Parte del pasado reciente del Oviedo se presenta este jueves en el Carlos Tartiere. El ex jugador y director directivo del club azul, Michu, ha conformado una plantilla en la que figuran futbolistas que fueron importantes como Saúl Berjón, o el guardameta Alfonso Herrero, que llegó a ser titular en una etapa tras un buen paso por el Vetusta. Berjón aporta la calidad que todavía atesora en sus botas, siendo capaz de ser determinante cuando el balón se aproxima al área rival. Lo de siempre, visión de juego, centros precisos y disparo con ambas piernas. El sello personal del ovetense. Fue clave en el ascenso a Segunda del Burgos, y es referente del juego ofensivo blanquinegro.
Mientras tanto, Herrero goza de la confianza del técnico Julián Calero en detrimento de otro portero experimentado como es Caro. Precisamente Calero volverá a la que fue su casa en la temporada de Fernando Hierro como entrenador del Oviedo, siendo ayudante del malagueño. Se podía ver entonces al ahora técnico burgalés fuera del banquillo dando instrucciones de manera constante.
Otra de las adquisiciones de Michu, el centrocampista Riki, no jugará debido a la inclusión de la incomprensible “cláusula del miedo”. Se quedarán los aficionados y el cuerpo técnico con las ganas de ver las evoluciones del asturiano en el Tartiere, con la exigencia de sumar puntos y hacer buen papel para apuntalar su regreso al Oviedo con más experiencia en Segunda.
Es el Burgos de Calero un equipo a ratos atrevido, teniendo en cuenta su tramo ofensivo en el que se puede ver a Berjón, Pablo Valcarce en los extremos, y a Álex Alegría o el espigado Guillermo en la punta de ataque. Plantea el entrenador un esquema que suele partir con una defensa de tres en línea más dos carrileros amplios, que en la mayor parte del curso han corrido hacia atrás. En el centro del campo se trabaja, y mucho, se cierran espacios y se procura no perder el sitio. Por eso le cuesta entrar a Riki, destinado a mover el balón unos metros más hacia arriba.
Se fía mucho a la calidad de sus jugadores más adelantados, y el resto debe ponerse el mono de trabajo. Han conseguido más puntos de los que muchos hubieran pronosticado a estas alturas, demostrando tener capacidad para contrarrestar las bondades ofensivas rivales. Es uno de los equipos con menos goles en contra de la competición, a pesar de su clasificación en la mitad trasera. Lo que falta es una mayor definición de sus situaciones de peligro, que echa tierra encima del esfuerzo que hacen durante todo el partido para mantener la portería a cero.
JUGADOR A SEGUIR
Saúl Berjón vuelve al Tartiere como titular en el Burgos, siendo canalizador del juego ofensivo y poniendo en apuros a los laterales rivales. Su fútbol es ampliamente conocido por aquí, imprevisible, brillante, con capacidad de desborde en un palmo de terreno, para colocar buenos centros o rematar la jugada con disparo desde fuera del área desde posiciones a veces inverosímiles. Incluso con las pilas agotadas es un peligro.
