ENTREVISTA – NIKOLA JERKAN

Nikola Jerkan forma parte de la colección de jugadores que ocupan lo más alto en la historia del Real Oviedo. En una época en la que se apostaba claramente por el mercado yugoslavo, el central croata enseguida se convirtió en parte fundamental del esquema de Javier Irureta, aportando condiciones defensivas y una excelente salida de balón desde esa primera línea. Hablamos sin duda de uno de los mejores defensas que ha vestido la camiseta azul. Actualmente trabaja en el staff técnico de la selección de Croacia, y hace también labor necesaria de scouting para unir más piezas al combinado nacional. 

P: Te encuentras viajando mucho para seguir las evoluciones de los jugadores que puedan formar parte de la selección. ¿Está el fútbol croata recogiendo arriba jugadores que empujan desde las categorías inferiores?

R: Últimamente sí. Después del Mundial de Rusia se incorporó mucha gente nueva. También estamos recogiendo a jugadores que han nacido en otros países, por ejemplo los últimos dos o tres jugadores que han aparecido son el jugador del Bayern de Munich Stanišić, y otro del Salzburgo, Sučić. Son jugadores que se incorporaron primero a la sub-21 y hace unos días a la absoluta. Por lo general la selección ha cambiado mucho. Mucha gente que jugó el Mundial ya no está. La mayoría renunciaron por edad o por otras razones personales, y se puede decir que es casi una selección nueva con tres o cuatro jugadores que siguen. Se puede hablar de una generación nueva que se está adaptando. 

P: Me hablabas de un jugador del Salzburgo y de otro del Bayern de Munich. ¿Se van demasiado pronto los talentos croatas a jugar en otros países?

R: Igual no tanto últimamente porque la liga croata se está reforzando y está mejorando en todos los sentidos. Incluso hay mucho jugador extranjero en la liga croata. Hay equipos como el Dinamo de Zagreb que está jugando la Champions,y otros como Hajduk o Rijeka que juegan competiciones europeas. Son equipos que aparte de contar con la cantera también se fijan en la gente de fuera. En general la liga está mejor. Cuando yo vine era distinto, la liga yugoslava era muy grande. Ahora son ligas más pequeñas con menos clubes y menos competitivas. Aquella liga era potente y no se necesitaba tanta adaptación al fútbol europeo. A la gente ahora le cuesta más. Algunos que salieron pronto de Croacia les costó e incluso han vuelto para reiniciar su carrera. Pero se sigue viviendo de la venta de jugadores, como el Dinamo de Zagreb, que tiene una cantera muy buena y ha vendido a jugadores a equipos europeos importantes. 

P: Dentro de las características de las nuevas generaciones que están llamados a formar parte de la Selección ¿encontramos más talento técnico o fortaleza física?

R: En principio en el fútbol se busca tener todo, lo que pasa es que muchas veces no ocurre. Hay gente que reúne todas estas cualidades pero otros no. Nosotros apostamos siempre por el talento, y si a esto le unes el físico, mucho mejor. Es difícil encontrar todo esto en Croacia. Date cuenta que somos un país pequeño con cuatro millones de habitantes y una liga pequeña. No es fácil para nosotros. También contamos con gente que no ha nacido en Croacia, como estos casos que te comenté. Antes teníamos a los hermanos Kovač, que nacieron en Alemania, o Šimunić que nació en Australia de raíces croatas. También Rakitić, que nació en Suiza. Nosotros nos beneficiamos de esto, de gente que no nació en Croacia, pero sí sus padres que por razones de trabajo han salido fuera. A estos jugadores se le dio la opción de jugar con nosotros o con sus países de nacimiento y rechazaron lo último. 

P: Hablabas de la liga yugoslava, con equipos potentes. Ahora en Croacia no se ven muchas salidas de jugadores o movimiento hacia España. ¿Hay una falta de visibilidad de esta competición para que se pueda hacer un seguimiento de los jugadores que despuntan?

R: Al margen de los nombres grandes como Modrić o Rakitić, últimamente sale mucho jugador para Italia o Alemania ¿A qué se debe eso? No lo sé, pero sí es cierto que influye mucho tanto el trabajo de los intermediarios como la cercanía de esos países. Antes en la liga yugoslava el jugador salía más hecho porque tenia prohibido salir de Yugoslavia hasta que cumpliese 25 años. 

P: Justo nos vamos a quedar ahí en esa edad de los 25 años, cuando te pudiste aprovechar del permiso para poder salir de Yugoslavia. ¿En tu caso crees que podrías haber salido antes con las mismas garantías o realmente te vino bien el tener que esperar para mejorar tus cualidades, para poder madurar?

R: En aquel momento viendo la calidad de la liga y de los clubes era bueno quedarse para salir después más completo y con capacidad para adaptarse a otro fútbol europeo y exigente. En Croacia ahora se están nivelando cada vez más los equipos, pero hace un par de años dos o tres equipos marcaban la diferencia y no había mucho partido de exigencia durante el campeonato. En ese momento contabas con una competición buena, que te permitía competir a un nivel alto. Muchos de los jugadores jóvenes se precipitan cuando salen con 18 ó 19 años, y luego llegan a un equipo donde no les dan muchas oportunidades. Es mejor esperar y hacerse más como jugador. Cada uno cuando sale tiene que valorar mucho estas cosas. Hay que tener en cuenta también las exigencias económicas de un equipo, que necesita que vender al jugador. En Croacia la mayoría de los equipos  viven de la venta de jugadores. 

P: Manejaste varias alternativas para salir del Hajduk. ¿Al final te decidiste por el Oviedo por el contacto con Gračan o por algún otro motivo?

R: En el año 89 el Oviedo vino a ver a Gračan en dos partidos. En ese verano quiso llevarme a mi con él, pero entonces el club rechazó esta posibilidad. Esa temporada sólo se fue Gračan, pero como ya me tenían en cartera al año siguiente volvieron a por mi. Tenía otras alternativas pero a través de Gračan ya sabía cosas del Oviedo, de cómo estaba el club y el equipo. Entonces valoré esta opción como muy buena para mi. Me gustaba el fútbol español, veía mucho la liga española. Todo el mundo sabía lo que era el Real Madrid o el Barcelona en aquella época, los equipos más grandes de Europa. 

P: Al margen de que te estableciste en Oviedo con posterioridad ¿cómo te sentiste en un equipo que jugaba en Primera y era capaz de plantarle cara a cualquiera?

R: Vine de una liga que era muy potente y de un equipo grande como el Hajduk Split, que era puntero en la liga yugoslava, y que luchaba siempre por trofeo. Llegué a una liga muy competitiva, con jugadores de calidad, gran clase, con los mejores extranjeros del mundo como Laudrup, Romario, Stoichkov, Schuster…sólo en el Real Madrid ya tenias a Butragueño, Michel y la Quinta del Buitre. Me tocó esta época del fútbol español. No me costó adaptarme porque vine de una liga competitiva y un club grande. Cuando vine a Oviedo sí que noté diferencias, pero como dices competimos con todos los grandes y estuvimos a un nivel muy alto para un equipo como el Oviedo, que acababa de subir a Primera unos años antes y que se estabilizó y consiguió entrar a la UEFA.

P: Se alcanzó la UEFA, un hito que no se ha conseguido superar y que parece bastante lejos de poder repetirse. 

R: Para el Oviedo jugar la UEFA era impensable. Conocíamos nuestras posibilidades. Irureta sabía lo que tenía entre manos y sacó lo mejor de nosotros. No éramos un equipo con estrellas, éramos un equipo bien hecho, humilde, trabajador, y en base a esto conseguimos resultados. Y te puedo decir que muy pocos consiguieron lo que nosotros en año y medio, con 18 meses seguidos sin perder un partido oficial en casa. Eso dice todo de cómo éramos nosotros como equipo. Son cosas que uno valora después de tanto tiempo. 18 meses es mucho tiempo. Ahora hay muchos más partidos. 18 días sin perder en casa es difícil, pues imagínate 18 meses. El Oviedo era un equipo bien hecho, estructurado, con pocos cambios cada año, y se reforzaba con lo que se necesitaba sin muchos fichajes. También entonces el club funcionaba de otra manera, no era Sociedad Anónima todavía y había una junta directiva con Eugenio Prieto de presidente. En una palabra, era como una familia. No es casualidad que el Oviedo entrase en la UEFA, fueron un cúmulo de cosas. Llevábamos unos años compitiendo bien, el equipo se reforzó donde se necesitaba, había continuidad con el entrenador, buen ambiente entre los jugadores, y una directiva que tenía cercanía con la plantilla y el cuerpo técnico.Valoras después que no hubo casualidad, que lo conseguimos por mérito. 

P: Tuviste entrenadores con un estilo completamente distinto como Irureta y Antic. ¿Cómo gestionaba cada uno al equipo funcionando con esos sistemas diferentes?

R: Con Irureta jugábamos con un sistema que mucha gente llama “defensivo”, pero sabía perfectamente lo que tenía y sacó lo máximo a aquella plantilla. A Irureta se le valora después porque entrenó a equipos más grandes y plantillas mejores. Era un entrenador que sabía aprovechar lo que tenía. Con nosotros jugaba de una manera y luego en Coruña jugaba de otra aprovechando esa mejor plantilla. Era muy buen entrenador y sabía adaptarse y hacer de lo que tenía lo mejor. En su momento hizo lo que pudo con nosotros. Gestionó un equipo que era bueno defensivamente y que arriba tenía a gente como Carlos, que marcaba la diferencia. Sabíamos que sí hacíamos las cosas bien defensivamente era muy difícil que nos ganaran. 

Con Antic era otro estilo. También es cierto que teníamos otros jugadores. Nos reforzamos con Jokanovic, Prosinecki, y se jugaba de cara a la galería un fútbol más vistoso. Era un buen fútbol, pero a nivel de clasificación aquella plantilla debería haber hecho más con la calidad que tenía. Difícil comparar con la plantilla de Irureta que no contaba con esa calidad. Eran dos épocas y dos estilos diferentes. Los dos eran muy buenos entrenadores y lo han demostrado en los equipos donde entrenaron. 

P: ¿Qué le faltó a ese equipo de Antic? Los que íbamos al Tartiere disfrutábamos mucho, pero como dices todo ese buen juego no se tradujo en una clasificación acorde. 

R: Con respecto a la época de Irureta y Antic yo añadiría también el ambiente de grupo, que es importante para un equipo. Con Antic no había un grupo como con Irureta, podría decir que había varios grupos no un solo grupo. La gente que estuvo allí también puede hablar de ello. Estuve en los dos equipos, y notabas la diferencia. Quizá ese fue el punto que se necesitó. Teníamos una plantilla muy buena y jugábamos un buen fútbol con jugadores importantes, pero eran esas pequeñas cosas que pueden influir luego en los resultados.  

P: Existió una posibilidad real de ir al Madrid. ¿Piensas en ello, en qué habría pasado de haberte ido al Madrid?

R: Cuando vine aquí salía de un equipo grande, el Hajduk. Llegué al Oviedo y estuve a gusto aquí. Conseguimos entrar en la UEFA, el equipo estaba bien y estable en Primera división. Podría decir que notaba una cierta comodidad. Pero sí hubo esa opción, primero en el Real Madrid y luego en el Barcelona cuando se lesionó Koeman, y más tarde el Valencia. Siempre se habló de los equipos grandes. Mirando atrás si hubiera querido de aquella forzar un poco podría haber salido. Pero estaba muy cómodo y a gusto aquí y entonces tampoco me importaba salir. 

P: Recuerdo cuando acudía al estadio en aquella época que había una opinión en parte de los aficionados sobre tu puesto en el campo, que quizá alguien podría haber intentado adelantar tu posición. Ahora mismo vemos cómo hay una tendencia a reubicar a centrales con buena salida de balón en el centro del campo para aprovechar sus virtudes. Ejemplo cercano el de Édgar la temporada pasada. ¿Crees que el Jerkan de entonces sería un centrocampista ahora?  

R: No lo sé. Es difícil pensarlo. Es verdad que de aquella el fútbol que practicábamos me permitía jugar desde mi posición, y me gustaba. Pero que te pusiesen en el mediocampo dependía de un entrenador. Es cierto que muchos entrenadores utilizan a los centrales que tienen una buena visión de juego en algunos partidos o en momentos concretos por delante de la defensa. Eso les funciona. No sé decírtelo porque no sucedió, pero hay casos y ejemplos claros. En momentos de los partidos cuando se va ganando y hay que defender un resultado pueden poner a un central por delante de la defensa. 

P: Se tiró abajo el Tartiere y se construyó otro bien distinto unos kilómetros más allá. ¿Ves una gran diferencia?  

R: Hay una gran diferencia. El campo de Buenavista antiguo era un fortín para nosotros. Creo que estaba hecho a medida para el Oviedo. Un campo que metía 20 mil personas apretadas y encima del campo. Notabas el aliento de la grada cuando saltabas al campo. Sin embargo ahora es diferente, el campo es más grande, la gente no está tan cerca como antes. Es más amplio y entra más gente. Es diferente, no se puede comparar uno con otro. 

P: Si no lo has visto en directo imagino que habrás seguido de alguna manera el derbi. Has jugado este tipo de encuentros ¿Qué sensación produce vivir desde el terreno de juego un derbi?

R: Son partidos especiales para todo el mundo. No es un partido cualquiera. Lo he vivido tanto en nuestro campo como en El Molinón. Hay un ambiente especial, y también es especial la semana previa. Los entrenamientos, los comentarios, las vivencias…no hay partidos iguales. El sentimiento es una motivación añadida, difícil de controlar. Este último derbi coincidió además que era el primero después de tanto tiempo sin poder ir al campo, y se acudió con mucha gana. No es un partido cualquiera, es un partido especial. 

P: No hace demasiado tiempo se vio al Oviedo jugando en Tercera. ¿Qué supuso para ti ver al equipo pasar por aquello?

R: Con tristeza y sabiendo dónde estábamos. Fue un equipo que compitió a un nivel alto durante muchos años. Pasar de jugar la UEFA y Primera a Tercera y 2B tanto tiempo le hace a uno sentir tristeza al ver al equipo en esta situación. Ahí influyó mucho la gente de Oviedo, a la que le importa el Oviedo, que hizo mucho por salvar al equipo. Son ya 20 años de estar fuera de Primera y es un tramo muy largo. Te da mucha pena porque ves a los grandes por la tele, y me gustaría poder ver a Barça, Madrid, o Atlético en el campo. Eran equipos que venían cuando estábamos en Primera. Te da tristeza pero creo que poco a poco se va a ir recuperando, y espero que sea pronto cuando estemos allí otra vez. 

P: ¿Le ves preparado al equipo para dar el salto que necesita?

R: Generalmente en el fútbol influyen muchas cosas. El fútbol no es sólo una plantilla buena. Tener una plantilla buena te da muchas posibilidades pero no te garantiza un éxito. El año pasado estábamos en pandemia y el equipo al final se salvó con Ziganda. Lo importante era darle continuidad porque muchas veces se opta por un entrenador nuevo cada año y no hay tiempo para planificación. Hay muchos fichajes nuevos y salidas, y eso es muy difícil de conseguir. Pasa en cualquier equipo, pero sobre todo en equipos que se deben nutrir de sus canteras. El Oviedo siempre ha sacado gente. En Asturias ha habido buenos jugadores. Echo de menos eso. Se nota este año que hay más presencia de gente de casa. En mi época siempre hubo gente de fuera y gente de casa. Jugábamos la UEFA y a un nivel alto y siempre hubo gente de casa, cuando era mucho más difícil que jugar en 2B y 2ª, que son menos exigentes de lo que era aquello. Berto era un ejemplo de entrega, de lucha y un símbolo de cómo se pelea por el Oviedo. Son un cúmulo de cosas que pueden influir que un equipo suba a Primera o consiga un éxito. Este año me gusta también que la línea defensiva esta demostrando seriedad y el equipo una regularidad con varios partidos sin perder. Le faltan cosas para aspirar a más. Es evidente que le falta tener más el balón, jugar con más pausa, con juego combinativo. Son cosas que con el tiempo se pueden conseguir, pero están demostrando una continuidad y una regularidad que son muy importantes en el fútbol. 

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