Punto agridulce para un Oviedo férreo

Empate sin goles en un partido que vivió pendiente del detalle decisivo que no se produjo. La tarde arrancó con un Girona pujante, enseñando su plan preconcebido basado en el dominio del balón, posesiones cortas y rápidas, buscando constantemente el toque dulce de Aleix García y coger la espalda de los laterales oviedistas. La puesta en práctica salió a medias, ya que la circulación veloz moría en línea de tres cuartos. Aquí debe añadirse que la defensa azul estuvo perfecta, en su sitio y no permitiendo que el aliento catalán rozase ni de lejos a Femenías. 

Ziganda por su parte dibujó un bloque medio para hacer frente al Girona, dando por hecho que el balón sería suyo y que tocaría bregar en la medular para robar y salir. Brugman fue de más a menos. Su estreno como titular dejó aplausos ante su juego de toque, descargando y ofreciendo pase certero. Una buena asistencia en profundidad fue agarrada por Obeng que erró en el tiro. El delantero ghanés gozó de otras dos claras ocasiones, primero en un servicio de Cornud que disparó fuera, y otra clara oportunidad tras un error garrafal en zona defensiva gerundense que no supo aprovechar solo ante Juan Carlos. 

El balón era de los hoy fosforitos, sí, pero lo potable en ataque iba a cuenta del equipo carbayón. Obeng ofreció su desgaste una vez más, y Bastón se vio superado en los choques desconcertado ante la pasividad del trencilla a la hora de conceder falta a favor. 

Tras el descanso hubo reposición de sesión de media tarde y el Girona quiso ser protagonista de la película del Oeste sin hacer un solo disparo. Así no se gana. Los cambios fortalecieron una vez más al Oviedo. Ziganda sentó a Brugman y Jimmy para dar más frescura con Luismi y Mier, que supieron leer el partido. Jirka sustituyó a un gris Viti y logró poner en marcha velocidad y peligro. Pombo también lució de estreno colocándose en la banda de un Borja Sánchez que en modo grito silencioso pide incesantemente un puesto más centrado. Funez, en el banquillo hoy ante la sanción de Michel, había optado por introducir el miedo con Stuani, pero apenas inquietó a una defensa en mayúsculas. La lesión de Cornud obligó a Ziganda a incluir a Mossa perdiendo la última bala de Montiel, llamado a sustituir a un Obeng al que el ímpetu le jugó una mala pasada. Una decisión de VAR provocó la expulsión del delantero por roja directa tras un follón apenas visto en el campo. 

Con uno menos el Oviedo no se arrugó, viviendo minutos en los que casi se esperaba más el gol del Oviedo que de los visitantes. Nació una polémica nueva a sumar al catálogo en un robo de Jirka que se convirtió en un sprint frenado aparentemente por Bernardo en obstrucción cuando ya encaraba el área rival. El árbitro no vio nada punible y una posible infracción de roja pasó a ser tarjeta para el eslovaco. 

Llegó la única ocasión clara del Girona con un chut lejano que Femenías hizo bueno para la foto con una palomita que envió el balón a córner. El fútbol no quiso salir del empate y dos puntos se reparten con distinto regusto. Buenas prestaciones defensivas pero falta de efectividad que condena al Oviedo al cerocerismo y a un punto que no permite a los azules enganchar definitivamente con la zona noble.

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