PRÓXIMO RIVAL – SPORTING DE GIJÓN

El partido que se espera durante todo el año, el argumento de las charlas de oficina y de bar, de reuniones familiares. El derbi aglutina la visión de toda Asturias entorno a 90 minutos. Como es tradicional viene precedido de polémica, en esta ocasión por la ausencia de la directiva rival en el palco y de aficionados en la zona visitante. No quiere decir que no se vayan a ver camisetas rojiblancas. El exceso de celo en el aspecto de la seguridad ha provocado un nuevo desencuentro. Mucho que mejorar y mucho que hablar intramuros. 

En el capítulo meramente futbolístico llegan los dos equipos sin ninguna urgencia de puntos, ni de presiones clasificatorias añadidas como en episodios previos. El Oviedo ha comenzado la temporada mejorando su estadística con respecto a cursos anteriores, y el Sporting ha enfilado el camino del éxito desde el inicio, viéndose en lo alto de la tabla. Se puede decir que es el equipo a batir hasta la fecha. Gallego ha armado un equipo muy compacto, manteniendo el bloque que se alejó del playoff in extremis. Los del Molinón perdieron fuelle en el último tramo, sin duda condicionados por una plantilla corta y que rindió por encima de las expectativas. La columna vertebral rinde con una línea de centrales sólida, el clásico mediocentro de Mareo reencarnado en Gragera para dar salida de balón, y mucha habilidad en las bandas. Y arriba el diferencial Djuka. Todo ello lo ha sabido mezclar muy bien Gallego, que soporta pocas fisuras a lo largo del partido. 

El Real Oviedo se presenta en casa engalanando un estadio con la mejor entrada vista en mucho tiempo, y con la calma de verse inmerso en la zona tranquila. Ziganda entiende de qué va el asunto y no hará filigranas con la alineación ni se volverá loco con el sistema ni el planteamiento. Jugará el Oviedo a lo que sabe, a intentar mantener la pelota y buscar con rapidez a Bastón y Obeng, que tendrá que bregar más de lo habitual. Ante la carencia de espacios, será Borja Sánchez quien tenga que desatascar las situaciones complejas que se presenten en la medular, donde un detalle puede condenar en lo negativo o ser determinante en lo positivo. Tendrán los carbayones la baja sensible de Cornud, fundamental para Ziganda y para la transición ofensiva azul. Su sustituto será presumiblemente Mossa, héroe en una batalla anterior y que tendrá que contener el empuje de Villalba por la banda con más proyección del Sporting.  

No importan condicionantes físicos ni morales, en los derbis se juega para ganar. No será seguramente un partido vistoso, pero sí correoso y con trabajo para el árbitro. 

JUGADOR A SEGUIR

El principal peligro ofensivo del Sporting es sin duda Djuka, que ha asumido en los últimos tiempos el caudal goleador gijonés. Se las tendrá tiesas con Costas y Calvo, a los que intentará superar con balones al espacio o procurando buenas posiciones de remate. Buena temporada también la de Fran Villalba, con repertorio saliendo desde la banda y sumando su aportación en ataque. 

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