Y a la hora de comer el Oviedo ganó. Segunda victoria consecutiva del Real Oviedo en un choque que el conjunto azul tuvo controlado en la mayor parte del minutaje. Se tuvo por incompareciente al planteamiento prometido por Luis Carrión, que aseguraba que el Cartagena iba a salir a ganar haciendo buena su clasificación. Los de Ziganda quisieron la pelota desde el principio, moviendo con criterio y derrotando la frágil primera línea defensiva blanquinegra. Sobre el papel el Efesé salía con concepto ofensivo, con la dupla Ortuño/Rubén Castro, y con dos carrileros como Delmás y Cayarga.
Luismi y Jimmy dominaban su parcela, haciendo intrascendente el concurso de Bodiger, y sobre todo, del ex oviedista Tejera. Viti se afanaba para estirar el chicle por la banda, obligando a Cayarga a correr hacia atrás y comprimiendo el costado derecho. El escaso peligro creado por balones recogidos por Ortuño era expulsado por Costas, majestuoso una jornada más. El gallego cerró bien por el centro e hizo perfectas ayudas a su compañero Calvo, que recibía a un activo Gallar a pie cambiado. El Oviedo lo intentó pero sus disparos fueron seguidos con la mirada por Marc Martínez, que sí que sacó su manopla para mandar a córner un chut desde la frontal de Borja Sánchez.
El Cartagena quiso imponer, sin éxito, un juego lento, provocando pérdidas de tiempo para romper el impulso carbayón. La pausa de hidratación fue el mejor aliado blanquinegro, y con el refrigerio líquido circulando tuvo dos ocasiones, una muy clara de Ortuño, que no pudo conectar correctamente con su pierna derecha. Femenías guardaba posición y se hizo muñeco para detener sin problemas. En el peor momento del Oviedo llegó la jugada clave. Obeng, peleón todo el partido, mantuvo la fe en un balón que casi se perdía por linea de fondo y provocó una mano que en primera instancia el árbitro no quiso ver. Finalmente el VAR avisó y el colegiado señaló la pena máxima tras consultar con el monitor. Bastón lanzó con convicción y anotó el primer gol de la contienda. Jugadores a boxes.
Con el segundo periodo el Cartagena no mejoró sus prestaciones. Carrión movió el banquillo y modificó piezas y el dibujo, pasando tres centrales a dos, De la Bella a su habitual lateral y Cayarga primero como extremo izquierdo y luego al perfil derecho. Una de las principales referencias del Efesé, Álex Gallar, se sentó en el banco tras un nervioso partido. Nada se parecía el once del minuto 70 al del arranque. El goleador Castro respiró libre quedándose como único delantero, aunque los retoques fueron insuficientes. El enésimo córner botado con destreza por Cornud terminó en el segundo palo, donde la posesión la recogió David Costas, que se internó hacia el fondo para ofrecer un pase al barullo que conectó en la pierna de Andújar para convertirse en el 2-0. Qué bien le hace al conjunto carbayón el tener un lanzador eficiente de balón parado. Ziganda sí que gastó cambios suficientes para dar energía en el “punch” final, lo suficiente para no perder el sitio.
Debut de Brugman en el Tartiere. Será importante con el transcurso de las jornadas. Bastón se hizo grande cubriendo la línea de tres cuartos, bajando, dando pausa y forzando faltas para hacer que el reloj corriese a favor. Un partido de menos a más que enseña todas las virtudes que puede ofrecer el 9 a un equipo necesitado de un futbolista de estas características. Desde el mejor Toché no gozaba la afición de un delantero tan completo. Estéril estirón del Cartagena y a la ducha. El Real Oviedo iguala su mejor arranque desde su vuelta a Segunda, con mejores sensaciones que puesto en la clasificación. Consigue también alegrar la celebración de San Mateo, que tampoco está mal.
