipo. Hay partidos en los que se podría haber sacado mejor resultado pero la victoria de Ponferrada viene muy bien. De los últimos años es el que mejor plantilla tiene. Veteranía, calidad, me gusta mucho el equipo que ha hecho este año. Creo que tienen que dar un paso al frente y toca estar arriba. Creo que va a ser así.
P: ¿Pronto podremos ver a los grandes equipos en el Tartiere?
R: Ojalá, pero no se te olvide, que los demás equipos son los que van a ver a un grande en Primera división como es el Oviedo. Ojalá lo veamos pronto. Nos va tocando. Se lleva un tiempo haciendo las cosas mejor y poco a poco se conseguirá.
P: Sigues jugando al fútbol a otro nivel para matar el gusanillo. ¿Cuál es tu objetivo próximo a nivel profesional?
R: Me gusta entrenar, pero me gusta más el tema de llevar la cantera, todo lo relacionado con los despachos, más cerca de lo que es la figura del director deportivo. Me gusta más hacer una plantilla para un equipo que entrenarla.
P: Justo ahora el club está recuperando gente que fue importante para unirla a su estructura. ¿Te ves ahí?
R: Seria bonito. Esa es una de las claves para que un club funcione bien, buscar gente de la casa que lo quiera de verdad. Son los que al final lo van a dar todo por ese club. Pongo el ejemplo de Jaime (Álvarez), que fue compañero mío y mira cómo tiene al equipo (Vetusta). Son cosas que hay que valorar. La gente de la casa es la que va a luchar por lo suyo.